La Junta de Extremadura ha iniciado la campaña oficial para controlar los focos de la langosta mediterránea (Dociostaurus maroccanus). Los trabajos de campo han comenzado, coincidiendo con los avivamientos de estos insectos, y se prolongarán hasta el mes de julio, época en la que finaliza el periodo de puesta.
El director general de Agricultura y Ganadería, Antonio Cabezas García, ha presidido por videoconferencia la Mesa Permanente de la Langosta, órgano de participación social en estas campañas que viene desarrollándose desde que la Junta de Extremadura asumió las competencias en materia de protección vegetal.
La langosta mediterránea es endémica en las comarcas pseudo-esteparias extremeñas, con especial presencia en la Serena y en los llanos de Brozas. Puede causar daños muy graves en la agricultura, en especial cuando sufre el fenómeno conocido como gregarización, donde se desplaza decenas de kilómetros y arrasa cosechas en lugares muy alejados de su lugar de avivamiento. Durante la fase solitaria también supone un riesgo, en este caso local, para los pastos y cultivos de los territorios donde se localizan sus hábitats permanentes.
La campaña contra la plaga se organiza en dos trabajos diferenciados: prospección y tratamientos. Durante la prospección, lo equipos de campo localizan focos que califican en función de la densidad de plaga, marcándose para su tratamiento aquellos que superan los cuatro individuos por metro cuadrado. Durante el periodo reproductivo de estos insectos, los prospectores señalan los rodales donde aprecian concentraciones de langosta realizando la puesta, que serán tratados con productos fitosanitarios durante el avivamiento de la siguiente generación, que tendrá lugar en la primavera siguiente.
Los tratamientos fitosanitarios se han centrado en los últimos años en los primeros estadios de desarrollo utilizando inhibidores de quitina, así la superficie tratada se reduce y la peligrosidad del producto es menor.