Tetranychus urticae es un ácaro muy polífago, que se alimenta de más de 150 especies vegetales. En cítricos, las variedades más afectadas son las clementinas, por las graves defoliaciones que puede provocar y por la depreciación de los frutos. Las técnicas de Control Integrado de Plagas exigen que las aplicaciones de tratamientos fitosanitarios se realicen siempre que se sobrepase el umbral económico de daños, para lo cual es necesario conocer el nivel poblacional de la plaga mediante la aplicación de métodos de muestreo sencillos y a la vez precisos y fiables.
INTRODUCCIÓN
T. urticae, en clementinos, vive en colonias en el envés de las hojas, formando telarañas. Cuando se alimenta del contenido celular produce una deformación de la hoja, abultada y de color herrumbroso en el envés, y amarilla en el haz. Estas hojas atacadas suelen caer, provocando graves y súbitas defoliaciones.
También pueden vivir en el fruto, iniciando su ataque en las zonas estilar y peduncular, dando lugar a manchas herrumbrosas que deprecian el fruto (GARCIA MARI et al., 1991). Actualmente, los umbrales de tratamiento que se aconsejan son de un 6 a un 10% de hojas ocupadas y desde su presencia en fruto hasta un 2% de frutos atacados (Ripollés et al., 1995, DOGC, junio de 1995, DOGV, agosto de 1997, BORM, julio de 1998, BOJA, octubre de 1998). Un método de muestreo debe ofrecernos una información representativa de la población estudiada a partir de una muestra de la misma, facilitándonos una idea clara de la situación de su ciclo biológico, y sobre todo, del peligro que representa. En definitiva, un método de muestreo debe permitirnos responder a varias preguntas, entre las que destacan las siguientes:
¿Es necesario intervenir? ¿Cuándo hay que intervenir?
Objetivos
Los objetivos de este trabajo son los siguientes:
- Estudio de la distribución de T. urticae en el árbol.
- Determinación de las pautas de agregación de T. urticae en hojas y frutos.
- Obtención de métodos de muestreo y tamaños de muestra
Material y métodos
Durante los años 2001 y 2002 se realizaron 343 muestreos de Tetranychus urticae en parcelas comerciales de cítricos de variedades de clementina en las provincias de Castellón y Tarragona, con diferentes densidades de plaga. Cada muestreo consistió en escoger, en función del tamaño de la parcela, de 9 a 20 árboles al azar.
En cada árbol se realizaron varias observaciones que se resumen a continuación: 1) número de hembras en 6 hojas exteriores, 6 hojas interiores y 10 frutos por árbol, escogidos al azar, 2) número de hojas con síntomas en un aro de 0,25 m2, que se situaba sobre cada árbol dos veces y 3) número de hembras en 6 hojas sin síntomas y hasta 6 hojas con síntomas dentro del aro.
Algunos autores (GONZALEZ ZAMORA et al., 1993) han demostrado que la proporción de hembras adultas de T. urticae respecto a la población total es estable y suficientemente representativa, lo cual permite estimar la población de ácaros contando sólo este estado, mucho más visible y fácil de detectar en campo a ojo desnudo que los estados inmaduros (huevos, larvas o ninfas).
Resultados
Distribución de T. urticae en el árbol
La mayor población de T. urticae se encuentra en las hojas con síntomas, representando el 68% de los ácaros encontrados. Le sigue en abundancia la población de las hojas exteriores al azar, representando un 16% del total de la población. La población en hojas sin síntomas es la menor durante todo el año. Al representar la abundancia de T. urticae a lo largo del año en los diferentes tipos de hoja se observa que durante todo el año la densidad poblacional en hojas con síntomas es significativamente superior a la observada en el resto de los tipos de hoja, y que en general, la población en hojas exteriores es superior a la observada en hojas interiores al azar.
Hemos encontrado una relación entre la población en hojas exteriores y en hojas con síntomas, tanto en el número de hembras por hoja como en la proporción de hojas ocupadas, de manera que la población en las hojas con síntomas es al menos el doble de la encontrada en las hojas exteriores. Se observa también que cuando la media del número de hojas con síntomas por aro es menor o igual a 4, en el 90% de los casos nos encontramos por debajo de 0,1 hembras por hoja, que como veremos posteriormente, se corresponde con el umbral actualmente establecido.
Este dato nos lleva a pensar que quizás sea posible desarrollar un método de muestreo en dos pasos, primero, observando la presencia de síntomas y después la presencia del ácaro, como veremos posteriormente.
Determinación de las pautas de agregación de T. urticae en hojas y frutos
Hemos determinado la agregación de T. urticae mediante los índices de Taylor (TAYLOR, 1961). En conjunto y en el ámbito de la parcela, la población de T. urticae muestra una pauta de distribución agregativa, tanto en hojas como en frutos.
Los parámetros b de Taylor que definen esta pauta agregativa son 1,43, 1,40 y 1,18, respectivamente para hojas exteriores al azar, hojas con síntomas y frutos. Esta agregación es similar en los dos tipos de hoja, mientras que en el fruto la agregación es menor. También existe una pauta agregativa dentro del árbol y entre árboles de la parcela, indicando esto último que, tanto en el caso de las hojas como en los frutos, la población se distribuye en la parcela en focos.
Relación entre el número de ácaros por órgano y el porcentaje de órganos ocupados. Relación con los umbrales económicos de tratamiento
Dado que la población se distribuye de forma agregativa, tanto en las hojas como en los frutos, hemos relacionado el número de hembras por órgano con la proporción de órganos ocupados, mediante dos modelos matemáticos: uno empírico, desarrollado por Kono y Sugino (1958), Gerrard y Chiang (1970) y Nachman (1984), y otro basado en la distribución binomial negativa, según Bliss y Fischer (1953) y Wilson y Room (1984). En los tres casos estudiados (hojas y frutos) nuestros datos se ajustan bien a ambas funciones. En el caso de las hojas exteriores al azar, 0,1-0,2 hembras por hoja equivalen al 7-11% de hojas ocupadas, que es el umbral que se suele utilizar actualmente (Foto 1).
En el caso de las hojas con síntomas, 0,2 y 0,5 ácaros por hoja equivalen a un 11% y 23% de hojas ocupadas, respectivamente. En los frutos, 0,004 ácaros por fruto equivalen a un 0,5% de frutos atacados, mientras que 0,01 ácaros por hoja equivalen a un 4% de frutos atacados.
Métodos de muestreo y tamaños de muestra Hojas exteriores al azar
El error recomendado para estudios extensivos de poblaciones de insectos y ácaros es del 25% de la media (SOUTHWOOD, 1978). Si realizamos un muestreo enumerativo al azar en la parcela, el tamaño de muestra necesario para estimar la media poblacional, con la precisión indicada, sería de unas 300 hojas exteriores al azar (GREEN, 1970), que nos permitiría detectar medias poblacionales cercanas al umbral de tratamiento (0,1-0,2 ácaros por hoja). Para poblaciones más elevadas, se recomienda el muestreo binomial (presencia-ausencia) de unas 200 hojas por parcela al azar.
Hojas con síntomas
Dado que la población de T. urticae se concentra en las hojas con síntomas, podemos realizar un muestreo sólo de este tipo de hojas, que son más fáciles de escoger que las hojas al azar. Para poblaciones bajas y medias (menores de 0,2-0,3 hembras por hoja) se recomienda el muestreo enumerativo al azar de unas 200 hojas con síntomas, para alcanzar la precisión deseada.
Este tamaño de muestra nos permitiría detectar medias poblacionales cercanas al umbral de tratamiento correspondiente a este tipo de hojas. Para poblaciones elevadas, en las que el contar el número de ácaros es más engorroso, se recomienda un muestreo binomial de unas 150 hojas con síntomas por parcela.
Frutos
La presencia de T. urticae en fruto representa la aparición de daños importantes que lo deprecian comercialmente, por lo que es muy importante detectar bajas poblaciones sobre los frutos. Para detectar poblaciones bajas y medias, de 0,01 a 0,04 hembras por fruto, se recomienda el muestreo enumerativo al azar de unos 500 frutos, para alcanzar la precisión deseada. Para poblaciones mayores (> 0,1 hembras por fruto) estará justificado el muestreo binomial de unos 250 frutos al azar en la parcela.
Consideraciones
Para poder desarrollar programas de control integrado de plagas en grandes superficies es fundamental definir los umbrales de tratamiento y disponer de métodos de muestreo lo suficientemente precisos y fáciles de aplicar. Quizás la mejor forma de gestionar el tamaño de muestra para una precisión determinada en la estimación de la media sea aplicar muestreos de tipo secuencial, pero su aplicación práctica en grandes superficies es sumamente complicada.
Dado que T. urticae se encuentra agregado en los árboles de la parcela, es decir, en focos, estamos desarrollando métodos de muestreo bietápicos, tanto enumerativos como binomiales. Estos métodos de muestreo están basados en escoger al azar, en una primera etapa, un número adecuado de unidades primarias o árboles, y en una segunda etapa, muestrear las unidades secundarias, en nuestro caso hojas y frutos, dentro de cada árbol.
Para T. urticae hemos comprobado que cuando en un muestreo la media del número de hojas con síntomas por aro en la parcela estaba por debajo de 4, en el 90% de los casos nos encontrábamos por debajo del umbral económico de tratamiento. Basándonos en este dato y en las diferentes relaciones que existen entre las diferentes variables estudiadas, actualmente estamos aplicando en parcelas comerciales un método de muestreo que combina la observación de hojas con síntomas en aros de 0,25 m2 y la población de ácaros sobre las hojas con síntomas.
En primer lugar realizamos un muestreo de unos 20-40 árboles por parcela con el aro, observando el porcentaje de aros con dos o más hojas con síntomas, ya que existe una correlación excelente entre el número de hojas con síntomas y este porcentaje. Sólo en el caso de que este porcentaje supere el umbral, entonces se procedería a realizar el muestreo del ácaro, tomando 4-6 hojas con síntomas al azar por árbol y contando aquéllas que tienen uno o más adultos. En el caso de que este porcentaje superase el umbral, se realizaría el tratamiento (Foto 2).
Conclusiones
En cualquier caso, independientemente del método de muestreo que se utilice, es muy recomendable calcular in situ la media poblacional y el error estándar que se obtiene de cada muestreo en concreto, y en función de esos datos, obrar en consecuencia.
BIBLIOGRAFÍA
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