Las particularidades de los espacios verdes (EVs) complican su gestión fitosanitaria. A la gran variedad de plantas ornamentales y de organismos que las afectan, hay que añadir el uso que los ciudadanos dan a esos espacios, que facilita el contacto con las plantas y los organismos mencionados. Aunque la mayoría de la población mundial vive en núcleos urbanos y se ha demostrado que los espacios verdes mejoran el bienestar de sus habitantes, la atención que prestada a cómo afrontar la sanidad vegetal de los EVs ha sido mínima con respecto a la dada a los cultivos. En este artículo se hace un análisis de las debilidades y amenazas de la gestión integrada de plagas en EVs, así como de las fortalezas y oportunidades que presentan.


La vegetación de los EVs vive habitualmente en condiciones ambientales desfavorables que les ocasionan estrés y favorecen el desarrollo de enfermedades y plagas. Ante esta situación se deben desarrollar estrategias de gestión que aseguren un buen estado fitosanitario. Hace algunos años el control de plagas y enfermedades se realizaba principalmente mediante pesticidas, pero actualmente se requiere que las metodologías de control sean cada vez más seguras medioambientalmente, sostenibles y que minimicen los efectos colaterales sobre los organismos no diana y por supuesto sobre los ciudadanos.
Un elemento crucial en este sentido ha sido la promulgación del Real Decreto 1311/2012 de Uso Sostenible de Productos Fitosanitarios. En él se aboga por la Gestión Integrada (GIP), es decir el uso prioritario de métodos alternativos al control químico como los métodos culturales, biotécnicos, el control biológico y la resistencia vegetal. A pesar de que se ha avanzado en las técnicas de aplicación de productos fitosanitarios en parques y jardines (Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, 2020), existen cada vez más restricciones para su empleo y muchos de los productos que teóricamente podrían ser de utilidad no están autorizados en EVs.
Por otro lado, el abanico de especies vegetales que conforman los EVs es muy amplio, como lo es también el conjunto de artrópodos y de patógenos que pueden estar asociados a ellas. En relación con éstos, falta información fundamental sobre la biología de muchas especies problema; se carece de metodologías de muestreo adecuadas y de fácil aplicación; no se disponen de umbrales contrastados para la toma de decisiones; se desconocen la mayoría de los antagonistas de las especies problema. Esta información es fundamental y, por tanto, la implementación de estrategias de gestión que incluyan los métodos alternativos al control químico no es nada fácil. Nos encontramos en una situación muy compleja, muchas veces de difícil manejo.
En este artículo se presenta un análisis de elementos y características propias y externas de la gestión de plagas en EV para establecer cuál es la situación actual y cómo podría ser la futura. Para ello se contemplan debilidades, fortalezas, amenazas y oportunidades que se vislumbran. Algunos de los puntos del análisis pueden tener una doble consideración siendo una debilidad pero a la vez una oportunidad.

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