La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) ha arremetido contra el Gobierno español por denegar la autorización excepcional de la materia activa profoxydim, que se emplea como herbicida en el cultivo del arroz contra las malas hierbas Echinochloa y Leptochloa, y que sí ha sido autorizada esta campaña en Italia y Portugal.
El responsable de la sectorial del arroz de AVA-ASAJA, José Pascual Fortea, afirma que “las malas hierbas se han convertido en un problema extraordinario para los arroceros a medida que nuestros políticos han ido prohibiendo el uso de cada vez más materias fitosanitarias. En 2021, el Ministerio de Agricultura dio marcha atrás a la autorización excepcional de productos fitosanitarios a base de propanil, la materia más eficaz frente a las malas hierbas en el arroz, y ahora complica aún más la viabilidad del cultivo con la denegación del profoxydim. Esta decisión, ya por sí misma negativa, nos resulta especialmente indignante porque sí se sigue permitiendo no sólo en los países terceros, que siempre son una competencia desleal, sino también en los países vecinos de la Unión Europea que cumplen la misma legislación fitosanitaria que nosotros”.
Las malas hierbas llevan años asfixiando a la producción de arroz, favorecidas por la aparición de poblaciones resistentes a los pocos herbicidas autorizados. Su empleo acapara en torno al 80% de los gastos en productos fitosanitarios de este cultivo. Sin embargo, el control de las especies adventicias, que le disputan al arroz recursos tan preciados como el agua, no es lo suficientemente eficaz por la escasa disponibilidad de productos autorizados, ya que la mayoría de las materias activas están concentradas en dos modos de acción: inhibidores de la ACCasa e inhibidores de la ALS. Por esta razón, está creciendo de forma alarmante el número de casos de poblaciones de malas hierbas resistentes a dichos grupos de herbicidas. “En la actualidad se han confirmado resistencias a herbicidas en diferentes malas hierbas de arroz y en la mayoría de regiones arroceras de España. Dentro de las recomendaciones para prevenir y luchar contra esas resistencias están, entre otras estrategias dentro de un manejo integrado, el uso de herbicidas con diferente modo de acción”, explicaba Mª Dolores Osuna, investigadora del Centro de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de Extremadura (CICYTEX), en un artículo publicado en la revista Phytoma.
El presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, considera “inaudito que nuestro Gobierno, con la ministra de Intransigencia Ecológica Teresa Ribera como enemiga número uno del campo español y con el ministro de Agricultura Luis Planas como vulgar cómplice de sus atropellos, siga empeñado en legislar por ideología pseudoecologista. Si dos países europeos como Italia y Portugal, con unas particularidades climáticas y agronómicas tan similares a las de España, han dado luz verde a la autorización excepcional de esta materia activa, nuestro Gobierno debería explicar por qué motivo no lo autoriza también. Una vez más su filosofía nos resta competitividad, lo que va a causar un encarecimiento de los costes de producción y, por tanto, del precio de nuestro arroz y un abandono de las explotaciones que, en este caso, pone en peligro la preservación de parques naturales de gran valor medioambiental como La Albufera y la Marjal de Pego-Oliva”.
La organización agraria se fija también en otro país vecino, Francia, que acaba de anunciar que dejará de añadir prohibiciones de materias fitosanitarias a las ya impuestas por la UE. “Parece que los políticos españoles quieren ser más papistas que el Papa e ir más allá de lo que impone la normativa europea, el problema es que se están quedando solos en su error y lo pagaremos los españoles, tanto los productores como los consumidores”, concluye Aguado.