El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, confía en que la Unión Europea alcance en 2025 un acuerdo sobre las nuevas técnicas genómicas (NGT, por sus siglas en inglés), “un instrumento excelente para hacer frente a los efectos del cambio climático en la agricultura”.
Las NGT se erigen en la gran esperanza de la sanidad vegetal ante el incremento de los problemas fitosanitarios y la disminución de las herramientas disponibles. Sin embargo, la Comisión Europea, la Eurocámara y el Consejo de la Unión Europea todavía no han conseguido sacar adelante el reglamento que debe facilitar el uso de técnicas de edición genética como la mutagénesis dirigida y la cisgénesis, cruciales para poder desarrollar variedades más resistentes a estreses abióticos, como la sequía o las altas temperaturas, y a las plagas y enfermedades.
Planas, que participó en la VI Semana de la Sostenibilidad para el Futuro, organizada por la revista POLITICO en Bruselas, considera “absolutamente necesario” que el Consejo de la Unión Europea y el Parlamento Europeo concluyan el reglamento que regula este tipo de técnicas, “porque necesitamos producir semillas y plantas resistentes a temperaturas más altas, que necesiten menos agua, y adaptarnos así a una situación diferente”. Para el ministro, el uso eficiente del agua, las NGT y el seguro agrario son tres herramientas clave para afrontar la adaptación productiva al cambio climático y de la que el sector agrario es uno de los más afectados, con fenómenos climáticos adversos cada vez más frecuentes y extremos como las sequías o las inundaciones.
Durante el panel dedicado al sector agroalimentario, Planas expuso su visión y propuestas para enfrentar los principales retos de la agricultura europea. Así, destacó que el informe sobre el Diálogo Estratégico para el Futuro de la Agricultura de la UE es una “buena iniciativa” que llega en un momento clave, al coincidir con la formación de la nueva Comisión y la implementación de la actual Política Agrícola Común (PAC).
El ministro considera que el uso eficiente del agua, las NGT y el seguro agrario son tres herramientas clave para que los agricultores puedan adaptarse al cambio climático
El ministro afirmó que, para llevar a cabo una buena implementación de esta visión estratégica, se necesita una PAC fuerte, con un presupuesto adecuado para apoyar a quienes más lo necesitan, en especial a la agricultura familiar y profesional. La PAC también es necesaria para promover medidas de sostenibilidad medioambiental, como los ecorregímenes, y dar respuesta a los desafíos climáticos y tecnológicos del sector primario europeo, y de toda la cadena de valor agroalimentaria. En este sentido, el ministro considera que sería una buena medida contar con algún tipo de reaseguro en la Unión Europea, que refuerce los sistemas de seguros agrarios nacionales, para apoyar a los agricultores ante los efectos climáticos adversos.
El ministro recalcó que el sector agrícola es uno de los más afectados por las consecuencias del cambio climático, lo que exige medidas de adaptación y mitigación, y destacó la importancia de “impulsar la investigación y la innovación tecnológica para desarrollar sistemas de producción más resilientes y sostenibles”, así como promover inversiones en regadíos modernos y sostenibles en el área mediterránea. “Resulta fundamental hacer un buen uso del agua, mediante modernos sistemas de regadío de precisión, además de utilizar fuentes hídricas alternativas como las aguas no convencionales”, aseguró.