La Comisión Europea ha desestimado la aplicación inmediata del tratamiento de frío a las naranjas importadas de países con presencia de la falsa polilla Thaumatotibia leucotreta, tras retirar la propuesta en la última sesión del Comité Permanente de Plantas, Animales, Alimentos y Piensos (SCoPAFF). La citricultura mediterránea denuncia que Bruselas ha cedido a las presiones del lobby sudafricano, el país más afectado por esta medida.
El necesario cambio reglamentario para poner en marcha esta medida, la más eficaz para evitar la entrada de la plaga, debía debatirse y votarse el pasado viernes, pero la propuesta fue retirada por el propio ejecutivo comunitario sin ni siquiera someterla a votación. “Pese al apoyo en bloque a la medida del conjunto de países mediterráneos, pese al buen trabajo técnico y político de los últimos meses del Ministerio de Agricultura español y de la Generalitat Valenciana codo con codo con el sector, e incluso pese al compromiso manifestado por escrito al sector por la propia comisaria de Sanidad y Seguridad Alimentaria, Stella Kyriakides –que garantizó que el tratamiento se aplicaría antes del inicio de la campaña comercial del hemisferio sur- la medida no ha sido siquiera considerada”, denuncia Intercitrus. A juicio de los miembros de la interprofesional citrícola española, “la Comisión y la propia comisaria no sólo ha traicionado a su propia palabra, sino que lo ha hecho al conjunto del sector citrícola europeo y ha vuelto a evidenciar que los intereses de Sudáfrica y los países importadores están muy por encima de la defensa de la sanidad vegetal del agro continental”.
Los miembros de Intercitrus ya se reunieron el pasado jueves de urgencia para valorar una propuesta de la Comisión de última hora para un cold treatment menos exigente que el acordado en febrero, que ya era incluso más suave que los aplicados en Estados Unidos y China, entre otros países, y se basaba en un estudio cuestionado por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA). La nueva propuesta, que no llegó a debatirse, pasaba del tratamiento de -1 a 0ºC durante dieciséis días a -1 a +2 ºC durante veinte días.
El Gobierno valenciano ha anunciado que exigirá a la Comisión Europea que vuelva a incluir en el orden del día de su próxima reunión esta propuesta. La consellera de Agricultura, Mireia Mollà, ha calificado de “muy grave” que el Ejecutivo comunitario “pueda poner en peligro la citricultura valenciana y otros cultivos y especies vegetales europeas por no solicitar el tratamiento en frío a las importaciones de naranja procedentes, fundamentalmente, de Sudáfrica y Zimbaue”. La Generalitat analizará con los responsables del sector y el Ministerio de Agricultura las medidas a emprender para conseguir que se aplique esta medida de control.
La Unió de Llauradors ha exigido al ministro de Agricultura, Luis Planas, que traslade este asunto de Estado al propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para que se traslade al Consejo de ministros del próximo 24 de mayo con objeto de que el tratamiento de frío sea una realidad desde esta misma campaña de importación. “No entiendo a qué esperan para aplicar el tratamiento de frío. Actúan de espaldas a sus ciudadanos y se posicionan junto a otros países terceros. Siguen sin ver el riesgo que esto supone, es algo inaudito y muy grave, por lo que vamos a ser inflexibles y lucharemos para que el tratamiento de frío sea una realidad”, asegura Peris, secretario general de la organización agraria valenciana.
Por su parte, los miembros de Intercitrus han acordado exigir explicaciones por carta a la comisaria Kyriakides. “Necesitamos conocer las razones de esta falta de transparencia y por qué Sudáfrica tiene mayor fuerza en las decisiones del ejecutivo comunitario que la necesaria mitigación del enorme riesgo fitosanitario al que está sujeta la agricultura europea. Necesitamos que nos responda a una sencilla pregunta: ¿cómo los agricultores europeos van a cumplir con los objetivos medioambientales de la estrategia comunitaria ‘De la granja a la mesa’, que implica una reducción de fitosanitarios del 50% antes de 2030, si la UE no les protege de plagas foráneas, cuarentenarias y prioritarias tan graves como la falsa polilla?”, ha advertido a este respecto la presidenta de la interprofesional, Inmaculada Sanfeliu. “El principio de cautela que ha regido la reciente reforma de la normativa europea de sanidad vegetal ha quedado totalmente maltrecho”.
Con todo, pese a la gran decepción y asombro por lo acontecido, Intercitrus confía en que el debate se retome inmediatamente para aprobar la medida, aunque su posible implementación se produzca una vez iniciada la campaña de importación de naranjas del hemisferio sur, y advierte de que “se mantendrá especialmente vigilante con las interceptaciones que se puedan producir a este respecto y estudiará pedir responsabilidades a la Comisión en caso de que la situación no se reconduzca”.