La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) no ha identificado ningún ámbito de preocupación crítico en su revisión por pares de la evaluación de riesgos del glifosato, en relación con el riesgo que representa para los seres humanos, los animales o el medio ambiente, pero sí ha notificado algunas lagunas de datos para que la Comisión Europea y los Estados miembros las tengan en cuenta en la siguiente fase del proceso de renovación de la aprobación de la sustancia activa.
La EFSA califica una preocupación como crítica cuando afecta a todos los usos propuestos de la sustancia activa objeto de evaluación (por ejemplo, usos previos a la siembra, usos posteriores a la cosecha, etc.), lo que impediría la renovación o aprobación de la sustancia. La agencia ha compartido sus conclusiones con la Comisión Europea y los Estados miembros para fundamentar la decisión que adoptarán sobre si mantener el glifosato en la lista de sustancias activas disponibles en la UE o no renovar la autorización, que expira en diciembre.
En 2022, la Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas (ECHA) llevó a cabo una evaluación del peligro del glifosato y concluyó que no cumplía los criterios científicos para ser clasificado como sustancia carcinógena, mutágena o tóxica para la reproducción. La EFSA ha utilizado la clasificación de peligros de la ECHA para la evaluación de riesgos.
En los casos en que se detectan lagunas en los datos se notifican en las conclusiones de la EFSA como cuestiones que no han podido concluirse o como cuestiones pendientes. Entre ellas, figuran la evaluación de una de las impurezas del glifosato, la evaluación del riesgo alimentario para los consumidores y la evaluación de los riesgos para las plantas acuáticas.
Entre las cuestiones pendientes, el informe de la EFSA incluye, entre otras, la falta de información sobre la toxicidad de uno de los componentes presentes en la formulación del herbicida a base de glifosato sometida a evaluación, que es necesaria para concluir la evaluación del riesgo de la formulación para usos representativos. Para esta formulación no hay indicaciones de toxicidad aguda o genotoxicidad.
Respecto a la biodiversidad, los expertos han reconocido que los riesgos asociados a los usos representativos del glifosato son complejos y dependen de múltiples factores. Los científicos también han señalado la falta de metodologías armonizadas y de objetivos de protección específicos acordados. En general, la información disponible no permite extraer conclusiones firmes sobre este aspecto de la evaluación del riesgo y los gestores del riesgo pueden considerar medidas de mitigación.
Con respecto a la ecotoxicología, el conjunto de datos ha permitido adoptar un enfoque conservador en la evaluación de riesgos, que ha identificado un alto riesgo a largo plazo para mamíferos en 12 de los 23 usos propuestos del glifosato.
La evaluación del riesgo y la revisión por pares del glifosato representan el trabajo de decenas de científicos de la EFSA y de los Estados miembros en un proceso que ha durado más de tres años
“La evaluación del riesgo y la revisión por pares del glifosato representan el trabajo de decenas de científicos de la EFSA y de los Estados miembros en un proceso que ha durado más de tres años. Se basa en una evaluación de muchos miles de estudios y artículos científicos, y también incorpora valiosas aportaciones recopiladas durante la consulta pública”, ha afirmado el jefe del Departamento de las evaluaciones de riesgo de la EFSA, Guilhem de Seze.
El uso del glifosato está actualmente autorizado en la UE hasta el 15 de diciembre de 2023. La EFSA publicará íntegramente en su web las conclusiones y todos los documentos de referencia relacionados con la revisión por pares y la evaluación del riesgo. Se espera que las conclusiones se publiquen a finales de julio y que los documentos de referencia, que ascienden a varios miles de páginas, se publiquen entre finales de agosto y mediados de octubre.