En la actualidad, los recursos genéticos y su innovación juegan un papel crucial para el correcto desarrollo y adaptación del cultivo de la vid. A continuación, se mostrará cómo puede la genética y selección mejorar el cultivo de la vid actuando sobre cuatro bloques: la mejora de los portainjertos, la selección de clones de variedades tradicionales, la recuperación de variedades minoritarias adaptadas a la situación edafoclimática de sus zonas de origen y la aparición de nuevas variedades resistentes a enfermedades fúngicas. En este último caso, los resultados agronómicos y enológicos obtenidos de nueve variedades resistentes a oídio y mildiu llevado a cabo en Castilla y León son muy prometedores. Dichos resultados auguran un panorama varietal más amplio que el actual, con la posibilidad de elaborar un producto final de calidad, más sostenible y con menos residuos, pudiendo ser una alternativa en zonas donde el mildiu y el oídio son endémicos.

Existen cuatro bloques sobre los que se puede intervenir para mejorar el cultivo de la vid. Estos cuatro retos son los siguientes:

  1. Minimizar los efectos de las plagas y enfermedades.
  2. Desarrollar y aplicar herramientas que faciliten el seguimiento y el manejo del cultivo.
  3. Optimizar el potencial vitícola del medio y el comportamiento del viñedo mediante distintas técnicas de cultivo.
  4. Conservar y poner en valor el material vegetal. Mejorar la selección que permita la adaptación del viñedo a diferentes objetivos.

Dentro de estos cuatro grupos, la mejora genética a través del material vegetal tiene incidencia sobre el bloque 1 a través de nuevas variedades con resistencia o tolerancia a plagas y/o enfermedades, y sobre el bloque 4 a través de la mejora de variedades. El bloque 2 está más relacionado con las nuevas tecnologías y su aplicación directa en la gestión del viñedo, y el bloque 3 afecta a la mejora del manejo y operaciones de cultivo para optimizar la producción según los objetivos. Por lo tanto, la mejora del material vegetal actuará directamente sobre la mejora de portainjertos, variedades tradicionales a través de selecciones clonales, variedades minoritarias a través de su recuperación y posterior selección; y sobre las variedades mejoradas o PIWI.

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