Los Servicios de Sanidad Vegetal de la Región de Murcia y la Comunidad Valenciana han notificado la detección de nuevos focos de la avispilla del almendro (Eurytoma amygdali) en los municipios murcianos de Mula, Calasparra y Alcantarilla, así como en Moixent y Font de la Figuera, en la provincia de Valencia.
Las nuevas parcelas afectadas en Murcia se deben, probablemente, a las maquinas recolectoras, que podrían haber trasladado almendras con larvas del himenóptero en su interior, recogidas en las otras zonas con la presencia de la plaga (Jumilla y Yecla).
En la Comunidad Valenciana, a las once comarcas con la presencia de la plaga declaradas el año pasado, se suma ahora La Costera, en la provincia de Valencia, donde han aparecido frutos dañados en Moixent y la Font de la Figuera.
Las almendras afectadas por la avispilla permanecen en los árboles, ya que en el momento de la recolección no se produce su caída. Se pueden reconocer fácilmente porque presentan un aspecto deshidratado, grisáceo y de menor tamaño que los frutos sanos.
Las larvas pasan todo el invierno en el interior de los frutos y emergen transformadas en adultos a mediados o finales de marzo. Por esta razón, es importante retirarlas y destruirlas para evitar su salida en primavera, lo que reduce en gran medida la siguiente generación de la avispilla. En ningún caso, deben guardarse las almendras como combustible para las estufas ni para alimento del ganado.
La avispilla del almendro se detectó en Albacete en 2010 y en los últimos tres años se ha extendido rápidamente por el norte de la Región de Murcia, algunas comarcas del interior de la Comunidad Valenciana y zonas de Aragón y Cataluña. Se ha convertido en un problema para este cultivo, sobre todo en producción ecológica, ya que ni el control tecnológico, con feromonas sexuales y trampas con atrayentes alimenticios, ni el control biológico están siendo eficaces por el momento, según explicó Antonio Monserrat, del Equipo de Protección de Cultivos del IMIDA, en un Phytoma Meet dedicado a esta plaga.
A finales de 2020, la Dirección General de Sanidad de la Producción Agraria autorizó la ampliación a usos secundarios de las formulaciones de productos fitosanitarios a base de piretrinas naturales 4% [EC] P/V para el control de, entre otras plagas, la avispilla del almendro. Estos insecticidas pueden utilizarse en cultivos ecológicos.