El kit de diagnóstico molecular desarrollado por la Unidad de Bacteriología del IVIA, que permite detectar in situ las tres especies bacterianas asociadas al HLB, ha superado con éxito el ensayo en condiciones naturales: la herramienta ofrece unos resultados muy similares a la PCR y podría utilizarse en prospecciones rápidas y masivas para detectar esta enfermedad de los cítricos.
“PA-HLB universal” se basa en la amplificación de una región del genoma bacteriano, al igual que las técnicas de PCR, con la diferencia de que no requiere un equipamiento costoso ni personal altamente cualificado para su realización. El IVIA comenzó a desarrollarlo dentro del proyecto LIFE Vida For Citrus y fue seleccionado por la Comisión Europea, a través del programa Innovation Radar, como una las innovaciones con mayor potencial financiadas por la UE. El objetivo principal era conseguir “un método de detección de fácil aplicabilidad, con una sensibilidad y una especificidad equiparables a los métodos de PCR actuales, que sea accesible a los servicios de sanidad vegetal competentes y los técnicos de las cooperativas, a fin de que puedan llevar a cabo prospecciones e inspecciones fitosanitarias, como una herramienta más para evitar la introducción y propagación del HLB”, explican los investigadores del IVIA Félix Morán, Mario Herrero-Cervera y Ester Marco-Noales en un artículo publicado recientemente en la revista Phytoma.
Los ensayos de laboratorio demostraron que el nuevo kit podía detectar diferentes aislados bacterianos asociados al HLB, independientemente del tipo (planta o insecto) y origen de la muestra a analizar. Para testarlo en condiciones naturales, a la vez que se comparaban los resultados con los obtenidos mediante técnicas de PCR en tiempo real, parte del equipo de Bacteriología del IVIA se desplazó a dos países donde la enfermedad del HLB está presente y extendida: Brasil y Costa Rica. Allí se realizaron dos prospecciones aleatorias y las muestras fueron analizadas con el kit del presente estudio y con un protocolo de PCR ya validado. La comparación reveló que la sensibilidad diagnóstica alcanzó el 72,73%, la precisión relativa fue del 85,12% y la especificidad diagnóstica, del 100%. “Estos valores, para una técnica que no utiliza ADN purificado, a diferencia de la PCR, son muy elevados. El coste del procesamiento de la muestra es menor que el de la PCR y, además, los resultados se obtienen en menos de 35 minutos. Esto hace que el kit sea una herramienta muy adecuada para un diagnóstico rápido in situ”, concluyen los investigadores.