El Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria, Pesquera, Alimentaria y de la Producción Ecológica (IFAPA) acogió en las instalaciones de su centro de La Mojonera (Almería) una jornada práctica de biosolarización con cultivos biocidas para mejorar la salud del suelo en cultivos hortícolas protegidos.

Las condiciones del verano mediterráneo, con altas temperatura y radiación solar, son idóneas para llevar a cabo la desinfección del suelo de los invernaderos y prepararlo para el inicio de la nueva campaña. Con este objetivo se realiza la biosolarización, una práctica que se está extendiendo por sus beneficios frente a otros métodos, como la fumigación o la desinfección de aguas. Combina la solarización, con la que se obtiene un calentamiento del suelo húmedo por radiación solar cuando es cubierto por un film plástico trasparente en los meses más cálidos, y la biofumigación, que consiste en el compostaje in situ de materia orgánica fresca. De esta forma, el aprovechamiento de los gases y la energía solar tienen una acción desinfectante sobre patógenos del suelo, malas hierbas y también sobre las características físico-químicas del suelo y la composición de la microbiota.

Este proceso ha sido objeto de investigación durante décadas en el litoral de Andalucía oriental, una línea de trabajo en la que destaca el centro IFAPA de La Mojonera, con un equipo de investigadores y técnicos que transfieren al sector hortícola su experiencia práctica y sus conocimientos científicos.

Esta jornada se viene realizando con fines experimentales y divulgativos desde 2019, mejorando de esta forma los resultados de acondicionamiento físico-químico y biológico del suelo en cultivos hortícolas. En concreto, el taller práctico celebrado se enmarca en un proyecto de optimización de la biosolarización para aumentar la salud del suelo en cultivos hortícolas mediterráneos (OPTIMSOIL), desarrollado por los profesionales del área de Protección Vegetal Sostenible del IFAPA con financiación de fondos europeos. En él se llevan a cabo ensayos específicos en diferentes épocas para optimizar las condiciones de cultivo de diferentes especies biofumigantes en campo abierto y en invernadero. Para ello, se estudian las condiciones de riego, fertilización, temperatura y luz, así como la presencia de plagas y enfermedades asociadas a estos cultivos. Además, se realizan experimentos en contenedores con suelos naturalmente infestados e inoculados para analizar la eficacia de las diferentes especies biofumigantes utilizadas.

Las jornada se enmarca en un proyecto de optimización de la biosolarización en cultivos hortícolas mediterráneos

Esta actividad, en la que participaron productores y técnicos del sector, contó con cuatro ponencias de expertos y una sesión práctica en la que los participantes pudieron arrancar las plantas, observar sus raíces, ver los nódulos con rizobacterias de Crotalaria o localizar lombrices junto a los rábanos forrajeros. Asimismo, se realizó un picado de plantas para que los asistentes pudieran comprobar la facilidad con que se trituran simultáneamente los materiales de acolchado que acompañaban a este experimento del IFAPA desde septiembre de 2023, como paja, biopolímeros biodegradables y agropaper. Todos estos materiales fueron incorporados con el rotavator al suelo para posteriormente seguir con el proceso de biosolarización regándolo, cubriéndolo con plástico y cerrando el invernadero hasta que llegue el momento del trasplante después de agosto.

Esta demostración práctica de picado de abonos verdes e incorporación al suelo en un invernadero experimental fue explicada por el investigador del IFAPA Miguel de Cara. Por su parte, su compañero José Ignacio Marín-Guirao abordó aspectos sobre el manejo de los cultivos biocidas para la mejora de la salud del suelo de invernadero. Jesús D. Fernández, profesor de la Universidad de Granada, habló sobre la economía circular con insectos como herramienta para desarrollar suelos supresores de patógenos. Por último, la técnico especialista Carmen García explicó el uso de rafias de entutorado de materiales alternativos al plástico para avanzar en dicha economía circular.

Los asistentes también conocieron las experiencias de biosolarización con restos de cultivos hortícolas en invernaderos comerciales de la mano del agricultor David Ibáñez, que explicó los beneficios y retos tras dos campañas llevando a cabo la gestión de sus propios restos con esta técnica.