El Instituto Navarro de Tecnologías e Infraestructuras Agroalimentarias (INTIA) presta un servicio de asesoramiento agrícola público en la Comunidad Foral de Navarra. Aúna en una misma institución un equipo de asesores con otro equipo de investigadores que generan información aplicada para que sea directamente transferida. El asesoramiento público se basa en los principios de objetividad e imparcialidad, lo que asegura al agricultor que el asesoramiento que recibe está libre de intereses comerciales. El asesor tiene el papel de mediador entre los agricultores y el resto de actores que participan en el sistema de innovación y conocimiento agrícola. El asesor no sólo transfiere conocimiento, sino que también detecta problemas, propone innovaciones, dinamiza grupos, etc. En el presente artículo se va a presentar el funcionamiento del equipo de asesoramiento de INTIA, cómo se relaciona con el agricultor, y los retos a los que se enfrenta el asesoramiento.
INTIA es una empresa pública dependiente del Gobierno de Navarra que se creó en 2011 por fusión de otras cuatro empresas, dos de ellas, el Instituto Técnico y de Gestión Agrícola y el Instituto Técnico y de Gestión Ganadera, con más de 40 años de experiencia en el sector. De las cinco áreas que componen la empresa, dos, Conocimiento y Asesoramiento y Transferencia, están directamente ligadas al asesoramiento agrícola. 74 técnicos participan en asesoramiento directo (de una plantilla total de 210 trabajadores), dando asistencia a 49 cooperativas agrícolas, que comprenden unos 11.400 agricultores y 1.138 ganaderos. Los asesores están distribuidos por la geografía navarra en once oficinas comarcales. Gran parte de la información se genera en el Área de Conocimiento, que comprende la experimentación aplicada y los proyectos de Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+i). Para ello, INTIA dispone de ocho fincas experimentales, y en 2022 realizó 215 ensayos de experimentación propia, 69 de ensayos bajo contrato con empresas y 23 proyectos de I+D+i (catorce de ellos con entidades europeas). Además, en 2022 se organizaron 78 acciones formativas que supusieron 1.184 horas y a las que asistieron 1.838 alumnos.