La Dirección General de Sanidad de la Producción Agroalimentaria y Bienestar Animal ha autorizado el uso excepcional de los productos fitosanitarios formulados a base de flupiradifurona 20% como insecticida contra la cochinilla del aguacate (Nipaecoccus nipae) en Canarias.
La autorización permanecerá vigente del 1 de mayo al 28 de agosto. Solo se podrá aplicar una vez por periodo vegetativo, mediante pulverización foliar, y teniendo en cuenta que el plazo de seguridad de la flupiradifurona es de catorce días.
Aunque es una plaga polífaga presente en Canarias desde hace mucho tiempo, N. nipae se ha convertido en la última década en un organismo limitativo en las plantaciones de aguacate, debido posiblemente al aumento del monocultivo y a la desaparición de productos fitosanitarios de amplio espectro que mantenían la plaga controlada en todos los cultivos a los que atacaba.
En las condiciones de cultivo del aguacate en Canarias, la plaga está presente prácticamente todo el año, sobre todo en verano y comienzo del otoño, en función de la orientación y altitud de las parcelas de cultivo. Tanto los productos fitosanitarios autorizados como los organismos biológicos depredadores son insuficientes para realizar un control eficaz de la plaga.
De origen neotropical, esta especie está ampliamente distribuida en el continente americano, Europa, Oceanía y África. Las pupas de los machos se observan con frecuencia acumuladas tanto en ramas leñosas como en frutos. Por este motivo, aunque pueden parecer plagas distintas, se trata de la cochinilla del aguacate. Su incidencia en Canarias ha aumentado considerablemente en los últimos años, principalmente en Tenerife y La Palma, y también ha llegado a La Gomera. “No existe información sobre la biología y comportamiento de N. nipae que facilite un buen manejo de esta. En Canarias se han identificado diversos depredadores generalistas, pero la incidencia y estacionalidad de estas especies es insuficiente para mantener las poblaciones de la plaga por debajo de los umbrales económicos de daño. En este momento, el control biológico de esta especie sigue siendo un desafío y, a día de hoy, el manejo está basado en aplicaciones de insecticidas”, reconocían en un artículo publicado en Phytoma entomólogos del Instituto Canario de Investigaciones Agrarias. El ICIA, en colaboración con el Cabildo de Tenerife, trabaja desde hace años en la búsqueda de soluciones con productos químicos de bajo impacto ambiental.