El director general de Sanidad de la Producción Agraria del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, Valentín Almansa, ha visitado la localidad de Almassora, en el sur de Castellón, para conocer sobre el terreno la situación del cotonet de Sudáfrica, Delottococcus aberiae, principal plaga de los cítricos. En una reunión con representantes del sector, las Administraciones central y autonómica aceptaron la aplicación excepcional y controlada del metil-clorpirifos en las parcelas más afectadas, en frutos que los agricultores no podrán recolectar ni comercializar al estar prohibida esta sustancia activa en la Unión Europea y no tener un límite máximo de residuo.
Almansa ha visitado el insectario donde se reproduce el parasitoide de la plaga de los cítricos, Anagyrus aberiae, y ha destacado el compromiso, en materia de sanidad vegetal, del ministerio con la Comunidad Valenciana, que ha recibido el 50 % del total de fondos destinados a las comunidades autónomas para luchar contra plagas y enfermedades. También ha recordado que Agricultura, para ayudar a atajar esta plaga, procedió a la autorización excepcional del uso de la feromona específica utilizada para el trampeo masivo de captura y muerte, y permitió, “en el menor plazo posible”, la utilización del parasitoide A. aberiae, importado de Sudáfrica.
Sin embargo, la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) calificó de “decepcionante” la reunión celebrada en Almassora, y lamentó que las medidas ofrecidas por el ministerio son “totalmente insuficientes” para combatir la plaga. “Si en 2020 las pérdidas económicas sufridas por los agricultores, tanto directas como por realizar tratamientos extraordinarios, ascendían a 120 millones de euros, en 2021 el perjuicio económico superará previsiblemente los 200 millones de euros, al descontrolarse la plaga”, calcula la organización agraria.
Recomendaciones contra el cotonet
Mientras tanto, a propuesta de las organizaciones agrarias, el IVIA y el Servicio de Sanidad Vegetal de la Comunidad Valenciana han elaborado un documento con recomendaciones para reducir las poblaciones de D. aberiae en las próximas campañas, que incluye medidas culturales como efectuar podas que faciliten la aireación de la copa de los árboles para favorecer la mortalidad de las ninfas de primer estadio en verano; tras la recolección, eliminar los frutos dañados que puedan servir de reservorio de la plaga, tanto de la copa como del suelo de las parcelas; utilizar estrategias para la exclusión de hormigas, como barreras físicas, bandas o pinturas pegajosas; y organizar labores (poda, recolección, etc) y aplicar medidas higiénicas entre parcelas que eviten la dispersión de la plaga a nuevas zonas (cajones de recolección, capazos de recolección, ropa operarios...).
En cuanto a las medidas de control biológico, el documento recomienda las sueltas del depredador Cryptolaemus montrouzieri. En el caso de liberar adultos, a los 15-20 días de la suelta, controlar la presencia de larvas. Si se observa la presencia de hormigas en los árboles, es conveniente aplicar alguna medida de gestión de hormigas, pues su presencia disminuye la eficacia de este y otros depredadores. Los adultos deben liberarse inmediatamente una vez se hayan recibido, evitando las horas de máxima calor (recomendable, a primera hora de la mañana o al final de la tarde); de no ser posible, se pueden conservar a 10-15º C durante un máximo de 48 horas.
Los tratamientos fitosanitarios previos y posteriores a las sueltas no deben ser tóxicos para el depredador (aunque sean para el control de otras plagas como ácaros o piojo). Es importante evitar tratamientos con piriproxifen, entre otras materias activas, si se realizan sueltas de C. montrouzieri.
A partir de agosto las poblaciones del cotonet bajan de forma natural, por lo que no es recomendable realizar tratamientos fitosanitarios. En cualquier caso, es importante utilizar productos con los menores efectos secundarios sobre la fauna auxiliar. En este sentido, es preferible utilizar aceite de parafina, spirotetramat o sulfoxaflor antes que acetamiprid. Los productos actualmente autorizados tienen una eficacia muy limitada frente hembras adultas y ovisacos, por lo que es de suma importancia realizar los tratamientos cuando exista un mayor porcentaje de formas sensibles a los mismo (N1 y N2).
Por último, proponen ampliar las zonas de colocación de trampas con feromonas mediante ensayos con el CEQA de la Universidad Politécnica de Valencia, o aprovechando la vigencia del segundo periodo de la autorización excepcional: del 27 de septiembre al 1 de octubre.