El mildiu aparece todas las campañas en el viñedo, aunque su incidencia y repercusión en la producción puede ser diferente. Su control requiere de reiteradas aplicaciones de fungicidas. Sin embargo, estrategias integradas muestran resultados prometedores, como se presenta en este trabajo. Tras la disminución de fungicidas, se compararon los resultados de incidencia de enfermedad y producción respecto a un aporte del 100% de fungicidas. Los resultados mostraron que una reducción es posible en áreas de elevada presión del mildiu. El aporte de sustancias menos agresivas para el medio ambiente podrían alterar la composición microbiológica presente en el racimo que entra en bodega. Así, también se evaluó en la misma parcela de viñedo, el impacto sobre la microbiota de la baya. Los resultados indicaron que existen diferencias significativas en la composición microbiana de las bayas tratadas con fungicidas respecto a estrategias combinadas.
El mildiu de la vid, enfermedad provocada por el oomiceto Plasmopara viticola (Berk. y Curtis) Berl. y de Toni, y distribuida a nivel mundial en todas las zonas vitícolas, supone una de las enfermedades que requieren un elevado control para el correcto mantenimiento sanitario del cultivo y evitar la pérdida temprana del racimo o el deterioro de la calidad del mismo a lo largo del ciclo vegetativo.
El control de la enfermedad ha estado basado tradicionalmente en fungicidas químicos y formulaciones de cobre, variando el número de aplicaciones según la ubicación y condiciones climáticas del viñedo (Gessler y col., 2011). Pero estos productos fitosanitarios presentan diferentes inconvenientes, como son la acumulación en suelo y aguas subterráneas, resultandos tóxicos para el medio ambiente (Komárek y col., 2010), y la aparición de resistencias a los fungicidas (Massi y col., 2021; Toffolatti y col., 2024). Actualmente, la presencia en el mercado de productos formulados con sustancias básicas, con efectos directos o que refuerzan el estado general de las plantas, hace posible que el control sanitario del viñedo pueda ser llevado con menor presión química.