El 12 de mayo es proclamado por la FAO el Día Internacional de la Sanidad Vegetal. Un buen momento para que todos los expertos en esta tecnología nos alegremos con la noticia de un descubrimiento realizado por arqueólogos. Hace aproximadamente 1.000 años los habitantes de cavernas de las Islas Canarias utilizaban en sus graneros un procedimiento biológico contra plagas de gorgojos (Sitophilus granarius, Oryzaephilus surinamensis, Tenebrioides mauritanicus, Mezium americanum, Stegobium paniceum y Cryptolestes sp.), y aunque hay publicaciones donde se plantea como hipótesis que en la Edad Antigua, incluso en la Prehistoria, ya se usaban vegetales como repelentes de parásitos, el hallazgo realizado no hace mucho en las Islas Canarias parece ser la primera constatación del empleo de plantas contra plagas en un yacimiento arqueológico.
No es difícil imaginar el carácter sobrenatural que para aquellos humanos tendría el laurel, árbol de donde tomaban las hojas que resultaban eficacísimas para preservar su alimento de los fastidiosos gorgojos, superstición que irían extendiendo a otros elementos como ríos, montañas, animales, etc. La Naturaleza tuvo para ellos la consideración de divina y de ahí se fueron derivando dioses jerarquizados con funciones concretas sobre los cuales se construyó la mitología, gracias a la cual el hombre, mediante supersticiones, encontraba razones de su origen y evolución.