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- Subtitulo: POR EL CAMPO
- Número de Edición: 349
- Mes / Año: MAYO 2023
- Autores: J. DEL MORAL
Los que por los años cincuenta éramos niños, jugábamos con muchas cosas distintas, y con cada una de ellas en una época diferente a lo largo del año. En el tiempo del trompo todos llevábamos uno en el bolsillo, además del cimbel con el que lo hacíamos bailar y competir con los de los demás chiquillos; pero llegaba un día en que, sin saber por qué, guardábamos los trompos y jugábamos a otra cosa, a la pita, o con el diábolo, o la comba, etc. Los niños de entonces aprendíamos que la forma de jugar, de vestirse, de comer, etc. variaba según las estaciones. Más tarde, cuando fuimos a la universidad, nos enseñaron que la mayoría de los fenómenos naturales se desarrollaban atendiendo a ciclos o ritmos: los estacionales, astrales, circadianos, etc., aunque hay alguno cuya aparición o desaparición no parece que siga un patrón rítmico. Los agricultores saben muy bien cuándo empezarán a apolillarse las manzanas o a llenarse de motas las peras, pero en nuestra historia de la sanidad vegetal encontramos plagas que durante bastantes años seguidos produjeron importantes daños a los cultivos y que luego, de manera inexplicable, desaparecieron, para volver a resurgir mucho tiempo después, sin que su existencia siguiera un patrón determinado y sin que pudiéramos atribuirlas a alguna variable o variables concretas.