Las dos últimas sesiones de Phytoma Meets, organizadas en colaboración con AEFA, la Asociación Española de Fabricantes de Agronutrientes, y el Centro de Biotecnología y Genómica de Plantas, han puesto de relieve el papel que los bioestimulantes pueden jugar en una agricultura cada vez más sometida a las altas temperaturas y a la escasez prolongada de agua.
El programa de ambas sesiones fue elaborado en colaboración con Antonio Molina, catedrático de Bioquímica y Biología Molecular en el Departamento de Biotecnología-Biología Vegetal de la UPM. Si la primera puso de relieve el papel que los bioestimulantes pueden jugar en una agricultura cada vez más sometida a las altas temperaturas y a la escasez prolongada de agua, la segunda mostró el potencial de estas soluciones para estimular los procesos de nutrición de las plantas.
Soledad Sacristán, investigadora del CBGP y profesora de la Universidad Politécnica de Madrid, dio a conocer el diverso grupo de los hongos endófitos y sus posibles aplicaciones para mejorar la nutrición y la tolerancia a estreses abióticos de las plantas. Estos hongos, muchas de cuyas especies no han sido aún identificadas, pasan parte de su ciclo dentro de las plantas, sin producir síntomas de enfermedad. Entre sus beneficios, Sacristán destacó su aportación al crecimiento de la planta por el mayor desarrollo radicular y la mejor eficiencia en la nutrición, la tolerancia a los estreses abióticos y la protección frente a plagas y enfermedades, bien sea como bioplaguicidas o activando las defensas naturales de las plantas.
Jaime Huerta, también investigador de este centro mixto entre la Universidad Politécnica de Madrid y el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria del CSIC (INIA/CSIC), expuso las nuevas herramientas de metagenómica (estudio del material genético obtenido directamente de muestras ambientales) para estudiar la microbiota de la rizosfera de los cultivos. La metagenómica y el análisis bioinformático permite caracterizar el efecto de los bioestimulante sobre la microbiota de suelo y la rizosfera, identificar efectos similares o diferenciales entre productos e identificar qué organismos y genes están asociados a dichos cambios. Huerta aseguró que existen centenares de miles de genes desconocidos en la biosfera profunda, que son descartados sistemáticamente de los análisis bioinformáticos, con gran relevancia ecológica y evolutiva.
María José Pozo, de la Estación Experimental del Zaidín (CSIC), habló sobre una relación que se remonta 420 millones de años: la de las plantas y las micorrizas, que son capaces de aumentar el área de exploración del suelo de las primeras y facilitar la asimilación de agua y nutrientes, y que ayudaron a la colonización del medio terrestre.
La sesión contó, además, con el patrocinio de Kenogard y la aportación de destacadas empresas del sector biotecnológico y de bioestimulantes, que presentaron sus herramientas y soluciones para una agricultura sostenible. Lo hicieron Cristóbal Muñoz, director técnico de Atens; Gianluca Valieri, de la Dirección Técnica de Tarazona Agrosolutions; y Eduardo Quemada, CEO de Genomics4all.
Los bioestimulantes se han convertido en productos imprescindibles para garantizar un correcto equilibrio entre productividad y sostenibilidad. Sus propiedades, desarrolladas para necesidades específicas de los cultivos, y su capacidad para aumentar la eficiencia en el uso de nutrientes y la reducción en el uso de fertilizantes convencionales han favorecido su implantación definitiva en el mercado. AEFA, que representa al sector en España, cuenta ya con 60 empresas asociadas. Para su directora general, Camino García Martínez de Morentin, son la clave para garantizar la rentabilidad y la sostenibilidad de la agricultura: “La investigación ha avanzado tanto en los últimos años que podemos conocer las reacciones, tanto fisiológicas como químicas, y la respuesta de las plantas a una cantidad de compuestos enorme; sabemos los efectos que tienen muchas sustancias, cómo interaccionan y qué usos tienen en las plantas la aplicación de ciertos microorganismos.