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- Subtitulo: Opinión
- Número de Edición: 165
- Mes / Año: ENERO 2005
- Autores: LEOPOLDO ARRIBAS
El tratamiento de cloración de las aguas es el principal proceso tanto en la potabilización de aguas para consumo humano, como en su depuración para fines agrícolas. La naturaleza de los herbicidas se puede ver afectada cuando se emplean con agua que haya sido clorada. En este trabajo se ha estudiado la reacción entre cuatro herbicidas de la familia de las ciclohexanodionas y agua tratada con cloro con el fin de determinar el comportamiento de estos herbicidas. Asimismo, se pone de manifiesto el problema que puede suponer el empleo de aguas cloradas en la preparación de productos fitosanitarios para el tratamiento de cultivos.
La vid, con una superficie entorno a 107 ha, es el cultivo más extendido del mundo. En España, el viñedo ocupa una extensión de, aproximadamente, un millón de hectáreas, de las que la mitad se encuentran en Castilla-La Mancha, que se convierte así en la primera región en superficie cultivada a escala mundial. El oidio o ceniza, causado por el hongo Uncinula necator (Schw.) Burr. es la enfermedad más frecuente en los viñedos de Castilla-La Mancha, donde se mantiene como enfermedad endémica.
Trabajos de investigación recientes sobre U. necator se han referido a la epidemiología de la enfermedad en campo y la influencia de la temperatura y la humedad relativa sobre la incidencia de la enfermedad. Chavan y col (1995) hallaron, en una parcela experimental en India, que la enfermedad aparecía de forma temprana y más vigorosa donde los riegos eran aplicados en intervalos cortos. Así, temperaturas en el rango 11,8-32,4ºC, y humedad relativa de 58,4% favorecieron el desarrollo de la enfermedad, mientras que temperaturas inferiores a 8,8ºC y superiores a 34,0ºC y humedad relativa menor que 47,4% impidieron el progreso epidémico de la enfermedad, aunque permaneció en el cultivo.
El inóculo primario procede del micelio existente en yemas en dormancia o de las ascosporas producidas en cleistotecios. En Italia, Cortesi y col (1997) determinaron la importancia de estos cleistotecios en el establecimiento y posterior desarrollo de la enfermedad, ya que parecían funcionar como la única fuente de inóculo primario en algunos viñedos de Italia, y servir como fuente adicional de inóculo en los lugares donde el patógeno hibernaba en las yemas infectadas. Se encontró mayor densidad de cleistotecios en las hojas caídas que en la corteza. Aun así, el porcentaje de cleistotecios viables resultó mayor en la corteza, mientras que no recuperaron cleistotecios viables en el suelo.
El uso de míridos depredadores en cultivos de invernadero: antecedentes.
A finales de los 70 se llevaron a cabo en Cataluña las primeras pruebas de campo para evaluar la eficacia de Encarsia formosa y Encarsia tricolor en el control de la mosca blanca Trialeurodes vaporariorum (CASADEVALL y col., 1979; ALBAJES y col., 1980). Las introducciones de estos parasitoides en los invernaderos de tomate temprano redujeron drásticamente la presión insecticida sobre estos cultivos. Como consecuencia, pudo observarse la colonización por individuos de dos especies de míridos, primero en parcelas experimentales de tomate sin tratamientos y posteriormente en otros cultivos. En aquel momento estos míridos se identificaron como Dicyphus bolivari y Macrolophus nubilus (ALBAJES y col., 1980) aunque posteriormente otros estudios llegaron a la conclusión de que en realidad se trataba de Dicyphus tamaninii y Macrolophus caliginosus (=M. melanotoma Costa).
Zeuzera pyrina L. (Lepidoptera, Cossidae) es una especie que se distribuye por amplias zonas circunmediterráneas, de Asia Menor, Irak, Oriente Medio, Irán y otros territorios occidentales de Asia. En Estados Unidos, la plaga parece mostrar una clara preferencia por arces y olmos (SOLOMON, 1995). En la Península Ibérica se encuentra en todas las regiones, incluyéndolas Islas Baleares. Dentro de España, se la conoce por los nombres de taladro amarillo, taladro amarillo de los frutales, barreno de la madera y mariposa leopardo.
Las hembras pueden poner varios centenares de huevos, principalmente en la zona alta de los árboles afectados. Las larvas, tras pasar por una etapa gregaria, se distribuyen por las ramas y se alimentan de los peciolos y limbos de las hojas, antes de introducirse en la madera. Una vez allí, a medida que se van desarrollando, excavan galerías de dimensiones importantes. Téngase en cuenta que las larvas maduras suelen superar los 5 cm de longitud. Tras la pupación en el interior de las citadas galerías, aparecen los imagos para cerrar el ciclo.
Según GÓMEZ BUSTILLO y FERNÁNDEZ RUBIO (1976), este lepidóptero presenta más de setenta huéspedes leñosos posibles, entre los que se encuentran diversas especies de los géneros: Quercus, Acer, Fagus, Corylus, Platanus, Salix, Populus, Ulmus, Carpinus, Fraxinus, Castanea, Betula, Mahonia, Lonicera, Viburnum, Ligustrum, Aesculus, y otros. Además, afecta a diversos frutales: peral, ciruelo, cerezo y manzano. Otros cultivos afectados son el nogal (PATANITA et al., 2003), el avellano y, en el caso de Andalucía, el olivo (DURÁN et al., 2003).
Sección: Reuniones y congresos
Los pasados días 1 a 3 de noviembre se celebró en Glasgow la tradicional Conferencia anual que organiza la British Crop Protection Council (BCPC), a la que se inscribieron unas 600 personas. A esta cifra habría que añadir una similar si tenemos en cuenta las personas que con motivo de la Conferencia fueron a Glasgow para realizar gestiones y contactos comerciales.
Por lo que respecta a la presencia española, esta ha disminuido significativamente respecto a años anteriores.
Sección: Reuniones y congresos
Un año más PHYTOMA-España ha convocado uno de sus habituales foros de discusión, en el que investigadores y técnicos, así como empresas relacionadas con la sanidad de las plantas cultivadas, han debatido a lo largo de dos días la problemática entorno a la "Evaluación del Riesgo de Plagas y Enfermedades. El muestreo como herramienta esencial en la Protección Integrada".
En su decimoquinto simposio, destacados científicos, investigadores y profesionales de España, se han reunido en el Salón de Actos Paraninfo de la Universidad Politécnica de Valencia para exponer y debatir los resultados de sus últimos trabajos.
Los dípteros minadores constituyen una de las plagas importantes en los cultivos hortícolas protegidos almerienses. En los últimos años las especies predominantes han sido L. trifolii y L. bryoniae. Aunque la identificación de ambas especies puede realizarse con el máximo de fiabilidad examinando la genitalia del macho adulto, el objetivo de este estudio ha sido realizar una revisión de criterios que nos permitan diferenciar fácilmente las dos especies de minador con la ayuda de una lupa, sin tener que recurrir a técnicas de laboratorio mas complicadas. En el estado adulto es donde se pueden apreciar más fácilmente las diferencias; siendo la coloración de los terguitos del abdomen una característica morfológica externa que permite distinguir claramente ambas especies.
Se ha estudiado el control de las malas hierbas y el crecimiento de almendros jóvenes sometidos a 1) laboreo tradicional, 2) no laboreo total a base de diferentes herbicidas residuales en enero y repaso con foliares en verano, 3) laboreo integrado, con los herbicidas de (2) en bandas bajo las copas y laboreo superficial en las entrelíneas, y 4) cobertura vegetal en las entrelíneas, sembradas con cebada y segadas en abril con glufosinato 15% (5 l/ha), y los herbicidas de (2) en bandas bajo los árboles. El experimento se ha realizado en cultivo de secano en Calanda(Teruel) y ha durado cinco años. No hubo diferencias significativas en el control de malas hierbas, en los crecimientos de los troncos ni en las dos primeras cosechas de almendra entre los distintos sistemas. El ataque de roedores a los troncos es un factor limitante en la cubierta de cebada.
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