La cooperación de los agentes que intervienen en la investigación, la generación del conocimiento y la transferencia resulta fundamental para poder afrontar los problemas sanitarios de las explotaciones, que son cada vez mayores y que requieren soluciones más complejas. En este ámbito se trabaja desde hace décadas en Aragón con una visión práctica e integradora de todos estos agentes.
La evolución de la investigación, innovación y transferencia en Aragón va de la mano del desarrollo de su sector y de los cambios que han ido sufriendo los diferentes organismos que vienen trabajando durante las últimas décadas. En 1924 se creó en Zaragoza el Observatorio Fitopatológico, al que sustituyó el Servicio de Defensa contra Plagas e Inspección Fitopatológica y posteriormente la Estaciones de Avisos, ya en la década de los 70. Estos servicios se reforzaron con el traspaso de competencias del Estado a las comunidades autónomas, con la creación de organismos públicos propios de investigación, servicios técnicos y de transferencia y que en Aragón han contado con un aliado fundamental, las ATRIAS, desde que se pusieron en marcha en la década de los 80.
La ubicación de muchos de los centros tecnológicos y de investigación en el Campus de Aula Dei, uno de los complejos científicos agrarios de mayor capacidad y prestigio de España, ha permitido una estrecha colaboración, aprovechando las sinergias del personal técnico e investigador, así como el uso compartido de laboratorios y fincas experimentales. En este entorno conviven más de 700 profesionales de varias organizaciones que se dedican a la investigación y transferencia en diversos ámbitos, entre ellos el de la sanidad vegetal.