El balance fitosanitario elaborado por la Dirección General de Producción Agraria es resultado del minucioso trabajo de técnicos agrícolas a partir de los datos aportados por la Red de Alerta e Información Fitosanitaria (RAIF) extendida por todo el territorio andaluz que traduce a una radiografía completa y detallada el estado sanitario de los principales cultivos de la Comunidad autónoma andaluza. La Red de Alerta e Información Fitosanitaria de la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía cuenta con 27 zonas de observación y 77 Estaciones Meteorológicas Automáticas, lo que permite ofrecer una información puntual de la situación fitosanitaria en las distintas zonas. De las observaciones de los técnicos encargados en cada provincia de las estaciones agrometeorológicas, de las 379 estaciones de control en diferentes cultivos, y las observaciones de las Estaciones de control aportadas por las ATRIAs, Asociaciones para Tratamientos Integrado en Agricultura, se resume, a continuación, el siguiente balance fitosanitario.
Olivar
Uno de los cultivos más importantes en Andalucía y de mayor raigambre es el olivar.
La climatología de la Comunidad de Andalucía, en el transcurso del año 2004, se ha caracterizado por lluvias escasas durante la primavera y muy deficientes en otoño e invierno, temperaturas localmente bajas en primavera, que en zonas bajas del interior (valles de los ríos y arroyos, vaguadas y depresiones), ha sido el factor limitante de la producción de aceituna. Por último también ha habido un verano cálido con temperaturas máximas elevadas.
Estas condiciones influyen notablemente en el desarrollo de las plagas y enfermedades que afectan al cultivo y de acuerdo con ellas el Balance Fitosanitario en el olivar de Andalucía, se puede resumir en lo siguiente: Bactrocera oleae ("Mosca del Olivo"). La escasez de lluvia, unido a las temperaturas elevadas del verano han provocado que el índice de aceituna picada haya sido similar a las del año anterior e inferiores a las correspondientes al 2002. Se puede considerar por tanto, la incidencia de este agente como la de un año normal, necesitando realizar de uno a dos pases de media para el control de la plaga , excepto en Cádiz y Huelva que han sido necesarios cuatro o cinco para evitar que los daños fueran mayores. Se han realizado tratamientos aéreos y terrestres, siendo en general los primeros más eficaces que los segundos y sobre todo más económicos.
Otras plagas que tienen cierta relevancia otros años como Prays oleae (Prays) y Saissetia oleae (Cochinilla), han tenido una baja incidencia. Ambas inician su actividad con cierta agresividad, pero debido a condiciones desfavorables para su desarrollo, temperaturas localmente bajas en primavera y elevadas en verano, los daños no se producen y se pueden considerar como bajos.
Euzophera pingüis ("abichado del olivo"), está adquiriendo una importancia mucho mayor en las nuevas plantaciones, sobre todo en las más jóvenes y más si son solo de un pié. La practica del "desvareto", en cualquier época, la poda de formación y la baja eficacia de los tratamientos, está haciendo que aumenten sus poblaciones y por tanto sus daños.
También, aunque excepcionalmente, se producen daños importantes en los olivos jóvenes, producidos por Otiorrynchus cribricollis ("Otiorinco"), en ramas nuevas y en injertos. Otros como, Liothrips oleae ("Arañuelo del olivo"), Cossuscossus ("taladro rojo") y Zeuzera pyrina ("taladro amarillo"), han afectado localmente algunas plantaciones de Cádiz y Huelva, pero sin producir daños de consideración.
En amplias zonas olivareras de la Campiña de Jaén, los dos o tres últimos años, se han apreciado elevadas poblaciones de Cicada sp., en los meses de julio a septiembre. En principio los daños los hacen en plantaciones jóvenes y en las ramas más nuevaS, pero posteriormente afectan a árboles adultos, empezando por las varetas del tronco y posteriormente en ramas de producción.
Los agricultores de esta zona, que es de superficie muy extensa, han mostrado una gran preocupación. Tiene el agravante que no hay ningún producto autorizado para su control.
Con respecto a las enfermedades, no han tenido especial incidencia. Spilocaea oleagina " Repilo del olivo", salvo en zonas en que las condiciones dedesarrollo es muy favorable, no ha tenido repercusión. En estas zonas, estágeneralmente muy bien controlado con los tratamientos con productos cúpricosque realizan los agricultores.
Como todos los años, también debemos mencionar como causante de elevados daños en las plantaciones de olivar al hongo " Verticillium dalhiae ("Verticilio").
Sus daños aumentan en los olivares de riego localizado, sin que por el momento haya técnicas de control, excepto medidas profilácticas y renovación de plantas afectadas con variedades menos sensible.
Vid
En esta campaña cabe destacar los importantes daños causados el Mildiu (Plasmopara vitícola), debido a las condiciones climáticas ideales para su proliferaciónen forma generalizada, causando daños relevantes en las provincias deMálaga (en las zonas de Manilva, Ronda y Axarquía), en el condado de Huelvacon mermas de producción de hasta un 30%, llegándose en algunas parcelas al100%. En Cádiz en la Costa Noroeste y en la zona de Trebujena los daños fuerongraves, ya que debido a la inclemencia del tiempo los tratamientos no fueronrealizados en el momento oportuno, sobre todo en las parcelas pequeñas.
En las fincas grandes hubo algunos tratamientos aéreos (helicóptero).
Dentro de la Comunidad, los niveles de ataque de Oidio (Uncinula necatorr) han sido inferiores con relación a las campañas precedentes, en general, en todas las provincias. Solamente en Córdoba en parcelas de variedades tintas cultivadas en espaldera y de riego, así como en algunas parcelas de Pedro Ximénez, sufrieron fuertes ataques.
De forma general en esta campaña la incidencia de podredumbres (Gris, secundarias y ácida) ha sido leve dentro de la Comunidad. Tan sólo en Córdoba, como viene siendo habitual, han aparecido ciertos números de racimos podridos en la zona de Calidad Superior "Sierra de Montilla".
Dada la importancia de Flavescencia dorada y el insecto vector (Scaphoideus titanus) en todas las zonas vitícolas de la Comunidad, como en años anteriores sehan llevado a cabo prospecciones mediante la colocación de trampas cromotrópicas(amarillas) para el seguimiento del insecto, no observándose captura alguna.
Dentro del plan de prospección de la enfermedad de Petri en jóvenes plantaciones de vid, se han recogido muestras con síntomas en Málaga, Cádiz, Córdoba y Huelva, de las que algunas dieron positivas con presencia de uno o varios hongos del conjunto que se consideran causantes de esta enfermedad. Las muestras recogidas de plantas procedentes de viveros, indica que el material vegetal se encuentra ya contaminado previamente a la plantación.
En Cádiz, Córdoba y Huelva, la presencia de Polilla del Racimo (Lobesia botrana Schiff) ha tenido, en principio, una incidencia muy leve. En segunda generación,se ha ido recuperando progresivamente, siendo su presencia en tercerageneración bastante considerable, presentando poblaciones por encima delos umbrales de tratamientos. En Almeria, ha afectado a los parrales, manteniéndoseen niveles bajos de intensidad de ataque. Se han realizado ensayoscontra Lobesia, mediante el método biotécnico de "confusión sexual" con diferentesferomonas y dosis.
En relación con el Mosquito Verde (Empoasca spp), en Córdoba ha habido fuertes ataques en las plantaciones nuevas de variedades tintas; en Cádiz, Huelva y Málaga se ha sufrido también la virulencia de la plaga, y en Málaga, sobre todo, en los viñedos de Manilva y Comarca Norte. En algunas zonas de la provincia de Cádiz se han dado hasta 3 tratamientos, incluso tras la vendimia.
La Araña Amarilla (Tetranychus urticae), ha tenido bastante incidencia en la mayoría de las viñas de la Comunidad. En Málaga continúa la expansión en superficie y daño de araña en la Comarca Norte y su presencia continuada en la Comarca Axarquía. En el Marco de Jerez, en Cádiz, los ataques fuertes han sido por rodales, sobre todo, en viñas lindando con parcelas de remolacha azucarera.
Se hicieron bastantes tratamientos, observándose resistencias a materias activas utilizadas reiteradamente por el viticultor.
En todos los viñedos de la Comunidad se ha observado menos incidencia de Melazo (Pseudococcus citri) que en la pasada campaña. La subida a hojas, brotes y racimos desde la cepa, no ha tenido apenas importancia a lo largo del desarrollo de la vid e igualmente los daños han sido inexistentes.
Aunque la Altica (Haltica ampelophaga) era una plaga casi inexistente en años anteriores, ha adquirido virulencia en algunas zonas, sobre todo en Jerez, sin tratamientos insecticidas contra Lobesia (confusión sexual); de todos modos es fácil de controlar, pues es muy sensible a cualquier insecticida, pero el problema que se nos presenta es que no existe ninguna materia activa específica registrada.
En los parrales Almería se pueden considerar normales los ataques de Mosca de la fruta (Ceratitis capitata) y Trips (Frankliniella occidentalis).
Cítricos
Durante esta campaña Eutetranychus orientalis ha mantenido las áreas colonizadas en años anteriores. Debido a las favorables condiciones climáticas se ha observado que su aparición en el cultivo se ha adelantado al mes de julio tanto en Málaga como en Córdoba, y que su desaparición se ha retrasado hasta el mes de diciembre. En esta última zona se ha incrementado el número de parcelas afectadas por este ácaro pero de momento no se puede afirmar que el ataque sea generalizado.
En Huelva se observaron los primeros focos de Eutetranychus banksi a mediados de septiembre, mucho más tarde que en la campaña anterior que apareció a finales de julio. Este ácaro se controla con facilidad con los acaricidas de uso habitual en cítricos, el problema que presenta es que requiere un gran número de tratamientos. La plaga se ha mantenido en el cultivo durante el periodo otoñal.
En la provincia de Cádiz se ha detectado la presencia de un ácaro que no se ha llegado a determinar si es E. banksi o E. orientalis. Es posible que ambas plagas hayan comenzado a colonizar los cítricos de esta provincia, que se encuentra entre sus respectivas las áreas de distribución en Andalucía.
En relación con otros ácaros como Araña roja (Tetranychus urticae) y Ácaro Rojo (Panonychus citri) su incidencia ha sido bastante desigual en las diferentes áreas citrícolas de Andalucía. La presencia de ambos fitófagos ha sido importante en la provincia de Cádiz. En Huelva, durante los primeros meses del año el tratamiento de Ácaro Rojo generó algunos problemas de residuos. En Almería Araña Roja ha afectado principalmente a los mandarinos del Bajo Andarax.
En cambio, en la provincia de Málaga la incidencia de estos ácaros, que tradicionalmente colonizaban el cultivo, ha sido escasa. Además, en esta provincia se ha incrementado la incidencia de Ácaro de las Maravillas (Aceria sheldoni) especialmente en la zona más occidental.
En la problemática fitosanitaria causada por la presencia de cochinillas diaspinas destaca Piojo Rojo de California (Aonidiella aurantii), que es la plaga principal del cultivo en nuestra comunidad, aunque la magnitud de los daños provocados por ella ha variado de una áreas a otras. En Almería, Córdoba y Málaga este año se ha retrasado la primera generación de este diaspino hasta el mes de junio. En Huelva el control de A. aurantii ha supuesto un esfuerzo importante porque las generaciones se han extendido mucho en el tiempo y no se han alcanzado máximos claros. En esta zona la tercera generación ha tenido una elevada incidencia sobre el cultivo. En Cádiz ha sido la plaga más importante, requeriéndose varios tratamientos para su control.
La incidencia de Piojo Blanco (Aspidiotus nerii) ha sido notable en limonero de la provincia de Málaga, mientras que en Almería ha sido leve.
Con respecto a otras cochinillas como Cotonet (Planococcus citri) destacar la escasa importancia que han tenido en todas las áreas citrícolas de la comunidad durante esta campaña.
Se ha observado una elevada presencia de Mosca Blanca (Aleurotrixus floccossus) en Almería y Málaga tanto en naranjo como en limón, requiriéndose en algunos casos la realización de tratamiento. Por el contrario, en Huelva y en Córdoba su presencia ha sido poco significativa.
En las provincias de Málaga y Cádiz se han realizado numerosos tratamientos químicos para el control de Mosca de la Fruta (Ceratitis capitata). En el resto de zonas citrícolas de la región su incidencia ha sido escasa. Hay que destacar que la campaña oficial para el control de este díptero con métodos biotécnicos ha producido buenos resultados.
La presencia de pulgones ha sido especialmente importante en Huelva, sobre todo a finales de primavera y verano. En Córdoba la mayor incidencia se ha registrado durante el otoño, periodo en el cuál se ha tenido que realizar más de un tratamiento. En Almería los ataque más graves se han registrado en las comarcas del Bajo Almanzora y del Bajo Andarax durante la primavera y en otoño.
En el resto de las zonas el ataque ha sido de escasa importancia.
En esta campaña, Mosquito Verde (Empoasca decipiens) se ha comportado como plaga de relevancia en las provincias de Córdoba y Cádiz. En la primera se ha incrementado el porcentaje de fruta picada con respecto a la campaña anterior. En Cádiz las explotaciones más afectadas son las que se encuentran situadas próximas a las parcelas donde se cultiva algodón.
La incidencia de Minador de los Cítricos (Phyllocnistis citrella) ha sido escasa en todas las provincias andaluzas. Solamente ha sido necesario realizar tratamientos esporádicos en plantones.
Polilla del Limonero (Prays citri) en Málaga ha presentado un ataque leve sobre limón tipo Fino, en cambio, sobre Limón Verna el ataque ha sido intenso y ha provocado mermas en la producción. En Almería su incidencia ha sido moderada.
En relación con plagas de repercusión muy zonal o secundarias, que en el año 2004 han tenido una acción significativa, hay que señalar que en el área de Benamargosa (Málaga) se ha producido un elevado porcentaje de destrío de limón tipo Fino debido a los daños ocasionados por Trips flavus. En Huelva, la incidencia de Heliothis armigera ha sido notable como ha venido sucediendo en campañas anteriores. Además en Huelva ha que reseñar la aparición de focos de Chinche Verde (Calocoris trivalis) y Cacoecia (Cacoecimorpha pronubana).
En cuanto a las patologías, Phytophthora es la enfermedad más importante de la zona citrícola de Cádiz. En las provincias de Málaga y Córdoba ha disminuido su incidencia debido a que se han incrementado los tratamientos preventivos.
En Huela continúa la incidencia de Phytophthora citrophtora, aunque no es tan elevada como en campañas anteriores no dejan de morir árboles.
En Cádiz se ha observado una disminución considerable de la presencia de Alternaria en el cultivo ya que se ha eliminado casi en su totalidad la variedad Fortuna, que es sensible a esta enfermedad. En Huelva se ha llegado a la conclusión de que es prácticamente imposible controlar la enfermedad en dicha variedad, después de haber realizado decenas de tratamientos.
Subtropicales
En el cultivo de aguacates hay que resaltar la presencia de un nuevo ácaro: Oligonychus perseae, con ataques intensos en la comarca de La Axarquía de Málaga y en los términos municipales de la costa de Granada colindante con la provincia de Málaga. Su presencia se localiza, al principio de los ataques, en el envés de las hojas, sobre todo en los nervios, aunque en ataques intensos pueden detectarse en el haz. Los daños, en algunas zonas son graves y han ocasionado fuertes defoliaciones en los árboles afectados.
Cereales
La climatología lluviosa de la primavera dificultó mucho las aplicaciones herbicidas que empezaron a finales de enero y continuaron hasta primeros de abril.
El control de las malas hierbas fue deficiente, sobre todo el de la avena loca.
En cuanto a enfermedades, se observa Septoria tritici en enero en las siembras tempranas y debido a las condiciones climáticas la enfermedad siguió progresando durante la primavera. En Sevilla a mediados de marzo se efectúan tratamientos en algunas variedades de trigos duros susceptibles. En abril los tratamientos se generalizan en muchas zonas, y en mayo se detecta la presencia de Septoria tritici en las espigas, afectando en rendimiento y la calidad.
Oidio (Blumeria graminis) se observó su presencia a partir de enero, pero en mayo su incidencia fue en general baja, aunque se detectaron ataques de severidad media en parcelas concretas que obligaron a realizar tratamientos antioídios.
En el mes de marzo, se observaron focos de helmintosporiosis (Helminthosporium tritici-repentis) en Sevilla, y en mayo en la provincia de Cádiz. En todoslos casos el nivel de ataque fue bajo.
En lo que se refiere a plagas, entre enero y abril se observa la presencia de pulgones que fueron abundantes en algunas zonas. En Andalucía occidental, a finales de abril, se detectó la presencia ocasional de Paulilla (Aelia spp.) y Paulillón (Eurygaster spp.), que en algunos casos fueron tratadas.
Arroz
Los ataques de Quironómidos ha tenido en la pasada campaña una incidencia baja-media, pues aunque su presencia fue elevada desde las primeras fases del cultivo, la excelente y rápida germinación y emergencia de éste, hace que no sea necesario el tratamiento químico en muchas parcelas, requiriendo aplicación el 37,6% de la superficie con buena efectividad.
En cuanto a Efídridos, ha sido muy baja su incidencia durante esta campaña requiriendo tratamiento el 4% de la superficie.
La incidencia de Afidos ha pasado de ser secundaria a ser una de las principales del cultivo. Su presencia ha sido generalizada, especialmente en la variedad Puntal con una incidencia considerable (requiriendo tratamiento el 58,5% de la superficie), a pesar de las elevadas temperaturas registradas, ya que durante esos momentos adversos, se refugia en la parte inferior de la planta cerca de la lámina de agua. La eficacia de los tratamientos ha sido buena, contribuyendo a ello el incremento del caldo en las aplicaciones.
La presencia de Lepidópteros ha sido inferior a la pasada campaña, reduciéndose en un 26%, alcanzando la superficie tratada en 2004 un 27,4%. Excelente eficacia en los tratamientos.
De escasa puede considerarse la presencia de Pentatómidos, salvo en parcelas con variedades tipo japónica alcanzando la superficie tratada el 14,12%.
El considerable descenso de la plaga en parte puede ser debido a un control indirecto por los tratamientos de pulgón y rosquilla.
En cuanto a enfermedades, la incidencia de Pyricularia grisea ha sido algo inferior a la pasada campaña, pero dada las condiciones climáticas favorables para su desarrollo, se hizo necesario tratar el 61% de la superficie, con una buena eficacia. En las siembras más tardías, variedades más sensibles y zonas con elevada densidad de plantas, han requerido un segundo tratamiento (10%).
Entre las malas hierbas que afectan al cultivo, la incidencia de Echinocloa ha sido importante ya que para lograr un adecuado control contra esta gramínea ha sido necesario tratar el 2,1% de la superficie en preemergencia y el 49% en postemergencia.
La eficacia ha sido aceptable, siendo necesario repetir los tratamientos sólo en las parcelas más afectadas. A ello ha contribuido además la escarda manual que se ha realizado en el 98% de la superficie, dándose 2-3 pases de media en todas las parcelas hasta lograr la erradicación de esta mala hierba.
Algodón
En la Comunidad Andaluza se ha localizado el 98% de la superficie sembrada, destacando la provincia de Sevilla con casi el 60%, seguida de Cádiz y Córdoba, en torno al 15% cada una de ellas. La cifra total ha rozado las 90.000 Has sembradas, ligeramente por debajo de la media en los últimos años.
Desde el punto de vista climático lo más destacable de la campaña ha sido el periodo de siembra primaveral, hasta mediados de mayo, con abundantes lluvias y temperaturas por debajo de la media. Esto obligó a numerosas resiembras y originó el consiguiente retraso en el desarrollo. No obstante, a partir de ese momento las temperaturas han sido muy buenas para el desarrollo del cultivo, por encima de la media, pero con apenas unos momentos puntuales de máximas muy altas. Especialmente benévolo ha sido el periodo de recolección, dado que las temperaturas han sido elevadas y las lluvias no se han presentado hasta mediados de octubre. Estas buenas condiciones climáticas durante el verano, unidas a una incidencia en general baja de plagas, ha permitido alcanzar una producciones muy satisfactorias, 3.828 kg/ha, por encima de la media histórica.
Continúa la tendencia descendente en el uso de insecticidas en el momento de la siembra desde la desaparición de lindano y forato. Esta campaña sólo el 35% de las parcelas en Producción Integrada ha realizado tratamiento granulado en la siembra contra gusanos de alambre, Agriotes spp.
La incidencia de Tetranychus urticae puede considerarse baja, con 0,75 tratamientos de media por parcela en Producción Integrada. La mitad de las parcelas (47%) no ha precisado ningún tratamiento contra esta plaga.
Esta campaña ha descendido el número de tratamientos contra Aphis gossypii, ya de por sí bajos, hasta 0,35 por parcela, realizados en su mayoría en la primera quincena de junio Helicoverpa armigera, aún habiendo sido la plaga que ha originado un porcentaje más alto de tratamientos, ha estado muy lejos de la problemática de la pasada campaña. En las parcelas de producción integrada se han realizado 2,1 tratamientos de media, en tanto que la media de tratamientos en las ATRIA de Córdoba ha sido de 3,3.
Esta campaña sin embargo ha sido bastante problemática por parte de Pectinophora gossypiella. Si bien la mayor gravedad ha seguido correspondiendoa las zonas endémicas, tanto de Córdoba como de Sevilla, el problema se ha extendidoa otras zonas, como lo indica el que el 86% de las parcelas se haya tratadocontra esta plaga. La mayoría de ellas ha realizado 1 ó 2 aplicaciones, sibien en el 10% de los casos éstas han ascendido a 4 o más. En Córdoba la mediaha sido de 3,3 tratamientos, aunque en Fuentepalmera, donde los ataqueshan sido especialmente graves, se ha estado en torno a las 5 aplicaciones.
Ha habido un ligero incremento en la incidencia de mosca blanca, Bemisia tabaci, algo que suele ocurrir los años en que disminuyen los tratamientoscontra Helicoverpa armigera. Se han realizado una media de 0,35 tratamientospor parcela, si bien el 75% de las parcelas no han precisado intervención.
En cuanto a otras plagas, la importancia Earias insulana ha sido baja excepto en Jaén. En el caso de orugas defoliadoras, tanto Spodoptera exigua como S.littoralis, han tenido poca importancia realizándose 0,2 tratamientos por parcela.
En lo referente a enfermedades, si bien esta campaña ha habido resiembras generalizadas en todas las provincias, éstas se atribuyen más a la propia climatología adversa que a las enfermedades asociadas a la caída de plántulas. La incidencia de Verticillium dahliae ha sido baja, dado el empleo generalizado de variedades tolerantes en las zonas donde esta enfermedad es más grave. Sin embargo en Jaén se aprecia un incremento en su incidencia, especialmente en la fase final del cultivo.
Los herbicidas de mayor empleo continúan siendo trifluralina y fluometuron.
El control suele ser satisfactorio excepto en el caso de Solanum nigrum (tomatito) cada vez con más dificultades y en menor medida Digitaria sanguinalis (pata gallina) y Convolvulus arvensis (corregüela).
Remolacha
En relación con las enfermedades en el cultivo de la remolacha, cabe destacar la Roya (Uromyces betae) que ha sido la de mayor relevancia en la pasada campaña, siendo necesario en mucho de los casos la realización de tratamientos contra la enfermedad. Con menor intensidad, han estado presente Cercospora (Cercospora beticola), Oidio (Erysiphe betae), Lepra (Physoderma leproides) y Esclerocio (Sclerotium rolfsii).
En cuanto a plagas, ha sido la Cassida (Cassida vittata) la que mayor incidencia tiene en la zona de la costa noroeste de la provincia de Cádiz. (Puerto Sta Maria-Rota) donde alcanza unos niveles muy altos, el principal motivo parece ser la concentración de parcelas de remolacha azucarera y remolacha de mesa siendo necesario realizar varios tratamientos para su control, en el resto de las zonas remolacheras la incidencia de plaga ha sido baja. Igualmente, ha sido baja la incidencia de Cleonus (Temnorhinus mendicus), Pulgon (Aphis spp.) y noctuidos (Spodoptera spp.)
Hortícolas
Solanáceas
Cabe destacar un foco de Ralstonia solanacearum en tomate en la provincia de Granada, en donde se tomaron las correspondientes medidas para su erradicación.
Otra bacteria que ha tenido incidencia en la zona ha sido Pseudomonas syringae pv tomato, provocando las manchas características en hojas, frutos ytallos.
El virus del bronceado del tomate TSWV ha sido el más destacado, especialmente en pimiento, en plantas pequeñas incluso en variedades resistentes.
En tomate la incidencia del virus del rizado amarillo TYLCV ha sido muy alta.
Durante este año se ha visto un aumento de la presencia del virus del mosaico del pepino dulce Pep MV que ha supuesto un incremento en la zona del Poniente almeriense con respecto al año 2003. Es durante el primer trimestre donde la incidencia ha sido más alta, coincidiendo con bajas temperaturas. Este virus también ha sido detectado en Granada y Málaga aunque de forma puntual.
La presencia del virus del mosaico del tomate ToMV ha sido alta sobre todo en variedades del tipo Sherry de la provincia de Granada.
La mosca blanca Bemisia tabaci transmite el virus de la clorosis del tomate ToCV que afecta en un porcentaje muy alto a los cultivos de tomate.
En tomate, pimiento y berenjenas, los principales hongos que se detectan, con podredumbres de cuello y raíz, causando marchitez y muerte de las zonas aéreas son del género Phytophthora.
Cucurbitáceas
Los virus más graves son los transmitidos por Bemisia tabaci destacando el virus de las venas amarillas CVYV tanto en melón como en pepino y sandía, aunque su incidencia ha sido algo menor que en la pasada campaña.
El virus del enanismo amarillo de las cucurbitáceas CYSDV continúa afectando en un porcentaje muy alto a los cultivos de melón y pepino.
En pepino, melón y sandía se ha detectado Pseudomonas syringae pv lachrymans produciendo manchas aceitosas en hojas, tallos y frutos. Además se hadetectado Erwynia carotovora en los tres cultivos, produciendo podredumbresblandas.
En todas las cucurbitáceas se han observado daños en cuello y plantas debido a Phytophthora spp. y en algunos casos en frutos. También diversas especies de Pythium afectan a las raíces de pepino en plantas adultas causando marchitez brusca y muerte de las plantas, principalmente en cultivos hidropónicos.
Con respecto al mildiu (Pseudoperonospora cubense) la novedad principal es su aparición en calabacín, con unos curiosos síntomas y bastante extendido.
Otras hortícolas
Lo más destacable ha sido la presencia en judías de un nuevo virus "El virus del desorden amarillo de las judías" BnYDV que fue detectado por el CIFA de La Mojonera (Almería) y que está presente en Almería, Málaga y Granada. Los síntomas son de clorosis muy fuertes entre los nervios de las hojas, quedando estos muy marcados y con necrosis en manchas, mientras que en frutos se observan deformaciones y brillos muy fuertes que los hacen incomercializables.
En las judías se ha detectado también de forma importante la presencia del virus del mosaico sureño de las judía SBMV que se transmite por contacto, suelo y semilla y del que se está observando un incremento importante.
Fresa
Al igual que en campañas anteriores, se analizaron en el Laboratorio de Sanidad Vegetal, plantas con síntomas de clorosis, diagnosticándose la presencia de Phytophthoracactorum y Antracnosis (Colletotrichum spp.).
La enfermedad más acentuada en la campaña anterior ha sido Oídio (Sphaerotheca macularis f. sp. fragariae ), con gran importancia en las variedadesCamarosa y Ventana, las cuales son bastante sensibles, sobre todo cuandolas temperaturas oscilan entre los 15-30ºC y una humedad relativa mediaalta.
Tanto la incidencia como la intensidad de los ataques han sido superiores en los macrotuneles, en los cuales el porcentaje de plantas con hojas, flores y frutos dañados ha sido importante, mientras que en los tunelillos mejor ventilados la incidencia ha sido en general menor.
Debido fundamentalmente a las lluvias acaecidas durante la última semana de febrero y primera de marzo, la podredumbre gris (Botrytis cinerea) los daños causados por Botrytis han sido realmente graves, destacando que el número de plantas con frutos afectados fue mayor en tunelillos respecto a los macrotuneles.
En el tramo final de campaña y sobre todo en la segunda quincena de mayo, se registra un nuevo aumento de daños causados por Botrytis, si bien no con la intensidad acaecida durante final de marzo y principios de abril.
No fueron excesivamente graves los ataque de Antracnosis (Colletotrichum spp), Mancha de Aceite (Xanthomonas fragariae) y Mancha púrpura (Mycosphaerella fragariae)
La presencia de Araña roja (Tetranychus urticae) comienza a detectarse principalmente en macrotuneles. Es durante el mes de marzo y hasta final de campaña cuando los daños causados son importantes destacando el periodo que va desde la primera quincena de mayo y hasta final de campaña.
A partir de la segunda quincena de marzo, se detecta la presencia de Trips (Frankliniella occidentalis) en el cultivo, periodo en el que los daños causados son poco importantes; sin embargo es a partir de abril y coincidiendo con un aumento de las temperaturas cuando comienza a detectarse una mayor presencia de trips, alcanzándose unos niveles altísimos que disparan los umbrales de estos en mayo. Esta situación se mantendrá hasta final de campaña, los daños causados son realmente importantes ya que causan graves deterioros en la fruta.