La historia nos recuerda que la utilización del control biológico contra plagas, sin más, puede conducir a resultados catastróficos.
En el siglo XIX, los cazadores australianos debían estar aburridos con las piezas que abatían y decidieron introducir conejos para diversificar su deporte. Unos cien años después, los conejos se habían convertido en una plaga de miles de millones de individuos que devastaban todo tipo de vegetales y arruinaban las explotaciones de agricultores y ganaderos.
Los Asesores son profesionales especialmente cualificados y formados, que asumen enormes responsabilidades en su día a día. Al igual que para el agricultor, su actividad se ha ido haciendo cada vez más estresante, sometida a rápidos cambios en las herramientas fitosanitarias, en la legislación medioambiental, presiones comerciales, imposiciones de los mercados o intensificación de las auditorías e inspecciones. Los cada vez más frecuentes problemas de resistencias, plagas secundarias e introducción foráneas, junto a mayores anomalías climatológicas, suponen una preocupación extra para estos profesionales.
El Asesor es una figura clave en la agricultura, garante de la aplicación de la legislación fitosanitaria y ambiental a las explotaciones, de obtener producciones de calidad y seguras, de adaptar las programaciones de cosecha a las necesidades de los mercados, de minimizar los desperdicios alimentarios por plagas, y todo ello de una manera competitiva, segura, sostenible y respetuosa con el medioambiente.
El asesoramiento para el manejo de plagas y enfermedades de los cultivos es imprescindible hoy en una agricultura profesional. Quedan atrás los tiempos en que esta disciplina se limitaba a elegir el producto y dosis más adecuado para combatir la patología, y el contexto ahora obliga al profesional a conocer y aplicar las relaciones entre los componentes del agrosistema, dando importancia a aspectos antes simbólicos como la biodiversidad funcional (espontánea o dirigida) o la gestión integral de factores como el riego, la fertilización, el marco de plantación, las podas o las condiciones meteorológicas. Este requiere una formación y un intercambio de conocimientos que es deseable asuman como responsabilidad los centros de investigación, universidades y Administración en general.
El marco legislativo actual en España que regula el asesoramiento y la figura del asesor en Gestión Integrada de Plagas (GIP) es el Real Decreto 1311/2012 de 14 de septiembre, por el que se establece el marco de actuación para conseguir un uso sostenible de los productos fitosanitarios, y que traspone al Estado Español la Directiva 2009/128/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 21 de octubre de 2009, por la que se establece el marco de la actuación comunitaria para conseguir un uso sostenible de los plaguicidas.
Desde que entró en vigor la legislación sobre el uso sostenible de productos fitosanitarios han ido disminuyendo las materias activas disponibles para el control de plagas, y el objetivo es que se reduzcan aún más en los próximos años, especialmente aquellos productos más peligrosos. Por otra parte, el uso repetido de los herbicidas sintéticos ha provocado problemas en el medio ambiente y la salud de los seres vivos, y el desarrollo de biotipos de especies arvenses resistentes. La sociedad está demandando herramientas más sostenibles para el control de plagas, entre ellas se encuentran los herbicidas de origen natural, ya que son menos persistentes en el ambiente y aportan novedosos mecanismos de acción. SEIPASA y la UPV llevan más de cinco años colaborando en la investigación y el desarrollo de herbicidas naturales. En este trabajo se presentarán resultados de diferentes ensayos y se darán algunas pautas para el uso de los herbicidas naturales.
El origen de la Ingeniería Técnica Agrícola como profesión se establece a través del Real Decreto de 1 de septiembre de 1855. Desde su creación, nuestra actividad profesional ha estado profundamente vinculada al sector agroalimentario, en sus orígenes como Peritos Agrícolas, posteriormente como Ingenieros Técnicos Agrícolas y, en la actualidad, como Graduados en Ingeniería Agrícola. Nuestros profesionales han contribuido de forma determinante al desarrollo y la modernización del sector agropecuario y agroindustrial de nuestro país a lo largo de estos 168 años de existencia, configurándose una brillante historia profesional.
En la coyuntura actual, con una sociedad que apuesta decididamente por la reducción del uso de plaguicidas en agricultura y con la constante llegada de nuevas plagas, el control biológico es una herramienta clave en la gestión de plagas. Además, la historia nos muestra que son numerosos y diversos los proyectos de investigación de control biológico que se han llevado a cabo con éxito en los cultivos españoles al aire libre, especialmente en los cítricos. Desde la identificación de las nuevas plagas, hasta la evaluación de los programas de control biológico, todos estos proyectos han contado con la inestimable colaboración de los asesores técnicos. En esta presentación se abordarán algunos de estos proyectos y se hará hincapié en los actuales proyectos de investigación de control biológico que actualmente se están desarrollando para mejorar el control de plagas invasoras.
Durante más de una década, Koppert España es pionera en fomentar e implementar estrategias de control biológico en cítricos. Para ello, ha desarrollado programas robustos y fiables basados en las liberaciones de enemigos naturales enfocadas y adaptadas a las necesidades específicas del cultivo de los cítricos. Las estrategias de Koppert van acompañadas siempre con un asesoramiento especializado e integral que se personaliza en función de la situación de cada finca y su entorno (microclima, variedades, medidas culturales, histórico de plagas y enfermedades, etcétera). Para conseguir este reto, nos hemos apoyado en un I+D aplicado en cítricos y en producciones de enemigos naturales específicos para conseguir resultados exitosos en la protección biológica de cultivos en cítricos (Calvo y col., 2023).
En los últimos años, el control biológico de plagas ha experimentado un crecimiento exponencial en los cultivos hortícolas de invernadero. En la actualidad, prácticamente todas las plagas tienen a su disposición un enemigo natural para su control. Sin embargo, surgen preguntas sobre la conveniencia de mantener el enfoque reduccionista que utiliza enemigos naturales específicos para cada plaga o de explorar enfoques holísticos y sostenibles que simplifiquen las complejas redes tróficas. Esta cuestión adquiere una relevancia particular debido a los desafíos actuales, como el cambio climático y la aparición de plagas exóticas. En el presente estudio, se investiga un enfoque holístico para fortalecer el cultivo del tomate frente a estas amenazas. El foco principal del trabajo se centra en la inducción de defensas y el control biológico, dos pilares fundamentales de esta estrategia.
La intensificación agrícola a través de la simplificación del paisaje tiene efectos negativos sobre el control natural de plagas. Específicamente, preservar y restaurar hábitats seminaturales surge como un primer paso fundamental para mantener y mejorar los servicios de control de plagas que los artrópodos entomófagos brindan a la agricultura. Aquí se presentan las bases científicas en las que se fundamenta este enfoque, y se muestra el caso práctico de la horticultura de invernadero en Almería.
Las cubiertas vegetales son infraestructuras ecológicas clave para incrementar servicios ecosistémicos tales como el control biológico, la polinización o la protección del suelo contra la erosión. En este artículo se describe con detalle los criterios de selección de las plantas más adecuadas para mejorar dichos servicios ecosistémicos, así como las técnicas específicas de implementación y manejo de las cubiertas vegetales en frutales.
En los últimos años, la preocupación sobre el impacto ambiental asociado al empleo de plaguicidas químicos convencionales ha suscitado un interés creciente por alternativas para el control de plagas más sostenibles y respetuosas con el medio ambiente. Los bioplaguicidas, una categoría de fitosanitarios derivados de fuentes naturales, emergen como una solución prometedora para la protección de cultivos. Sin embargo, existe cierta confusión sobre la naturaleza de estos productos y su tipología y adaptación a distintos tipos de requisitos técnicos y regulatorios, e incluso sus ventajas e inconvenientes respecto a los plaguicidas químicos, que, junto con los desafíos y oportunidades a los que se enfrentan estos productos naturales y su potencial para revolucionar las estrategias globales de protección de cultivos, son abordados en el presente artículo.
El uso de los semioquímicos para el control de plagas se ha generalizado en los últimos veinte años por la prohibición de algunos plaguicidas, su buen perfil ecotoxicológico y su cada vez mayor eficiencia. Aunque no son aplicables a todas las plagas y situaciones, existen múltiples soluciones para adoptar su uso, lo que conlleva la creación de nuevas herramientas de control. Para implementar estas técnicas basadas en feromonas, técnicos y asesores deben conocer las características de los productos basados en estas sustancias y conocer su funcionamiento para, de ese modo, elegir la más adecuada a sus necesidades y ponerlas en práctica de la forma más eficiente. En este artículo se citan los factores que deben tenerse en cuenta a la hora de elegir una u otra técnica y que particularidades se deben observar en su aplicación.
El sistema de atracción y muerte más eficaz evoluciona hacia el dispositivo más innovador para el control de mosca de la fruta y mosca del olivo.
BioMagnetÔ es la nueva tecnología que presenta Suterra® en el I Encuentro Nacional de Asesores organizado por Phytoma. Una nueva generación de los sistemas attract & kill cuyo concepto nace de la evolución de los tratamientos cebo y que en 2024 llegará a los cultivos españoles para el biocontrol, tanto de Ceratitis capitata como de Bactrocera oleae, plagas que hoy suponen uno de los mayores retos en agricultura.
En las agriculturas más tecnificadas y seguras, las estrategias de lucha contra plagas se basan en su Gestión Integrada. Junto a herramientas de prevención, tecnológicas y biológicas, los productos fitosanitarios juegan un papel fundamental. Productos para el control de plagas han existido desde hace milenios, aunque es en el siglo XX cuando comienzan a utilizarse de manera intensiva con el desarrollo de los fitosanitarios modernos. La preocupación generada en los países más desarrollados, con el conocimiento y sensibilización de los efectos indeseados que llegan a provocar, da lugar a una serie de acciones para garantizar más seguridad y profesionalización en su uso, así como eliminar aquellos de mayor riesgo.
Nuevas tendencias en la UE implican importantes cambios en los productos fitosanitarios disponibles, con drásticas restricciones de los “convencionales”, que se intenta compensar con el desarrollo otras alternativas de “origen natural”. Todo ello conlleva un reto tecnológico trascendental para el sector agrario, no exento de riesgos, que podría afectar a su competitividad y a la disponibilidad de frutas y hortalizas europeas, así como a incrementos muy significativos de sus precios.
El Cuaderno Digital de Explotación (en adelante, CUE) pretende convertirse en una herramienta más en el día a día del agricultor. El análisis de los datos recopilados a través del CUE permitirá, como principal ventaja, optimizar los recursos utilizados en la explotación agrícola mediante la evaluación de los resultados entre diferentes campañas y cultivos, y de esta forma ser una herramienta para una mejor toma de decisiones. Además, permitirá al agricultor cumplir con la legislación vigente a nivel nacional y autonómica. Por su parte, la figura del asesor juega un papel fundamental al aplicar sus conocimientos técnicos en la interpretación de los datos como una nueva forma de hacer agronomía. El CUE le proporcionará una fuente de información muy valiosa para su trabajo y le ayudará a una mejor gestión y prevención de plagas y enfermedades, así como a mejorar la protección de los cultivos. Una nueva ciencia, la “ingeniería de datos”, regirá la práctica de lo que entendemos como agricultura del futuro.
Plataforma Tierra es la Comunidad Digital de Conocimiento Agroalimentario de Grupo Cajamar, que nace en 2021 con el objetivo de impulsar la transformación digital y la competitividad del conjunto del sector. Para responder a la evolución del entorno productivo y con el objetivo de ayudar a los agricultores a adaptarse a las nuevas necesidades de la economía digital, Grupo Cajamar puso en marcha Plataforma Tierra, una comunidad online de conocimiento gestionada por los especialistas de su propio Ecosistema de Innovación, para seguir avanzando juntos hacia un sector más eficiente, rentable y sostenible.
Actualmente recibe unas 100.000 visitas mensuales y cuenta con más de 15.000 usuarios registrados, que tienen acceso a información sectorial específica (producción, precios y mercados), publicaciones, soluciones digitales propias basadas en tecnologías de vanguardia, cursos online gratuitos y análisis de tendencias.
La aplicación RedFAra, operativa desde 2016, está compuesta por una parte web y una aplicación móvil. Aunque existe una parte de acceso público, los usuarios de esta herramienta son mayoritariamente los técnicos integrados en las Redes de Vigilancia Fitosanitaria de Aragón y los gestores de dicha aplicación, papel que desempeñan los técnicos del Centro de Sanidad y Certificación Vegetal. Mediante la aplicación web el administrador, los gestores y los técnicos de las Redes de Vigilancia, al inicio de la campaña, llevan a cabo los trabajos pertinentes para que posteriormente, la aplicación móvil funcione correctamente. También desde la parte web puede realizarse un análisis exhaustivo de la información recogida.
Un cultivo equilibrado es la base de un gran rendimiento y una calidad elevada de la cosecha, y va de la mano de un suelo fértil, con una adecuada estructura y biodiversidad. Para conseguir el cultivo equilibrado, la nutrición es fundamental, pero no sólo enfocada en unidades fertilizantes. Tradicionalmente hemos abordado la nutrición de los cultivos desde las extracciones de nutrientes desde el suelo (N, P, K, Ca, Mg y S). Más recientemente se ha entendido el papel fundamental de los micronutrientes, ya nadie duda de la importancia del Fe, Mn, Zn, Mo, B,… Para ese cultivo totalmente equilibrado, además hay que minimizar el estrés y optimizar los procesos fisiológicos de la planta, para lo cual existen las soluciones bioestimulantes y antiestrés, y por último, para la biodiversidad y funcionalidad del suelo y del cultivo se plantea el uso de los inóculos microbianos. Para todas estas funciones, existen productos nutricionales y bioestimulantes en el mercado y SIPCAM IBERIA, gracias al conocimiento adquirido durante cincuenta años liderando la bioestimulación, condensa ese conocimiento en CropBalance, una herramienta digital a disposición del asesor que recoge todas las variables del cultivo para producir una recomendación de nutrición completa, donde se ajustan las unidades fertilizantes en función de la bioestimulación y la microbiología del suelo y de lo aportado. Todo ello con la finalidad última de tener un cultivo equilibrado y en línea con los requisitos legales.
Los drones y otras tecnologías afines (teledetección, sensores, robótica, inteligencia artificial) están facilitando la implantación paulatina de estrategias de manejo de los cultivos más eficientes y sostenibles. Sus aplicaciones en sanidad vegetal y gestión integrada de cultivos son numerosas, tales como la inspección y evaluación del estado de los cultivos, el diagnóstico y detección de amenazas fitosanitarias, la ayuda en la toma de decisiones, y el tratamiento variable y/o localizado de plagas, enfermedades o malas hierbas. Con el apoyo de diversos casos de estudio en cultivos herbáceos y leñosos, este artículo describe las principales funciones y aplicaciones de los drones en sanidad vegetal, destacando su gran versatilidad y, también, algunas de sus limitaciones técnicas y legales actuales.
Dhop, la solución digital, se erige como un aliado esencial en la agricultura moderna, empoderando a los asesores técnicos y garantizando la sostenibilidad y la inteligencia en la agricultura. En un entorno agrícola en constante cambio, Dhop aborda los retos fundamentales que enfrentan los asesores técnicos. La gestión de riesgos agronómicos, las restricciones legales y las complejidades fiscales son desafíos cruciales. La llegada del SIEX representa un hito en la agricultura moderna, exigiendo a los asesores interpretar y aplicar datos complejos y desde una multitud de fuentes. Dhop centraliza en un único lugar todos los datos de manera eficiente y en tiempo real, y los interpreta adecuadamente para sacarles el máximo provecho. La solución se enfoca en cuatro áreas clave: su CRM avanzado centraliza datos de explotaciones, técnicos, agricultores, permitiendo campañas específicas y fidelización. El Recomendador Agronómico, integrado con el Ministerio de Agricultura y otras plataformas, transforma las visitas técnicas tradicionales en un proceso digital, ahorrando tiempo, evitando errores y mejorando la precisión de los datos. La automatización de procesos simplifica la generación de documentos y el seguimiento de parcelas. Los cuadros de mando proporcionan información esencial para la toma de decisiones estratégicas, y la tecnología Salesforce impulsa las relaciones con los agricultores. Dhop se convierte en un aliado esencial para los asesores técnicos, permitiéndoles enfrentar los desafíos de la agricultura moderna con confianza y brindar un servicio de alta calidad, promoviendo una agricultura más inteligente, eficiente y sostenible.
La gestión eficiente de las malas hierbas (mh) es fundamental para alcanzar el equilibrio entre biodiversidad, producción y sostenibilidad agrícola. De todos es conocida la gran pérdida que éstas causan al rendimiento de los cultivos (estimado en 34% de media global), siendo la aplicación de herbicidas la herramienta más utilizada para su control, con un consumo de 1,4 M t a nivel mundial, que representa el 40% del total de productos fitosanitarios consumidos. Esta tendencia se mantiene en España, donde se aplicaron 18.400 t de herbicidas en 2022 (Eurostat 2023). Asimismo, la aparición de especies de mh invasoras está causando gran daño ecológico en los escenarios agrícolas, asociadas principalmente al contexto de cambio global, y que conllevan la pérdida de gran parte de la biodiversidad de estos ecosistemas.
Las “malas hierbas” han sido históricamente consideradas como un “ente” o un “todo en uno” sin llegar a identificar especies, a diferencia de plagas y enfermedades donde se identifica el agente causal. A lo sumo, se separaba entre malas hierbas de “hoja ancha” y malas hierbas de “hoja estrecha” y la elección de los ingredientes activos a utilizar se basaba principalmente en la fenología del cultivo. Además, la tendencia ha sido a utilizar la dosis máxima autorizada si no se preveían daños por fitotoxicidad. En ausencia de problemas de resistencia, esto aseguraba la eficacia, aunque la técnica y el momento de aplicación no fueran óptimos dado que las dosis máximas autorizadas aseguran el control de las malas hierbas indicadas en la etiqueta. En la actualidad, con limitaciones de dosis, ingredientes activos o limitaciones de uso a nivel plurianual, el control de las malas hierbas es cada vez más complejo. Además, teniendo en cuenta las directrices de gestión integrada de plagas y la agricultura de precisión, se debería aplicar a cada especie de mala hierba la dosis mínima necesaria para asegurar su control. Por esto, los asesores necesitan de nuevas herramientas, como el DSS IPMWise, que les permitan controlar las malas hierbas con la menor cantidad de ingrediente activo posible.
La agricultura en Europa es siempre un sector estratégico, que aporta un gran valor económico, social, territorial y medioambiental. A pesar de que el avance de la industria y los servicios ha traído consigo una paulatina pérdida de importancia de la agricultura dentro de la economía desde el siglo pasado, la producción agraria europea no ha dejado de crecer en términos absolutos. Sin embargo, la estrategia de la agricultura intensiva se ha basado en la obtención de mayores rendimientos gracias a una mayor cantidad o frecuencia de aplicación de insumos, como los Productos Fitosanitarios (PP). Además de esto, el control fitosanitario de los cultivos supone también definir una técnica de aplicación de los productos para su correcta distribución, para lo cual es necesario disponer, en primer lugar, del Equipo de Aplicación de Fitosanitarios (EAF) adecuado para cada producto y tipo de cultivo y, en consecuencia, hacer un correcto uso y un buen mantenimiento de la máquina.
FMC Agricultural Solutions ha desarrollado y patentado a nivel global la innovadora plataforma digital Arc™ farm intelligence, una herramienta de ayuda a la toma de decisiones que encaja perfectamente con los principios de la Gestión Integrada de Plagas (GIP).
Arc™ farm intelligence utiliza datos de monitoreo reales a través de una red de sensores que permite seguir en tiempo real la evolución de las poblaciones de insectos claves. Esta información está disponible en la aplicación y es accesible a los usuarios en diversas modalidades, con el fin de que puedan tomar mejores decisiones, basadas en datos reales y fiables, acerca de los momentos óptimos de tratamiento de los insecticidas recomendados por FMC con el fin de aplicarlos solamente donde y cuando sea necesario.
Arc™ farm intelligence es una aplicación cuyo diseño y visualización la hacen muy intuitiva y de fácil uso, con funcionalidades que incluyen mapas de calor dinámicos, información gráfica individualizada de las curvas de vuelo en las diferentes trampas, modelos predictivos para diversas plagas, algoritmos para la identificación de los insectos objetivo, información climática de calidad contrastada y comunicación bidireccional con el equipo de expertos de FMC.
La gestión de plagas agrícolas plantea desafíos significativos que tienen un impacto directo en la productividad de los cultivos. Para abordar estos desafíos, la investigación aplicada desempeña un papel crucial. Esta investigación debe proporcionar a los asesores agrícolas y agricultores las herramientas y técnicas necesarias, como la monitorización adecuada o estrategias de control de plagas. Los asesores agrícolas desempeñan un papel fundamental al guiar a los agricultores en la implementación de estrategias efectivas para la gestión de plagas. En el complejo escenario actual, marcado por el cambio climático y la creciente detección de plagas exóticas, la innovación y la adaptación de estrategias de control se vuelven indispensables. Por lo tanto, la transferencia de conocimientos y la capacitación son fundamentales para mantenerse al día con las últimas investigaciones y las prácticas recomendadas.
Los asesores técnicos agrícolas se enfrentan a diario a múltiples desafíos: ajustar las necesidades nutricionales del cultivo, su protección, cumplir con los certificados de calidad, reglamentación europea, productividad, comercialización, etc. Ya no basta con tener un profundo conocimiento sobre los cultivos y técnicas agrícolas. Las variaciones agro-climáticas, la reducción del potencial productivo de los suelos o las regulaciones más estrictas, entre muchos otros factores, requieren soluciones innovadoras y efectivas. Aquí es donde Bulhnova, una solución biotecnológica puntera, entra en juego, ofreciendo una propuesta de valor integral que aporta resiliencia y eficiencia a la agricultura.
La tarea de asesor nunca ha sido una tarea fácil, pero quizás ahora, más que nunca, estamos en un escenario más complicado para un asesor de la gestión integrada de plagas (GIP) que pretenda transferir recomendaciones para la selección del momento de aplicación de la batería de productos fitosanitarios (ppff) comercializados. El asesoramiento conlleva labores de validación de su propuesta y demostración de que la opción elegida sea eficaz, eficiente y adaptable a distintos agricultores y a distintos manejos agrícolas. Por esta razón, parte de sus tareas habituales implican la implantación de ensayos de campo, con todo lo que esto conlleva: selección de la estrategia a validar, localización y diseño del ensayo, datos a recoger y análisis de los resultados. Estas labores tienen dos claves fundamentales, la formación y el trabajo en equipo. Los autores de este artículo pretenden presentar de forma resumida los puntos críticos para tener en cuenta y transmitir su experiencia de más de veinte años en esta tarea.
En general, el control de las enfermedades fúngicas representa una parte relativamente pequeña de todos los costes de cultivo, por lo que es habitual aplicar un calendario fijo de tratamientos fungicidas como medida de ‘seguridad’ (Gent y col., 2009). Sin embargo, esta situación ha cambiado con la adopción del pacto verde europeo y la estrategia De la granja a la mesa, que plantea una drástica reducción en uso de fitosanitarios químicos en la Unión Europea (UE). Este nuevo marco normativo se suma a la legislación anterior, que establecía un marco de actuación para el uso sostenible de los productos fitosanitarios en la UE, donde ya se instaba a utilizar sistemas de ayuda en la toma de decisiones para optimizar el control de las enfermedades, así como también incorporar métodos alternativos que sustituyan o disminuyan la utilización de fungicidas.
La malherbología es uno de los tres pilares sobre los que se sustenta la protección de cultivos. Su importancia radica en el protagonismo de las malas hierbas como principal causa de pérdidas de rendimiento de los cultivos, pero a su vez también por ser los agentes donde la aplicación de métodos de control tiene mayor eficacia en la reducción de esas pérdidas. Llevar a cabo una correcta identificación del problema y saber establecer un programa de manejo específico para su control constituye aún un reto para una gran mayoría de técnicos, profesionales y asesores en sanidad vegetal. La razón radica en la escasa oferta académica existente en esta disciplina en los actuales planes de estudio de Ingeniería Agraria y en algunos casos, incluso, en una visión poco rigurosa acerca la importancia de las malas hierbas, su perjuicio y la oportunidad para hacer más eficaces los métodos de control. Sin embargo, cada vez existe mayor motivación por el estudio de las malas hierbas ante la diversidad de problemas que llegan a causar y los costes asociados a su control.
El asesoramiento ofrecido por las Agrupaciones para Tratamientos Integrados en Agricultura, ATRIA, ya lleva 40 años apoyando a la producción primaria, y aportando beneficios a la sociedad en su conjunto al ofrecer alimentos más saludables, con mayor protección del medio ambiente y vertebrando el territorio de nuestra Comunitat. Esta Red está formada por 206 profesionales que asesoran a cerca de 15.000 agricultores a los que transfirieren su conocimiento y experiencia. Estos asesores permiten abordar los retos de producir con la calidad exigida por el mercado, en el contexto de la nueva PAC, el Pacto Verde Europeo y las estrategias que lo desarrollan y del cambio climático. Para ello es necesaria la innovación constante y continua que se ha conseguido introducir gracias a las aportaciones realizadas por todos nuestros técnicos de ATRIA.
Desde 1983 hasta la fecha se han creado un total de 246 ADVs en Catalunya, de las cuales 123 están en activo. De forma global, las ADV ofrecen asesoramiento al 33% del total de la superficie de los cultivos declarados en la Declaración Única Agraria de cultivos (DUN) y a un 45% del total de los agricultores declarantes, lo que representa una red técnica en sanidad vegetal muy potente que ofrece una gran capacidad de acción y les hace ser referente para otras zonas de Europa.
La cooperación de los agentes que intervienen en la investigación, la generación del conocimiento y la transferencia resulta fundamental para poder afrontar los problemas sanitarios de las explotaciones, que son cada vez mayores y que requieren soluciones más complejas. En este ámbito se trabaja desde hace décadas en Aragón con una visión práctica e integradora de todos estos agentes.
La Red de Alerta e Información Fitosanitaria de Andalucía nació en 1996 y constituye una plataforma de conocimiento sobre sanidad vegetal que se basa en la información de los técnicos de las Agrupaciones de Producción Integrada y que permite conocer el estado fitosanitario de los principales cultivos de Andalucía, así como estar al día de las noticias de interés relacionadas con sanidad vegetal.
El Instituto Navarro de Tecnologías e Infraestructuras Agroalimentarias (INTIA) presta un servicio de asesoramiento agrícola público en la Comunidad Foral de Navarra. Aúna en una misma institución un equipo de asesores con otro equipo de investigadores que generan información aplicada para que sea directamente transferida. El asesoramiento público se basa en los principios de objetividad e imparcialidad, lo que asegura al agricultor que el asesoramiento que recibe está libre de intereses comerciales. El asesor tiene el papel de mediador entre los agricultores y el resto de actores que participan en el sistema de innovación y conocimiento agrícola. El asesor no sólo transfiere conocimiento, sino que también detecta problemas, propone innovaciones, dinamiza grupos, etc. En el presente artículo se va a presentar el funcionamiento del equipo de asesoramiento de INTIA, cómo se relaciona con el agricultor, y los retos a los que se enfrenta el asesoramiento.
El desarrollo de enfermedades varía de un año a otro en función del clima, por lo que los modelos de pronóstico son una herramienta clave para los agricultores y técnicos que quieren tratar los cultivos considerando el riesgo infectivo y evitar el uso de fungicidas cuando el clima no es favorable para el desarrollo de las enfermedades. Todos los modelos han sido informatizados y se utilizan en un servicio regional de pronóstico. Los modelos son analizados diariamente por técnicos especializados y los resultados son difundidos a los usuarios por medio de boletines de alerta (semanales o cada dos días), el diario, televisión, contestadores automáticos, y con mensajes por telefonía móvil. Los resultados demuestran que el uso de este sistema de manejo integrado permite ahorrar entre 20% y 30% de los tratamientos fungicidas y mantener el mismo nivel de ataque del patógeno, en comparación con una estrategia de control a calendario.
Las plagas invasoras son una amenaza continua para la producción agrícola mundial. El desarrollo de estrategias de gestión sostenible de plagas invasoras se basa en la investigación impulsada por los científicos en los campus universitarios. Las prioridades de estas investigaciones se determinan, en parte, mediante consultas con los productores, representantes de la industria y agencias gubernamentales. El “Modelo de Extensión Cooperativa” utilizado por los “Especialistas en Extensión Cooperativa” de la Universidad de California, EE.UU., se encarga de transferir o trasladar los resultados de la investigación, del Campus Universitario a los productores, para que puedan gestionar mejor las plagas que dañan sus cultivos. En esta presentación se proporcionan detalles sobre cómo se desarrollan y transfieren los "Programas de Extensión” (por ejemplo, talleres [Figura 1]) a los productores en California).
Desde el departamento técnico de la cooperativa y con el apoyo de la dirección, nos planteamos modificar e incluso cambiar del modelo agronómico convencional a un modelo agroecológico. Esta transición viene determinada por las nuevas exigencias legislativas, las condiciones ambientales actuales, la aparición de nuevas plagas y enfermedades, el problema de las restricciones en el uso del agua y otros factores que nos afectan.
Para poder desarrollar este cambio tan ambicioso, colaboramos en varios proyectos con diferentes organismos, cubriendo diferentes aspectos de la producción en campo: IVIA Riegos, UPV, Federación de Cooperativas Agroalimentarias y Anecoop. Estas colaboraciones se desarrollan en varias fincas de cítricos propiedad de la cooperativa de Benaguasil, en una de ellas ya teníamos experiencia previa en la gestión de cubiertas vegetales.
Las características de las zonas citrícolas peninsulares, junto con el cambio climático, hacen que el agricultor, y por tanto el asesor, se enfrenten cada campaña a problemas fitosanitarios diferentes. Además, especialmente en cítricos, la globalización ha traído nuevas plagas y enfermedades, en muchos casos sin que tengan depredadores ni parasitoides en nuestros ecosistemas, causando graves problemas a los cultivos. A todos estos cambios climatológicos y nuevas plagas, se debe añadir la estrategia De la granja a la mesa del Pacto Verde Europeo, que tiene como objetivo reducir a la mitad el uso de fitosanitarios químicos en los próximos años. Frente a este escenario, la figura del asesor juega un papel fundamental como transmisor de conocimiento y consultor en las actuaciones de los agricultores en materias como el control de plagas, la fertilización o el riego. Pero hoy ya no basta con tener conocimientos de carácter agronómico y normativo: el asesor ha de tener conocimientos en digitalización e indicadores medioambientales para asegurar que todas estas herramientas tecnológicas se utilizan de forma adecuada y conseguir una mayor sostenibilidad.
La compañía española inaugura las nuevas instalaciones que albergarán la producción del nuevo bioherbicida con el que completará su portafolio de soluciones de bioprotección.
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