La multinacional fitosanitaria UPL amplía su presencia en el cultivo ornamental poniendo especial foco en las palmeras ornamentales. Un sector que solemos, erróneamente, pasar por alto cuando pensamos en fitosanitarios. Sin embargo, su protección es clave para garantizar su buena salud y, por ende, seguridad en las ciudades, estando las palmeras ornamentales tan presentes en nuestro día a día. En respuesta a la necesidad de proteger el desarrollo de ornamentales, UPL propone dos productos: Serenisim®, contra el picudo rojo, y Ostrinil®, para el control del barrenador de la palmera, ambos de origen biológico.
Ambos bioinsecticidas se basan en un modo de acción común, la misma sustancia activa: el hongo entomopatógeno Beauveria bassiana, pero con dos cepas diferentes que son las que los confieren una diferencia de acción fitosanitaria, siendo Serenisim® específico para control de picudo rojo y Ostrinil® para barrenador de palmeras.
Aunque estas dos plagas son tan distintas (Rhynchosporus ferrugineus es un curculiónido y Paysandisia archon, un lepidóptero), tienen algunos puntos en común:
- Son plagas exóticas, extendidas por el transporte antrópico, y al principio plagas cuarentenarias. En el caso del picudo rojo, Rhynchophorus ferrugineus, se ha extendido prácticamente por toda la península e islas, aunque en Canarias parece que lo han logrado erradicar. Las pérdidas de palmeras debidas a este curculiónido, especialmente del género Phoenix sp., se cuentan por miles desde que se detectó por primera vez en Granada en 1993. En cuanto al taladro, Paysandisia archon, está en la península desde 2001, que fue cuando se detectó en Gerona, y se ha ido extendiendo principalmente por la zona mediterránea y zona centro. Este curioso lepidóptero afecta sobre todo a los palmitos y se ha ido extendiendo, alcanzando una importancia similar a la del picudo.
- Estas voraces plagas atacan, entre otras, a palmeras que son nativas de nuestro entorno mediterráneo, como Chamaerops humilis, y endémicas de Canarias, como Phoenix canariensis. Ambas palmeras con un valor especial desde el punto de vista del paisaje y de la conservación de nuestros ecosistemas, que son únicos en Europa.
- Son plagas muy dañinas, ya que pueden tener ciclos de varios años, con periodos muy largos en estadios larvarios que son los que producen los daños a las palmeras.
- Las larvas de estos dos insectos excavan galerías dentro de los estípites de las palmeras y se alimentan de las partes más tiernas de las mismas, por lo que sus daños acaban siendo mortales para la planta.
- Estas plagas deben ser controladas siempre de forma preventiva, para evitar que se instalen en el interior de las palmeras.
- Y, por último, tienen pocos productos fitosanitarios autorizados para su control. Además, los fitosanitarios que estaban autorizados están desapareciendo, como es el caso de imidacloprid y de los organofosforados.