En 2020 se detectaron en España, en dos fincas de Girona, los primeros daños asociados a la podredumbre ácida de la manzana. En 2021 y 2022 se observaron daños importantes en más fincas de distintas variedades de manzano. Un estudio del IRTA y la Universitat de Lleida, cuyos resultados publica la revista Phytoma, ha identificado al hongo Colletotrichum chrysophilum como causante de esta enfermedad y de la mancha foliar de Glomerella.
Las enfermedades fúngicas causadas por el género Colletotrichum, que son cada vez más frecuentes por la subida de la temperatura media, suponen un peligro para algunos frutales, como almendro y manzano, entre otros cultivos. Las enfermedades producidas por Colletotrichum en manzano, descritas como la podredumbre ácida (apple bitter rot) y la mancha foliar de Glomerella (Glomerella leaf spot), son relativamente frecuentes en Europa central y Norteamérica. Son causadas por distintas especies del género Colletotrichum, entre las que destaca C. gloeosporioides como la más frecuente. La podredumbre ácida provoca lesiones redondas, ligeramente deprimidas y corchosas en los frutos, que no superan los 3 mm de diámetro y que en algunos casos pueden progresar y generar podredumbres; los síntomas de la segunda consisten en manchas marrones necróticas en las hojas que crecen rápidamente, provocando clorosis generalizada y defoliación intensa.
El artículo publicado en Phytoma describe la confección de una colección de aislados de Colletotrichum, así como su caracterización e identificación para determinar las especies asociadas a las infecciones observadas en Girona. Para ello, en 2020 y 2021 se recogieron aislados procedentes de lesiones compatibles con las enfermedades de varias zonas productoras. Se caracterizaron morfológicamente un total de 94 aislados y, de estos, una selección de 51 se sometió posteriormente al análisis molecular.
A partir de los datos obtenidos de las diferentes cooperativas de la zona se ha elaborado un mapa de las fincas afectadas por este patógeno. Las más próximas a un río, donde se dan unas condiciones más favorables para el desarrollo de estas dos enfermedades porque se acumulan muchas horas de humectación foliar, presentaron una mayor incidencia.
La homogeneidad observada en la morfología y en la secuenciación genética mostró una homología con la especie Colletotrichum chrysophilum. Según los investigadores, “la ausencia de variabilidad genética entre los aislados indicaría la existencia de una única especie causante de la enfermedad y de un posible origen o introducción recientes en la región de estudio”. Además, el hecho de que se trate de una única especie patógena podría facilitar el uso de herramientas específicas encaminadas al control de la enfermedad. “Estudios más específicos sobre el comportamiento del patógeno, su patogenicidad, la susceptibilidad varietal, las fuentes de inóculo y el ciclo de la enfermedad podrían ayudar, aún más, a la aplicación de una forma más eficaz de medidas preventivas y curativas adecuadas para el control de la antracnosis del manzano”, añaden los autores de este estudio.