La compañía española inaugura las nuevas instalaciones que albergarán la producción del nuevo bioherbicida con el que completará su portafolio de soluciones de bioprotección.
Hace 25 años, ni la informática, ni internet, ni la tecnología en general habían alcanzado el nivel de desarrollo y modernidad del que disfrutamos hoy en día. Tampoco lo había hecho la agricultura. Por ese motivo, la historia de Seipasa todavía cobra más valor, porque su nacimiento se produce en un contexto totalmente diferente al actual, con una industria agrícola plenamente centrada en la producción, dominada por los tratamientos de síntesis química y con un escaso alineamiento con la sostenibilidad. “Si ha habido algo que nos ha impulsado hacia el futuro ha sido nuestra visión para anticiparnos al cambio, que nos ha permitido ir un paso por delante del resto en el desarrollo de un portafolio de base biológica. Llegamos los primeros y ahora llevamos ventaja”, asegura Pedro Peleato, CEO de Seipasa.