El nuevo conseller de Agricultura de la Comunidad Valenciana, José Luis Aguirre, se ha comprometido a seguir defendiendo la aplicación del tratamiento de frío a las naranjas procedentes de países con la falsa polilla Thaumatotibia leucotreta, e incluso ampliarlo a otros cultivos y frente a otras plagas. “La gestión que se realizó en la anterior legislatura nos ha marcado un camino que es efectivo. Lo que tenemos que hacer es ampliar esa exigencia del tratamiento de frío a otros cultivos que también lo necesitan y tenerlo preparado también para otras plagas que pudieran entrar, no solo para la falsa polilla”, declaró Aguirre en su primera comparecencia ante los medios de comunicación, aprovechando su participación en la clausura de la Asamblea General Ordinaria de la Interprofesional Citrícola Española (Intercitrus).
Intercitrus eligió como su nueva presidenta a Inmaculada Sanfeliu (Asociación de Organizaciones de Productores Integradas en el Comité de Gestión de Cítricos, CGC), en sustitución de Enrique Bellés (Cooperativas Agro-alimentarias). Tras describir la consecución del cold treatment como un “hito y un cambio de paradigma en la sanidad vegetal de la UE”, Sanfeliu apeló a la ayuda del propio Aguirre, así como del Gobierno de España, para lograr que en esta campaña se aplique dicho tratamiento “de forma eficaz y ajustada a la norma”, que se extienda al conjunto de especies amenazadas (incluidas la mandarina y el pomelo, que también son hospedantes de esta plaga) y para que no se repitan las irregularidades de 2022.
Sanfeliu, que asume esta responsabilidad por segunda ocasión, planteó los ejes estratégicos del mandato que ahora arranca: avanzar en materia de reciprocidad frente a la oferta citrícola de terceros países, evitar la introducción de más plagas foráneas y, en este sentido, estar “especialmente vigilantes” en cuanto al cumplimiento del tratamiento de frío a las naranjas procedentes de países terceros con presencia de la falsa polilla, excluir a los cítricos y al zumo de naranja del Acuerdo UE-Mercosur pendiente de ratificación y, en la medida de lo posible, minimizar los efectos de la sequía. “No podemos dejar morir el arbolado por unos años malos, la situación en zonas como la Cuenca del Guadalquivir o la del Guadiana es crítica y necesitamos la implicación de todas las administraciones para salvar toda la riqueza que se pueda”, advirtió. Por su parte, Bellés hizo balance de esta última temporada e insistió en la prioridad de que la interprofesional “alcance un acuerdo desde el principio de campaña que le permita, primero, ordenar el marco de contratación, para inmediatamente centrar sus esfuerzos en armar un plan de comunicación y de promoción del consumo de naranjas y mandarinas españolas con el que revertir el declive de su demanda en el mercado interior y poner en valor sus atributos diferenciales como base de la dieta saludable y sostenible, aprovechando para ello las herramientas que la UE pone a disposición de las campañas de promoción”.
El nuevo conseller, de VOX, aseguró que Intercitrus “es necesaria” y abogó por que la unanimidad en la toma de decisiones de la interprofesional sirva para afianzar acuerdos en materia de sanidad vegetal “para lograr que la producción española compita en condiciones de igualdad con la de países terceros en nuestro mercado natural, la UE”.
“Ya hemos demostrado que podemos actuar como lobby, que podemos trabajar juntos, conseguir logros necesarios y beneficiosos para todos y consolidarnos como interlocutor de todo un sector”, manifestó Sanfeliu en su discurso.
Avanzar en la reciprocidad, que las naranjas y mandarinas importadas se produzcan en las mismas condiciones que las comunitarias, es otra de las grandes metas marcadas. En este terreno, la también presidenta del CGC aludió a dos cuestiones concretas: las reiteradas alertas por residuos de fitosanitarios en lotes de cítricos procedentes de Turquía y Egipto y la ratificación del Tratado Comercial de la UE con los países de Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay). “Lo que está sucediendo es una vergüenza y una prueba de la doble moral de la UE. Ha llegado la hora de actuar y pedir que se depuren responsabilidades por el incumplimiento de la normativa comunitaria en materia de plaguicidas, por no hacer cumplir o exigir el cumplimiento cuando se trata de importaciones de países terceros y por poner en peligro con ello la seguridad alimentaria de los consumidores europeos”. En cuanto al acuerdo comercial con Mercosur, la responsable de la interprofesional insistió, además, en que el desmantelamiento arancelario para los zumos de naranja de Brasil se traduciría en una reducción del precio percibido por el agricultor por la fruta y amenazaría con “hacer desaparecer” a la industria de transformación de zumos española. Por todo ello, defendió la postura exhibida por Francia, que hasta el momento ha vetado confirmar el tratado porque lo considera “incompatible” con el Pacto Verde Europeo.
Mientras no se pueda garantizar que las condiciones que se pretende imponer de puertas adentro se hacen extensibles hacia fuera de la UE, la presidenta de Intercitrus propuso posponer la aplicación de la propuesta de Reglamento de Uso Sostenible de los Fitosanitarios. “Los objetivos de reducción y las prohibiciones completas son un enfoque equivocado, no sólo porque implicarán pérdidas masivas de producción y un desplome de los rendimientos, sino porque provocará un efecto sustitución por la fruta foránea”.