El Comité de Medio Ambiente del Parlamento Europeo ha votado a favor de la propuesta de la UE sobre las nuevas técnicas genómicas en plantas, que define un nuevo marco regulatorio para la autorización de plantas derivadas de estas técnicas, como la mutagénesis dirigida y la cisgénesis, capaces de desarrollar variedades más resistentes al clima y a las plagas y enfermedades, y las distingue de los transgénicos clásicos. Tras los votos positivos de la Comisión de Agricultura primero, y ahora de la Comisión de Medio Ambiente, la propuesta se someterá a la aprobación del Europarlamento durante la sesión plenaria del 5 al 8 de febrero.
La votación se ha saldado con 47 votos a favor, 31 en contra y cuatro abstenciones. Este resultado debería facilitar el acuerdo en el seno del Consejo de Ministros y poder avanzar rápidamente en los diálogos tripartitos para alcanzar un acuerdo final (el Consejo celebrado en diciembre no logró la mayoría necesaria para consensuar una posición común respecto a la propuesta). Tras el celebrado el día 23 de enero, el ministro Luis Planas afirmó que, de los dosieres pendientes actualmente, en el que es más necesario avanzar es en el de las nuevas técnicas genómicas, que fue uno de los asuntos impulsados por la Presidencia española en el anterior semestre, “porque cada mes que tenemos de retraso regulatorio es una pérdida de competitividad para la producción agroalimentaria europea”. Además, recalcó que la aplicación de nuevas técnicas genómicas es una cuestión clave para la adaptación de la producción agraria al cambio climático.
La propuesta de la Comisión establece dos categorías: los vegetales obtenidos mediante NTG comparables a los vegetales convencionales o que pueden surgir de forma natural, y vegetales obtenidos mediante NGT con modificaciones más complejas. Ambas categorías estarán sujetas a requisitos diferentes para llegar al mercado: las plantas de la primera categoría deberán ser notificadas, mientras que las de la segunda categoría serán sometidas al proceso más exhaustivo de la Directiva sobre organismos modificados genéticamente (transgénicos), incluido el etiquetado obligatorio de los productos.
Aunque no habrá etiquetado obligatorio a nivel de consumidor para las plantas de la primera categoría, los eurodiputados proponen que la Comisión informe sobre cómo evoluciona la percepción de las nuevas técnicas por parte de consumidores y productores, siete años después de su entrada en vigor. También están a favor de que todas las plantas NGT sigan prohibidas en la producción ecológica, ya que su compatibilidad requiere un examen más detallado.
Los eurodiputados modificaron la propuesta de la Comisión para introducir una prohibición total de las patentes para todas las plantas NGT, el material vegetal, sus partes, la información genética y las características del proceso que contienen, con el fin de evitar incertidumbres legales, mayores costes y nuevas dependencias para agricultores y obtentores. Asimismo, solicitan un informe para junio de 2025 sobre el impacto de las patentes en el acceso de los obtentores y agricultores a material reproductivo vegetal variado, así como una propuesta legislativa para actualizar en consecuencia las normas de la UE sobre derechos de propiedad intelectual. “Esta propuesta es fundamental para reforzar la seguridad alimentaria de Europa de manera sostenible. Por fin tenemos la oportunidad de aplicar normas que acojan la innovación y estoy deseando concluir las negociaciones en el Parlamento y con el Consejo lo antes posible”, declaró la ponente Jessica Polfjärd tras la votación.
Para la Asociación Nacional de Obtentores Vegetales (Anove), esta aprobación supone “un paso adelante en el camino que debe recorrer la agricultura europea para impulsar la sostenibilidad a través de la innovación. En el caso de España, esta iniciativa legislativa tiene el potencial para permitir mantener su liderazgo en I+D+i en obtención de nuevas variedades garantizando la seguridad de las semillas de alta calidad y apoyando la transición hacia un sistema alimentario resiliente y verdaderamente sostenible”.
Han sido numerosas las asociaciones agroalimentarias, instituciones públicas y de investigación, ONG y organizaciones de agricultores que han expresado su apoyo a esta propuesta. Más de treinta premios Nobel, incluidos los pioneros de CRISPR Emanuelle Charpentier y Jennifer Doudna, y miles de científicos firmaron una carta abierta instando al Comité de Medio Ambiente a respaldar las Nuevas Técnicas Genómicas.