El sistema de alertas europeo del RASFF notificó el año pasado un total de 428 alertas de frutas y hortalizas procedentes de Turquía con residuos de plaguicidas, entre ellos metil-clorpirifos y clorpirifos, prohibidos aquí, o plaguicidas que superaban los Límites Máximos de Residuos permitidos en la Unión Europea.
Según datos recopilados por La Unió de Llauradors, un total de 173 alertas correspondieron a cítricos, mientras que 164 se debieron a la presencia de metil-clorpirifos o clorpirifos en frutas y hortalizas. Egipto, por su parte, recibió 62 notificaciones de alertas sanitarias oficiales europeas en 2021, de las que 39 fueron de cítricos y 42 se detectaron con ambas sustancias activas, cuyo uso como insecticida está prohibido en la UE desde abril de 2020. Respecto a 2020, estos datos suponen un aumento del 57% de las alertas de productos de Turquía y del 343% de las de Egipto.
La Unió denuncia que, “pese a la magnitud e importancia de esas cifras, las autoridades comunitarias permanecen bastante pasivas. Un historial de las auditorías recientes de la Comisión Europea revela que desde el año 1998 a Egipto no se le ha hecho ningún control específico en cítricos y desde 2011 ninguno relacionado con productos agrícolas. A Turquía no se le realizan auditorías por plaguicidas desde hace más de dos años. Con los datos en la mano y la subida de las alertas se desprende que la Unión Europea no realiza controles exhaustivos a las importaciones”.
La organización agraria valenciana cree que la recién estrenada presidencia de la UE por parte de Francia debe servir para avanzar en la reciprocidad, pues se ha fijado como prioridad asegurar que los productos agrícolas importados respeten los mismos estándares que los europeos. “Es el momento de que España y Francia, dos potencias agrícolas europeas, unan fuerzas junto a otros países de la Unión Europea para evitar la competencia desleal y equiparar los estándares de producción para los productos importados con los nuestros. Hay que hacer un esfuerzo para transformar esa intención en realidad y los estados miembros deben de aplicar esa reducción de plaguicidas de su estrategia De la granja a la mesa lo más pronto posible a los productos importados, en aras a la seguridad alimentaria y la sostenibilidad”, asegura Carles Peris, secretario general de La Unió de Llauradors.
La Comisión Europea aumentó la presión inspectora a los cítricos de Turquía mediante el Reglamento de Ejecución 2021/1900 de 27 de octubre de 2021, elevando los controles hasta el 20% en cítricos (limones, mandarinas y naranjas), granadas y pimientos. A pesar de ello, La Unió lamenta que las alertas sanitarias se han venido reproduciendo durante los dos últimos meses y reclama la suspensión de las importaciones de estas producciones procedentes de Turquía “hasta que garantice la seguridad alimentaria en los productos que pretende poner en el mercado de la Unión Europea”. Del mismo modo, solicita para Egipto un control mínimo de sus cítricos del 20%, porque en estos momentos son únicamente aleatorios.