Un equipo de la Fundación Agrotecnio – Universidad de Lleida ha publicado el primer estudio sobre tratamientos fitosanitarios de precisión evaluados íntegramente, desde el establecimiento de la dosis hasta la determinación de la eficacia contrastada con los tratamientos estándar y testigo, para dos importantes plagas del viñedo: el ácaro amarillo (Eotetranychus carpini) y el mosquito verde (Empoasca vitis & Jacobiasca lybica).
En amplias zonas vitícolas europeas viene observándose una afectación creciente de ambas plagas, que requieren en algunos casos la práctica de varios tratamientos químicos por campaña. En viñedos con variabilidad espacial en su vigor, el sistema de ayuda a la decisión DOSA3D se ha mostrado de gran utilidad en el ajuste de la dosis a aplicar en las distintas clases de vigor, establecidas a partir de imágenes aéreas. No obstante, se mantienen ciertas dudas sobre la dosificación ajustada en las zonas de bajo desarrollo vegetativo.
En este trabajo, publicado en Crop Protection, se intenta dilucidar este interrogante a partir de los ensayos a escala productiva ejecutados en viñedos de Raïmat (Lleida), con el objetivo de evaluar la eficacia los tratamientos a dosis variable, según dos clases de vigor (bajo y alto) en el control de ambas plagas. Después de clasificar el vigor a través de imágenes multiespectrales, las dosis se redujeron entre un 16,6% y un 24,8% en las zonas de bajo vigor sin que ello supusiera limitación alguna en la eficacia. En todos los casos, la eficacia biológica ha sido mayor en las zonas de bajo vigor, reduciendo la población de la plaga por debajo del correspondiente umbral económico de daños. Sin embargo, en las zonas de alto vigor, donde normalmente la densidad de las plagas es mayor, el control no ha sido tan efectivo, lo que en algún caso puede requerir nuevas intervenciones para evitar que la población exceda el umbral económico de daños.
“Del trabajo puede concluirse que los tratamientos zonales a dosis ajustada permiten un ahorro significativo de producto fitosanitario sin comprometer la eficacia del tratamiento. A mayor coste del producto fitosanitario, mayor proporción de la superficie de bajo vigor y mayor reducción de la dosis en estas zonas, mayor será el interés por los tratamientos zonales basados en mapas de vigor”, explica Santiago Planas, investigador de Fundación Agrotecnio – Universidad de Lleida y coautor del artículo junto a Carla Román y Jaume Arnó.