Las autoridades fitosanitarias de Chipre han establecido una zona demarcada y una zona tampón para intentar evitar la propagación del gusano cogollero del maíz, Spodoptera frugiperda, que fue capturado en la isla por primera vez en enero. Se trata de una de las plagas prioritarias de la UE y un grave problema en otros continentes.
Desde la primera detección en la aldea de Pissouri (distrito de Limassol), las prospecciones posteriores identificaron una larva en una planta de maíz en el distrito de Lárnaca, en junio de 2023, y numerosas larvas en este mismo cultivo en el distrito de Nicosia, en julio de 2023.
Tras este primer hallazgo en Europa, la Comisión publicó recientemente el Reglamento de Ejecución 2023/1134, que recoge las medidas para evitar el establecimiento y la propagación de esta plaga, así como las acciones a ejercer para la erradicación y contención en las zonas demarcadas por su presencia.
Este noctuido es originario de América. Su área de distribución permanente se extiende desde Argentina hasta Estados Unidos, y en los últimos años ha colonizado el continente africano, el sur de Asia y Oceanía. Se trata de una especie muy polífaga, que afecta al maíz, la caña de azúcar, el sorgo y el arroz, aunque también se ha registrado su presencia en algodón, brassicas, cucurbitáceas, cacahuete, alfalfa, cebolla, judías, batata, tomates y otras solanáceas (berenjenas, pimiento, tabaco), además de en plantas ornamentales (crisantemos, claveles y Pelargonium sp.).
S. frugiperda, al igual que otras polillas del mismo género, migra regularmente a regiones menos cálidas durante el verano, y puede recorrer varios cientos de kilómetros, lo que favorece su rápida dispersión. En España, las condiciones ambientales favorecerían su establecimiento durante todo el año en buena parte del territorio. Además, la presencia de hospedantes también contribuiría a su dispersión natural.