Actualmente, los cotonets o pseudocóccidos destacan entre las plagas más abundantes y dañinas en el cultivo del caqui en la Comunidad Valenciana. Entre ellos, Pseudococcus longispinus es la especie más abundante y dañina, según ha demostrado un reciente estudio del IVIA. El próximo 3 de marzo, Phytoma Meets dedicará una ponencia a esta plaga cuyo comportamiento críptico, difícil identificación, relación simbiótica que establecen con las hormigas y distribución cambiante en la planta dificultan su gestión.
Los cotonets provocan el debilitamiento de la planta al alimentarse del floema. Además, excretan una gran cantidad de melaza donde posteriormente crece el hongo conocido como negrilla o fumagina, que ensucia el fruto y limita la capacidad fotosintética de la planta. La elevada exigencia de los mercados donde va destinada la mayor parte de la producción de caqui hace que los frutos afectados sean considerados destrío, debido tanto a los daños estéticos como a las cuarentenas establecidas en ciertos países para algunas especies de pseudocóccidos.
Si bien anteriores trabajos indicaban que Pseudococcu viburni era la especie más abundante en caqui, los datos recientes del IVIA ponen de manifiesto que P. longispinus es actualmente la especie predominante: representa el 90% de los individuos observados en 17 parcelas repartidas por las principales zonas productoras de la Comunidad Valenciana, y fue la especie más abundante en nueve de las diez parcelas que superaron el 15% de frutos ocupados por pseudocóccidos el pasado otoño. Sobre todo, en el principal núcleo de producción de caqui, la comarca de la Ribera Alta, donde en ocho de las diez parcelas muestreadas se superaron el 25% de frutos ocupados, según este trabajo del IVIA publicado recientemente en la revista Phytoma.
Para reducir las poblaciones de pseudocóccidos en el cultivo del caqui, el IVIA ha identificado los enemigos naturales con mayor potencial para mejorar el control biológico de la plaga. “El parasitoide Anagyrus fusciventris parece el agente de control biológico con mayor potencial para regular las poblaciones de P. longispinus, pero su efecto se puede ver mermado por la presencia de los hiperparasitoides, los tratamientos con insecticidas tóxicos para el parasitoide y las hormigas”, explica Ángel Plata, investigador del IVIA que participará en el Phytoma Meets.
Los pseudocóccidos, al igual que otros insectos productores de melaza, se benefician de la presencia de las hormigas. Éstas se alimentan de la melaza excretada por los cotonets y a cambio les proporcionan limpieza, transporte y protección frente a los agentes de control biológico, lo que dificulta el control de la plaga. “A lo largo de 2021 y 2022 se han planteado y puesto en marcha una serie de ensayos para determinar el efecto de las hormigas sobre el control de pseudocóccidos en caqui. Estos ensayos se basan en evitar que las hormigas asciendan a la copa de árboles de caqui con el objetivo de evaluar si, como se supone, repercute en un efecto negativo sobre las poblaciones de pseudocóccidos”, avanza Plata.
Caqui, un cultivo con mucho futuro, jornada virtual, abierta y en directo para los usuarios registrados gratuitamente en la plataforma https://phytomameets.siteonsite.es, reunirá a científicos del IVIA, representantes de la Asociación Española del kaki (Aekaki) y de empresas para centrarse en la búsqueda de soluciones que garanticen la viabilidad de este cultivo que ha sufrido una de sus peores campañas por la fuerte presión de plagas y enfermedades.