Cereales

Durante la campaña de 2004 se detectaron problemas localizados de los cortaespigas, céfidos y Calamobius sp., en ciertas localidades próximas a Guadalajara.

En el año en curso se prevé realizar controles para determinar la extensión y gravedad de los daños de estos parásitos.

 

Hortícolas

Por orden alfabético de cultivos, se señalan los problemas más relevantes en nuestra región durante la campaña de 2004.

En algunas plantaciones de acelga ha sido abundante la presencia de los nematodos Heterodera schachtii y Meloidogyne spp. en las raíces. También se observaron daños del lepidóptero Helicoverpa spp. En los semilleros se detectaron problemas de Pythium spp. y de Peronospora schachtii. En los cultivos establecidos, son abundantes los ataques de Cercospora beticola y Peronospora schachtii durante la Primavera y el Otoño. En un invernadero ha habido daños importantes del virus del bronceado del tomate (TSWV) (Foto 1).

Las alcachofas sufrieron daños importantes de su taladro específico, Gortyna xanthenes y, durante la Primavera, del pulgón Aphis fabae.

La borraja sufrió pérdidas importantes derivadas del ataque del carbón de las crucíferas, que también afecta a esta especie (Foto 2); esta enfermedad, conocida también por el nombre de mancha blanca, ocasionada por el hongo Entifloma serotirum, causó daños importantes en una plantación de este cultivo.

Los problemas más frecuentes del calabacín vinieron derivados de los ataques de oídio; en algunas plantaciones se detectaron daños importantes con síntomas de virosis, pero no fué posible determinar el virus o los virus causantes.

El mildiu de la cebolla ha causado daños importantes en Primavera y Otoño, mientras que Sclerotium cepivorum los ocasiona en cualquier época del año.

En las crucíferas se apreciaron daños importantes de mosca (Delia brassicae) en Primavera, Verano y Otoño. También se observaron daños el lepidóptero Plutella xylostella, principalmente en coles de Bruselas en Otoño. En Otoño también se detectaron poblaciones de mosca blanca de mayor importancia que durante la campaña anterior. Asimismo, se verificó la presencia de poblaciones del nematodo Heterodera schachtii. En lo tocante a enfermedades, en suelos ácidos en los que se repite con frecuencia este cultivo, resultan importantes los daños de la potra de la col (Plasmodiophora brassicae).

Las judías sufrieron, al igual que todos los años, problemas originados por Pythium spp., Rhizoctonia solani y Fusarium solani, en los huertos regados por inundación, siendo frecuente la coincidencia de los tres hongos en la misma planta.

La lechuga ha sufrido daños de los pulgones Nasonovius ribis nigri en plantaciones no tratadas antes de la formación del cogollo. En cuanto a patologías, los problemas más importantes han sido provocados por Bremia lactucae (mildiu de la lechuga) y por Sclerotinia sclerotiorum. En la campaña de 2004, el virus del mosaico de la lechuga ha resultado poco agresivo.

Los melones tuvieron ataques importantes de mosca blanca (Bemisia tabaci), pulgón (Aphis gossypii) y araña amarilla (Tetranychus urticae). De menor importancia fueron los del minador Liriomyza spp. Se detectaron problemas de oídio en variedades no híbridas así como, de forma muy importante, el virus del mosaico del pepino CMV).

El pepino, cultivo de gran interés y rentabilidad en nuestra Comunidad, son plagas importantes los nemátodos Meloidogyne incógnita, destacando los daños a partir de la mitad del ciclo del cultivo; Liriomyza trifolii causó daños de interés durante la Primavera, el Verano y el Otoño; también fueron importantes, similares a las del año precedente, las poblaciones de la araña amarilla común (Tetranychus urticae) durante el Verano. En lo tocante a patógenos, han sido importantes los daños producidos por Pythium sp., principalmente en plántulas y plantaciones jóvenes; Sclerotina sclerotiorum produjo daños en invernaderos con escasa ventilación. Asimismo, se ha detectado Rhizoctonia spp. y Fusarium oxisporum, aunque resulta muy difícil valorar la gravedas de sus daños.

En plantaciones tardías hubo daños ligeros ocasionados por el virus del mosaico del pepino (CMV), así como presencia del virus del bronceado del tomate (TSWV) y del virus del mosaico de la sandía (WMV).

Los pimientos sufrieron ataques de oidiopsis (Leveillula taurica) al final del cultivo, en cuantía parecida al año anterior. El virus del bronceado del tomate (TSWV), ocasionó daños menores que en las campañas precedentes; asimismo, se ha detectado el virus del mosaico del pepino (CMV).

En los puerros fueron importantes los perjuicios de la mosca de la cebolla (Delia antigua). Es destacable el ataque por rodales de Sclerotium cepivorum en cualquier época del año.

En tomate causó daños generalizados Helicoverpa armigera, cuyo control ha sido más fácil que en el año anterior. Durante el Verano, Tetranychus urticae produjo perjuicios similares a los de la campaña anterior. En cuanto a enfermedades, ha sido importante la oidiopsis y los ataques de Phytophthora spp. (Foto 5); durante el Verano hubo pérdidas muy graves en varios invernaderos ocasionadas por Clavibacter michiganensis subsp. michiganensis , transmitida a través de las heridas de poda (Fotos 3 y 4); también se detectó la presencia del virus del mosaico del pepino (CMV) y del virus del bronceado del tomate (TSWV).

 

Olivo

La escasa cosecha de la campaña y las suaves temperaturas del Invierno anterior y del Verano y Otoño de 2004, propiciaron la extraordinaria proliferación de la mosca (Dacus oleae); en numerosas parcelas, el número de picadas por fruto superó con mucho la 1 ó 2 que cita la bibliografía. Sin embargo, tal proliferación resultó irregular, habiendo localidades donde los niveles poblacionales resultaron menores y la cosecha fue aceptable en cantidad y calidad.

 

Ornamentales

Phyllocoptes graniti, eriófido de reciente determinación en nuestros almendros ornamentales (año 2002) (Foto 6), parece demostrar más agresividad de la supuestaen un principio: durante la Primavera y el Verano de 2004 ha producido perjuicios graves en el foco original, derivados de su gran proliferación y las fuertes deformaciones que origina en las hojas de su hospedero.

Se observa una expansión progresiva de Psylla pulchella, la psila del árbol del amor, debido, probablemente, al extenso empleo de esta especie ornamentaly a los tratamientos insecticidas indiscriminados, que acaban con sufauna parásita y depredadora.

Los controles, químicos y culturales (recogida y destrucción de hojas), del minador del castaño de Indias (Cameraria ohridella) (Foto 7) llevados a cabo en el año 2003 parecen haber dado resultados tan eficaces que en la campaña 2004 los niveles de población no han hecho necesarios tratamientos químicos en el foco original; se ha seguido con los sistemas de captura en trampas cebadas con feromona a fin de determinar las curvas de vuelo de este insecto, así como con la colección de hojas durante el Otoño y el Invierno, para tratar de reducir las poblaciones invernantes.

A raíz de los fríos intensos y prolongados del invierno de 2000-2001, los cambios en los sitemas de riego y la descuidada gestión de plantaciones, los perforadores (Palmar festiva y Semanotus laurasi) y escolítidos (Phloeosinus sp.) de las cupresáceas están teniendo cada vez más incidencia en setos y masas ya establecidas (Foto 8).

La psila del laurel, Trioza alacris, al igual que la del árbol de Judea, está cada vez más extendida por nuestros parques y jardines, donde son frecuentes los setos y agrupaciones de laureles. En el caso de setos ornamentales, parece resultar molesta a la hora de hacer las tareas de poda y recorte.

Los otiorrincos (Otiorrinchus sp.) están ocasionando graves problemas en plantaciones ya establecidas y en viveros de planta ornamental. Las especies más perjudicadas son laureles (Laurus nobilis), durillos (Viburnum tinus), boneteros (Euonymus sp.), aligustres (Ligustrum sp.) y hiedras (Hedera sp.). En ciertos viveros los daños son tan graves que se han visto obligados a eliminar grandes cantidades de planta infestada. Las poblaciones de estos insectos están aumentando de forma muy importante a lo largo de los cinco últimos años en nuestra comunidad y tal incremento parece venir asociado a los sustratos que acompañan a las plantas procedentes de áreas infestadas.

Como todos los años, los sauces sufren los, cada vez más frecuentes, ataques de Aculops tetanothrix, que llega a matar las brotaciones anuales, no solo de los sauces ornamentales, sino también de las especies autóctonas que crecen en las riberas de los cauces ubicados cerca de las plantaciones ornamentales.

 

Vid

La incidencia fitosanitaria más importante en el año 2004 ha sido el oídio de la vid (Uncinula necator Burr.).

 

Créditos fotográficos: Fotos 1 a 5: María Victoria García Casas, técnico de la ATRIA Hortícola de Villa del Prado (Madrid). Foto 6: Pedro del Estal Padillo, Unidad de Protección de Cultivos, UP de Madrid.