El proyecto europeo de innovación PhageFire Project, coordinado por la DOP Peras de Rincón de Soto para buscar una solución natural al problema del fuego bacteriano, ya está en su recta final. Esta semana, los socios del proyecto se han reunido en Logroño y han compartido una jornada de trabajo a la que también asistió Noemí Manzanos, Consejera de Agricultura, Ganadería, Mundo Rural y Medio Ambiente del Gobierno de La Rioja.
El proyecto, que se puso en marcha en julio de 2020, se encuentra ya en su última fase y el producto natural desarrollado ya está definido, al contar con fórmula y composición. En estos momentos, se está trabajando en la validación del producto con laboratorios certificados, en su escalado de fabricación y en la elaboración de la documentación para solicitar el permiso de comercialización.
En el encuentro también estuvieron presentes Sixto Cabezón y Borja de Santos, de la DOP Peras de Rincón de Soto, así como Lars Fieseler, en representación de la universidad suiza ZHAW (Zürcher Hochschule für Angewandte Wissens-chaften); Tamás Kovacs, de la empresa Enviroinvest Környezetvédelmi és Biotechnológiai Zrt. de Hungría; y Sara Jorreto, Kellen Katiusce y Antonio Manuel Puertas, de la biotecnológica española Kimitec. “El producto desarrollado con el proyecto PhageFire va a ser una solución sostenible a un grave problema que supone una merma importante la producción de pera en la región”, reseñó Manzanos, que añadió que la solución “conllevará un gran avance en el desarrollo de una gestión eficaz de las explotaciones frutícolas de la comunidad”.
Durante la reunión en Logroño se pusieron en común los ensayos de eficacia del producto que se han hecho en diferentes países de la UE (España, Bélgica, Portugal, Alemania, Grecia, Hungría y Rumanía) y se sentaron las bases de trabajo sobre la patente final. Sixto Cabezón, director técnico de la DOP, explicó que la solución desarrollada está resultando muy eficaz en las pruebas de campo y que en estos momentos se está trabajando ya en la fase de comercialización del tratamiento, para que pueda estar disponible en el mercado en el corto plazo.
La solución desarrollada está resultando muy eficaz en las pruebas de campo; en estos momentos, se está trabajando en la fase de comercialización
El proyecto, que forma parte de Horizonte 2020, el programa marco de la UE para la innovación y la investigación, supone una apuesta más de la DOP Peras de Rincón de Soto por la investigación y el avance en el sector hortofrutícola de forma sostenible.
La bacteria causante de esta enfermedad, Erwinia amylovora, afecta a frutales de pepita, sobre todo peral, cuyas plantaciones puede llegar a destruir totalmente. En primavera, en la base del cáliz o el pedúnculo aparecen, primero, unos exudados o gotitas blancas o acarameladas y, posteriormente, una o varias flores que se marchitan, ennegrecen y, con aspecto untoso, quedan adheridas al ramillete. Estos síntomas progresan y afectan a hojas, brotes y ramas. Si el tiempo es húmedo, es frecuente apreciar exudados gomosos en los órganos afectados. El árbol entero puede resultar dañado en todos sus órganos aéreos, que permanecen adheridos al mismo y adquieren un tono general parduzco, como si el árbol entero hubiese sido quemado, de ahí el nombre que se le da a la enfermedad.
La bacteria sobrevive en especies arbustivas espontáneas y en chancros de árboles afectados. En primavera entra en actividad y la enfermedad aparece cuando, en coincidencia con la floración, las temperaturas se sitúan entre 20ºC y 30ºC, y la humedad relativa del aire es alta. Las tormentas y los granizos favorecen la aparición de la enfermedad.