El Ministerio de Sanidad del Gobierno de España pretende imponer un criterio, tan discutible como incongruente, que implicaría en la práctica la prohibición definitiva de la cuarta parte del ya cada vez más reducido número de materias activas que se emplean para combatir las plagas en la agricultura.
El conflicto tiene su origen en el desarrollo legislativo, que se está negociando actualmente, del reglamento de ejecución 2015/408 de
Sin embargo, el citado y muy restrictivo reglamento deja una pequeña puerta abierta al contemplar la posibilidad de autorizar para casos especiales el uso de alguna de esas materias que van a prohibirse si se acredita que su nivel de exposición es "insignificante". Pues bien, el Ministerio de Sanidad español, con el criterio que ha puesto sobre la mesa en relación a este punto, cierra incluso la opción de acogerse a esa alternativa.
Sanidad defiende, en concreto, que ese nivel de "exposición insignificante" que contempla
AVA-ASAJA considera un sin sentido y una arbitrariedad carente del más mínimo rigor científico, y hasta lingüístico, la posición maximalista que está sosteniendo el Ministerio de Sanidad, puesto que el término "insignificante", que es el que emplea
De cara a la reunión que se celebrará en Bruselas el próximo mes de octubre para abordar esta cuestión la inmensa mayoría de los ministerios de Agricultura de los distintos países se muestra partidaria de dejar esa puerta abierta a la autorización de sustancias activas basada en el concepto de "exposición insignificante" y, por eso mismo, resulta fundamental que el Ministerio español de Agricultura defina sin titubeos su postura y se implique a fondo en la defensa de los intereses de los agricultores para que el Gobierno español pueda acudir al encuentro de octubre con una posición bien clara al respecto.
Sobre este punto, es preciso subrayar que los productores se encuentran cada día más inermes e indefensos ante las plagas debido a que las políticas restrictivas que se aplican en materia de fitosanitarios han supuesto, en el plazo de unos pocos años, la eliminación del 72% de las materias activas existentes en el mercado y ahora, a través de su nuevo reglamento,
Las consecuencias que tiene sobre el sector agrario esa creciente escasez de productos fitosanitarios para combatir las plagas de forma eficaz son devastadoras, tal como demuestra de manera palmaria y lamentable el desastre que este año está causando el hongo de la pyricularia en los arrozales valencianos.