Hace 35 años nacía Phytoma-España. El cultivo del algodón de aquel 1988 y el de nuestros días son muy diferentes. Como ocurre con todo, la adaptación y los cambios han sido fundamentales para su continuidad.
También han pasado quince años desde que en 2008 publicamos en esta revista el artículo 20 años en la sanidad vegetal del algodón, en el que hacíamos un balance de dicho periodo. Un par de años antes se había iniciado la aplicación del Régimen de Pago Único y este cultivo parecía tocado de muerte. Hoy, quince años más tarde, continúa vivo tras haber realizado múltiples adaptaciones y se prepara para su continuidad tras una nueva reforma de la PAC. Es un motor económico de numerosas comarcas, especialmente de Sevilla y Cádiz, ya que a la actividad propia de su cultivo se añade la industria transformadora. También las empresas desmotadoras han debido adaptarse en este periodo y, tras la reestructuración de 2010, pasaron de más de veinte a las ocho existentes en la actualidad.
Desde el punto de vista agronómico se han reducido los insumos hasta encontrar un difícil equilibrio en el que los productores se desenvuelven con mayor o menor fortuna. Entre los aspectos más destacados han estado el abandono de la siembra bajo plástico y la consiguiente reconversión a variedades de ciclo más corto, la reducción en las cantidades de fertilizantes y en el aporte de agua, nuevas prácticas como el estrechamiento de calles o maquinaria de recolección alternativa. Más adelante analizaremos la reducción de los tratamientos fitosanitarios que se ha alcanzado, tanto como consecuencia de los anteriores cambios como por la adaptación de los umbrales de tratamiento a unas menores expectativas de producción.