España es referente mundial en la producción de aceite de oliva. A nivel nacional, por superficie es uno de los cultivos más extendidos con un importante impacto socioeconómico y cultural. El aceite de oliva es uno de los productos de mayor calidad que ofrece actualmente la agricultura española. Para la producción de aceite de oliva de alta calidad se hace indispensable no solo el control de plagas y enfermedades, sino, además, controlar y gestionar de forma adecuada los efectos adversos que provoca el estrés abiótico, especialmente el estrés hídrico y térmico, en los meses de verano. Esto coincide con el período de máxima formación de aceites dentro de la aceituna (fase de biosíntesis acelerada) y puede provocar importantes pérdidas en el rendimiento, afectar a la calidad del aceite y a la calidad del fruto, factor muy importante en el caso de la aceituna de mesa.
Sipcam Iberia ha desarrollado Stilo® Hydro para prevenir y proteger al cultivo de los efectos negativos que el estrés abiótico causa durante la lipogénesis y actúa aumentando considerablemente el rendimiento de aceite en el olivar y las producciones por ha.
Factores como la variedad, las condiciones climáticas o la disponibilidad de agua tienen un efecto fundamental en la calidad y el rendimiento de la producción de aceite (Lavee y Wodner, 1991).
Concretamente, la disponibilidad de agua influye en el proceso de formación de aceite o lipogénesis. En este proceso se produce la máxima acumulación de aceite, y abarca el periodo que comprende desde endurecimiento de hueso, a lo largo del mes de junio-julio según las zonas, hasta el envero durante el mes de octubre.
En este sentido, la lipogénesis comienza después del endurecimiento del hueso (Lavee, 1996) y se divide en tres fases fundamentales para la acumulación de aceite en fruto: la de biosíntesis lenta, biosíntesis acelerada y fase estacionaria o de ralentización.