Tras varios años de intenso trabajo, incertidumbre y muchas negociaciones, el pasado 25 de junio finalmente se publicó en el Diario Oficial de la Unión Europea el esperado nuevo reglamento europeo de fertilizantes, el Reglamento (UE) 2019/1009.
Este nuevo reglamento nace con el claro objetivo de adaptarse a la realidad actual. La población mundial sigue creciendo mientras que el espacio disponible para el cultivo agrícola empieza a ser más limitado. Las técnicas de cultivo, la maquinaria empleada, la limitación de agua, la necesidad de reutilización de residuos, la concienciación de la sociedad respecto a la necesidad de limitar la contaminación de suelos y aguas, la investigación para conseguir nuevas técnicas de fertilización agrícola, etc. son cuestiones muy importantes en la sociedad actual y era necesario un nuevo reglamento para poder regular todas estos temas.
Destacaría cinco objetivos de este nuevo reglamento:
- Promocionar la innovación al tiempo que se asegura la confidencialidad empresarial.
- Elaboración de definiciones que proporcionen las bases adecuadas que permitan la innovación de las biotecnologías cubiertas por este reglamento.
- Permitir un rango mayor de productos fertilizantes.
- Asegurar que todas las materias primas que actualmente se utilizan de manera segura sean autorizadas por el nuevo reglamento.
- Asegurar un alineamiento con la economía circular.
Es muy importante resaltar que este reglamento pretende facilitar la libre circulación de productos fertilizantes por toda la Unión Europea y que se genere una armonización en todo su territorio. Pero esta armonización va a ser parcial; es decir, el reglamento europeo no deroga los reglamentos nacionales, por lo que aquellos países que así lo decidan van a seguir teniendo en vigor sus normas nacionales, que regirán también para su territorio nacional. Pero si un producto fertilizante cumple con el nuevo reglamento europeo, tendrá asegurada su libre circulación por cualquier país de la UE.