Los estudios llevados a cabo por INTIA confirman que la confusión sexual constituye una técnica prometedora para un mejor control y más sostenible del taladro de la alcachofa (Gortyna xanthenes), la plaga más importante de este cultivo. Las investigadoras trabajan actualmente en la puesta a punto de la técnica, ajustando la dosis de feromona para llevar a cabo el mejor control posible reduciendo los costes de aplicación.

Tradicionalmente, en Navarra, G. xanthenes podía ser controlada eficazmente por medios fitosanitarios, con varios tratamientos bien posicionados en base a la información del seguimiento de vuelo y eclosión realizado por las Estaciones de Avisos de INTIA. Sin embargo, con la modificación y revisión de los insecticidas autorizados en el cultivo, esta estrategia resulta totalmente insuficiente y en los últimos años se ha producido un importante repunte de los daños producidos por esta plaga.

En 2021 se iniciaron algunas experiencias para mejorar el control de este lepidóptero, a través de medidas alternativas que pudiesen complementar al control fitosanitario. Una de estas medidas fue la confusión sexual, técnica basada en el uso de feromonas que ya se utiliza con éxito en el control de numerosas especies. Consiste en la difusión en campo de la feromona sintética idéntica al olor natural que libera la hembra para que el macho la encuentre. El objetivo es interrumpir la capacidad del macho para encontrar a las hembras y así romper el ciclo reproductivo de la plaga.

Las numerosas fuentes que emiten la feromona o inundan el ambiente con esta dificultan que los machos sigan el rastro de las hembras, que además queda enmascarado al ser más débil que las feromonas sintéticas.

En un artículo reciente publicado en la revista Phytoma, las investigadoras de INTIA presentan los últimos resultados de estos trabajos, realizados en colaboración con la empresa Biogard, correspondientes a la campaña 2022/2023.

En una situación de incidencia inicial muy elevada, se seleccionaron dos parcelas en las que se planteó una misma estrategia de control fitosanitario, y en una de ellas se aplicó de forma complementaria la técnica de la confusión sexual. En el primer control, en diciembre de 2022, se observó una importante diferencia entre la parcela con confusión sexual y la parcela testigo, tanto en incidencia como en severidad, además de una importante diferencia con respecto a los valores de la campaña anterior, donde la incidencia, en las zuecas muestreadas, alcanzaba el 70% y la severidad superaba los 35 huevos por zueca. “Esto indica que el nivel de puestas fue muy inferior a la campaña anterior, lo que podría permitir a la técnica de confusión sexual entrar en la zona de control de la plaga”, explican los autores del artículo, que reconocen que los niveles de plaga tienen que estar por debajo de un umbral para que los tratamientos sean efectivos, ya que, cuando la población es muy abundante, se producen muchos encuentros casuales por cercanía y la posibilidad de interrumpir la comunicación entre el macho y la hembra es limitada. “Teniendo en cuenta que una sola hembra de G. xanthenes puede ovipositar en torno a 1.300 huevos, aunque un elevado porcentaje de hembras quede sin aparear, puede que esos huevos sean suficientes para recolonizar el campo, provocar daños y evitar que la técnica controle la plaga”.

En los últimos años se ha producido un importante repunte de los daños producidos por Gortyna xanthenes en Navarra

En el mes de mayo de 2023 se evaluó el nivel de daños sobre los tallos de la planta de alcachofa. Pese al descenso del nivel de plaga, se siguieron observando daños importantes en la parcela testigo que no aparecían en la parcela con confusión sexual.

En junio, se hizo un último control previo a la extracción de las zuecas. Una vez realizado el corte y eliminada la vegetación, se contabilizó el número de zuecas agujereadas y por tanto con daño de G. xanthenes. La técnica contribuyó a reducir en torno a un 94% el porcentaje de plantas dañadas y al menos un 95% el porcentaje de tallos con galería. Con un nivel de taladro inicial menor que en la campaña 2021/2022, se observó una notable mejoría en el control de la plaga con respecto a un manejo exclusivamente con medios fitosanitarios.

Las experiencias continúan. “Los próximos pasos consistirán en aumentar la superficie de aplicación de la técnica en las zonas productoras de alcachofa para tratar de reducir el nivel de plaga de forma global y ver si en un futuro próximo es posible limitar el número de tratamientos realizados para controlarla”, concluyen las investigadoras del instituto navarro.