Durante la reunión del Grupo de dialogo civil celebrada el 21 de junio, Antonio Catón, director del departamento de Cultivos Herbáceos de Cooperativas Agro-alimentarias de España, reclama a la Comisión Europea un “plan de choque” para el arroz para hacer frente a los principales retos a los que se enfrenta el cultivo, como la falta de una legislación de materias activas igual para todos los productores europeos y la competencia de los países terceros.

La Unión Europea consume más arroz que el que produce, lo que le convierte en importadores netos. A pesar de esta situación, Cooperativas Agro-alimentarias de España denuncia que el arroz en la UE se encuentra en “una situación de vulnerabilidad e incertidumbre debido a la falta de herramientas necesarias, lo que provoca que sea menos competitivo ante las importaciones de países terceros, que además cultivan con normas medioambientales y sociales diferentes a las europeas”. Estas circunstancias, unidas a la sequía que se ha producido en los últimos años, ha provocado una caída continua del cultivo (la superficie ha descendido en la UE más de un 24% desde la campaña 2011/2012).

Durante su intervención, Catón hizo hincapié sobre la situación que se está produciendo en la campaña actual, con materias activas para combatir las plagas y las enfermedades autorizadas en unos Estados miembro y en otros no, “provocando un desequilibrio en los rendimientos en campo y una discriminación entre productores europeos difícil de entender”. Es el caso, por ejemplo, de la materia activa profoxydim, que se emplea como herbicida en el cultivo del arroz contra Echinochloa y Leptochloa, y que ha sido autorizada esta campaña en Italia y Portugal, pero no en España. Cooperativas Agro-alimentarias de España entiende la progresiva eliminación de materias activas para los tratamientos de los cultivos, pero “siempre que exista una alternativa viable e igual para todos los productores de arroz”.

Otra de las cuestiones trasladadas a la Comisión fue la necesidad de establecer la cláusula automática de salvaguardia en el sistema de Preferencias Generalizadas para proteger al sector europeo frente a las masivas importaciones de terceros países. Cooperativas Agro-alimentarias de España mostró “su incomprensión por la negativa de los países del norte a establecer este mecanismo que beneficiaría a los agricultores y cooperativas de la UE”. Catón recordó que el estudio de impacto sobre los acuerdos comerciales de la Comisión publicado en 2023 destacó que el arroz y el ovino son los sectores más perjudicados por los acuerdos comerciales entre la UE y terceros países.

En el transcurso de la reunión se reiteró también una de las demandas del sector arrocero cooperativo: que la Comisión establezca un etiquetado obligatorio de origen en el arroz con el fin de fomentar la transparencia e información al consumidor.

Catón abogó por una alianza de los países productores de arroz de la UE (Italia, España, Grecia, Portugal y Francia) para defender los intereses del sector ante las instituciones comunitarias. Finalmente recordó que este cultivo es “crucial para mantener la actividad de los pueblos y desde el punto de vista medioambiental es el hábitat natural para muchas especies de aves. Si no se establecen medidas urgentes de protección de este cultivo, al ritmo actual, este sector desaparecerá en la UE con consecuencias catastróficas para las zonas productoras, pero también para el consumidor europeo, que dependerá enteramente de las importaciones de terceros países”.