La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) ha solicitado a la Conselleria de Agricultura del Gobierno autonómico que establezca una línea específica de subvenciones dirigida a los viticultores para el reparto de trampas de feromonas con las que combatir la polilla del racimo (Lobesia botrana) mediante la técnica de confusión sexual. Esta reivindicación persigue facilitar el acceso al sector vitivinícola de unos tratamientos costosos contra una plaga endémica que afecta a la calidad de la uva e incentivar un método de lucha respetuoso con el medio ambiente.
Las abundantes precipitaciones acumuladas durante los meses de primavera y la incapacidad económica para acometer el elevado número de aplicaciones necesarias han favorecido la aparición de plagas y enfermedades en todas las zonas vitícolas de la Comunidad Valenciana. Actualmente, los agricultores deben afrontar las aplicaciones contra la polilla del racimo. Sin embargo, durante las últimas semanas, enfermedades como el mildiu y, en menor medida, el oídio ya han empezado a causar estragos en los viñedos.
Representantes y técnicos de AVA-ASAJA han mostrado a una delegación de Agroseguro viñedos de Utiel-Requena que presentan daños por mildiu desde el 70 % hasta el 100 % de la cosecha, que se traducirán en unas pérdidas de hasta 2.000 euros por hectárea, según la asociación. Los virulentos ataques de mildiu son generalizados, si bien resultan especialmente intensos en aquellas partidas de Requena que han sufrido los fuertes temporales de pedrisco que debilitaron las plantas. Precisamente, muchos de los afectados por el granizo del año pasado no prevén recolectar apenas uva en dos campañas consecutivas, por lo que carecen de músculo financiero para afrontar la próxima vendimia.
Por ello, AVA-ASAJA solicita a la Conselleria de Agricultura, con carácter de urgencia y en líneas generales, la puesta en marcha de ayudas directas, créditos bonificados y medidas fiscales que garanticen la supervivencia de las explotaciones vitivinícolas. Estas demandas se suman a las trasladadas durante los últimos meses por AVA-ASAJA al Gobierno central y a la Unión Europea, entre las que destacan la vendimia en verde, la destilación de crisis y el retraso del pago de las cuotas de los créditos de 2017 avalados por SAECA por la sequía y campañas de promoción.