Sección: Información general
El pasado 18 de abril entraron en vigor los Reglamentos 1829/03 y 1830/03 que establecen el etiquetado obligatorio para todos los alimentos y piensos que procedan de OMGs, aunque el producto final no contenga ADN o proteína modificada. También habrá que etiquetar los aditivos alimentarios producidos a partir de microorganismos modificados genéticamente.
El umbral de presencia accidental en la que es obligatorio etiquetar es del 0?9% y del 0,5% en los casos en que se trate de OMGs que han recibido el visto bueno de los comités científicos pero que todavía no han sido aprobados por la UE.
Los nuevos Reglamentos de etiquetado de OMGs, que entraron en vigor el pasado 18 de abril, "son unas medidas informativas y en ningún caso disuasorias que facilitarán la elección de los consumidores", según José Ignacio Arranz, jefe del Gabinete de la Presidencia de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria.
José Ignacio Arranz realizó estas declaraciones en la rueda de prensa organizada a principios de abril en Madrid por la Fundación Antama, una entidad sin ánimo de lucro dedicada a promover la Biotecnología aplicada a la agricultura, el medio ambiente y la alimentación.
El 18 de abril entraron en vigor los Reglamentos 1829/03 y 1830/03 que establecen el etiquetado obligatorio para todos los alimentos y piensos que procedan de OMGs , aunque el producto final no contenga ADN o proteína modificada.
También hay que etiquetar los aditivos alimentarios producidos a partir de microorganismos modificados genéticamente. El umbral de presencia accidental en la que es obligatorio etiquetar es del 0?9% y del 0,5% en los casos en que se trate de OMGs que han recibido el visto bueno de los comités científicos pero que todavía no han sido aprobados por la UE.
En su intervención José Ignacio Arranz comentó que "para nuestra agencia es fundamental que los consumidores confíen en sus autoridades y creemos que con nuestra política de comunicación y control, que venimos desarrollando en los últimos meses, podremos conseguir ganar la batalla de la credibilidad frente a aquellas organizaciones que ponen en duda la eficacia de esta legislación".
También explicó que la función de la Agencia es la de establecer un convenio marco que de coherencia al desarrollo de las políticas de trazabilidad y control que establece el nuevo Reglamento, "que sirva de ayuda a los organismos que tienen competencias en la materia, como comunidades autónomas y Ayuntamientos". Por su parte Gemma Trigueros, técnica experta en alimentación de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), dijo en su intervención que "la presencia de esta información en el etiquetado y la trazabilidad que implica la aplicación de la nueva legislación generará confianza en el consumidor, que quiere y necesita saber de qué están hechos y de dónde proceden los productos que compra".
Cuando se le preguntó por la reacción de los consumidores ante el nuevo etiquetado, comentó que "la mayoría ni se enterarán, porque si nos paráramos a leer cada etiqueta nunca acabaríamos de hacer la compra, aunque eso no es contradictorio con el derecho a elegir que hemos venido reclamando en los últimos años. Es cierto que sí habrá una minoría que por razones éticas, medioambientales o de otro tipo estarán más atentos, pero también están en su derecho a hacerlo".
Jorge de Saja, secretario general de la Confederación Española de Piensos Compuestos, (CESFAC) comentó que su industria no va a encontrar ningún problema en aplicar los requisitos exigidos por la UE. Precisamente el etiquetado de los piensos es una de las novedades de la nueva normativa europea. También comentó que la industria de alimentos compuestos está firmemente comprometida en garantizar el mantenimiento de la seguridad alimentaria de los productos que elaboran, aunque también añadió que el nuevo etiquetado tiene un valor meramente informativo.
Por último, David Carpintero, responsable del Área de Relaciones con la Cadena Alimentaria de la Fundación Antama, comentó que en varios países europeos ya se pueden encontrar productos etiquetados con presencia de OMGs. Entre ellos destacan aceites y margarinas de maíz, cerveza, y aderezos para ensalada elaborados con soja.