La citricultura es uno de los principales motores de la agricultura española y, por tanto, salvaguardar su excelente estado fitosanitario es vital para que esta condición se mantenga. En los últimos años, varias enfermedades bacterianas, como la Clorosis Variegada de los Cítricos, la cancrosis y el HLB, amenazan a este cultivo estratégico. Aunque de momento ninguna de las citadas enfermedades está presente en nuestro territorio, es importante que todos los sectores implicados sean previsores y proactivos para anticiparse a su posible llegada, sobre todo cuando la amenaza es acuciante, como en el caso del HLB. Por este motivo, en la Unidad de Bacteriología del IVIA hemos desarrollado un kit de diagnóstico molecular rápido que permite detectar in situ las tres especies bacterianas asociadas al HLB, con una sensibilidad y una especificidad equiparables a los métodos de PCR actuales. Todo ello con la finalidad de que esta herramienta de fácil aplicación pueda estar a disposición del sector, para que puedan realizarse prospecciones e inspecciones fitosanitarias que contribuyan a evitar la introducción y dispersión del HLB.
En los últimos años, el volumen de exportaciones e importaciones de material vegetal a escala global ha aumentado considerablemente, lo cual ha incrementado a su vez la probabilidad de dispersión de importantes enfermedades vegetales que pueden poner en jaque nuestros cultivos. Las tres bacteriosis que constituyen una seria amenaza para la citricultura española son: la Clorosis Variegada de los Cítricos (CVC), causada por Xylella fastidiosa; la cancrosis, causada por Xanthomonas citri subsp. citri; y el HLB (o Huanglonbing), asociada a tres especies de Candidatus Liberibacter. El HLB es la más preocupante, al producir enormes daños y considerables pérdidas económicas para el sector en aquellos países donde está presente, con consecuencias a veces devastadoras (Neupame y Moss, 2016).