El objetivo se centró en combinar la producción del acarófago Stethorus punctillum Weise, particularmente en su época de desarrollo biológico más desfavorable, con las acciones agronómicas que permitieran su adecuada evolución en campo, y de esta forma reducir los daños en cosecha por tetraníquidos. En base a los resultados de los trabajos realizados entre 2018 y 2019 sobre control biotecnológico de Tetranychus urticae Koch en cítricos, se decide diseñar un modelo de bioproducción del acarófago sobre tres plantas hospedantes: Carica papaya, Solanum melongena y Solanum nigrum. La ejecución de las citadas medidas permitió para la campaña 2020/2021, que los daños totales por tetraníquidos en frutos cosechados fueran inferiores al 5% en la peor de las variables; no obstante, los daños provocados en hoja por Eutetranychus orientalis Klein alcanzaron un valor máximo del 81% en la variable más desfavorable, aunque finalmente, esto no incidió negativamente en la calidad de los frutos.
Actualmente, en la gestión integrada de plagas agrícolas, el control biológico está aumentando su cuota, y ya no solo por un cambio de mentalidad, que también en parte así es, sino porque cada vez tenemos más ejemplos de su efectividad frente al control fitosanitario con materias activas de síntesis química. Este aumento se debe, en parte, a la falta de efectividad de muchos fitosanitarios por los mecanismos de resistencia (Bielza, 2005; Adekunle y col., 2021) que desarrollan un gran número de los artrópodos fitófagos de nuestros cultivos.
Los ácaros tetraníquidos constituyen una de las principales amenazas de la producción hortofrutícola mediterránea (Calvo y col., 2018), hasta tal punto, como es el caso de la araña roja (Tetranychus urticae Koch) en cítricos, que puede convertirse en el factor limitante en la viabilidad económica de este cultivo (López, 2019).
El desarrollo del control biológico mediante acarófagos, se centra actualmente en la familia de los fitoseidos, gracias principalmente a su oferta proveniente de biofábricas. A pesar de la reconocida eficacia del género Stethorus como acarófagos (Murtry y col., 1970; Chazeau, 1985; López, 2019; Rott y Ponsonby, 2000), incluso pudiendo ser más efectivos que otros ácaros depredadores (Biddinger y col., 2009), resulta evidente que este coccinélido no figura como una destacada herramienta en las estrategias agronómicas de control de ácaros de nuestros principales cultivos.