Ante pruebas analíticas realizadas en laboratorio que identificaban presencia de materias activas no permitidas en la UE en uva de mesa importada, Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos ha reclamado mayor vigilancia a las comunidades autónomas para evitar que estos productos acaben en los lineales.

La organización nacional agraria, que se dirigió por carta al Ministerio de Agricultura a la luz de estos resultados, reclama a las consejerías, la administración competente indicada por el ministerio, que ponga en marcha las medidas que crea necesarias para que no se comercialicen estos productos.

De acuerdo con lo indicado por la Secretaria General de Estado de Recursos Agrarios y Seguridad Alimentaria, desde el pasado 1 de diciembre se han importado en España 1.855 toneladas de uva procedentes de Brasil a través de 139 envíos que han entrado casi en su totalidad por el puerto de Valencia. Los inspectores del ministerio rechazaron un total de 284 toneladas en diecisiete envíos.

En España, se han producido un total de 22 avisos en el sistema rápido de alertas de piensos y alimentos de la Comisión Europea (RASFF). Entre ellos, por la presencia de una materia activa, la fenamidona, por encima de los niveles máximos de residuos autorizados, interceptada el 2 de diciembre. Así, dieciséis alertas se activaron en alimentos procedentes de Turquía por detección de residuos (en su mayoría, acetamiprid); dos de Perú (una por un fitosanitario, el carbofurano, por encima de los niveles permitidos, y otra por la detección de metomilo); una de India, por la identificación de metamidofos, dimetotato y ometoato; y dos de Sudáfrica, por la presencia de etefón y glufosinato.

Las alertas europeas por materias activas prohibidas subieron un 45% en 2024

Unión de Uniones valora “el esfuerzo del ministerio, pero insta a las comunidades autónomas a hacer su parte, que serían las últimas responsables en la comercialización de productos que, aunque hayan sorteado los controles en puerto, no significa que estén libres de materias activas”.

La organización insiste en que estas interceptaciones revelan “la importancia de establecer las cláusulas espejo y el principio de reciprocidad, para contar con las mismas reglas del juego y vencer la competencia desleal, pero sobre todo, para no poner en riesgo la seguridad alimentaria”. Asimismo, pide a los consumidores y a las cadenas de distribución que apuesten por el producto de autóctono, “garantizándose así la máxima calidad y promoción de sistemas de producción responsables y seguros”.

El sistema RASFF detectó en 2024 un total de 892 rechazos de productos hortofrutícolas de terceros países con materias activas no autorizadas en la Unión Europea o por superar los límites máximos de residuos (LMR) permitidos. Esta cifra supone un incremento del 45% respecto al año anterior, en el que se notificaron 613 alertas.