Mayor formación, menor carga burocrática y poder pasar más tiempo “sobre el terreno”. Esas fueron las principales reivindicaciones de los profesionales que asistieron al I Encuentro Nacional de Asesores, organizado por la editorial Phytoma y cuya primera edición se celebró en el Centro de Eventos de Feria Valencia el 15 y 16 de noviembre con el título Retos y herramientas para una profesión imprescindible en la nueva agricultura.
Cerca de seiscientos profesionales, procedentes de todas las comunidades autónomas, además de Portugal, Chile y Argentina, asistieron a la primera edición, lo que pone de relieve el interés que ha despertado este foro concebido como punto de encuentro de un colectivo que se ha convertido en pieza capital para la producción de alimentos y la protección de los cultivos.
Durante dos intensos días, el I Encuentro Nacional de Asesores puso de manifiesto la relevancia de estos profesionales en la nueva agricultura y los nuevos condicionantes para el asesoramiento, en un marco legal cada vez más complejo, que también obligó a abordar su papel desde el ámbito de la responsabilidad civil, jurídica y laboral. Las ponencias y mesas redondas promovieron, de una manera muy dinámica y pedagógica, un debate sobre los diversos aspectos que definen la profesión, desde las responsabilidades y obligaciones del asesor hasta el conocimiento de numerosas prácticas desarrolladas para una agricultura más sostenible, pasando por las habilidades que deben tener para abordar con solvencia propuestas experimentales o de investigación participativa.
También se habló, y mucho, de las herramientas tecnológicas y digitales; del Cuaderno Digital de Explotación Agraria, por supuesto, pero también del trabajo en red y de la versatilidad de los drones para usos fitosanitarios, entre otros temas. Las principales firmas del sector también mostraron sus novedades, las herramientas que ponen al servicio de la actividad.
“La nueva agricultura se dice que es inteligente, de precisión, digital, eficiente, saludable, sostenible, respetuosa y, por lo tanto, requiere de profesionales altamente cualificados, innovadores y muy coordinados para abordar unas responsabilidades multidisciplinares”, destacó en la clausura Ana Cano, coordinadora de ATRIA de la Federació de Cooperatives Agroalimentàries de la Comunitat Valenciana y miembro del Comité Científico-Técnico del I Encuentro Nacional de Asesores. El acto estuvo presidido por Javier Bartolomé, secretario autonómico de la Conselleria de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Generalitat Valenciana, que celebró la gran acogida por parte de los profesionales y de las entidades y empresas del sector, lo que garantiza su continuidad en futuras ediciones.
“No somos técnicos de campo, sino administrativos de oficina”
Los asesores tomaron la palabra en una mesa de debate moderada por Javier López-Cepero, coordinador del Departamento Técnico de COPLACA, en la que participaron Ana Hernández Buendía, directora de I+D+i del Grupo Hortofrutícola Paloma (Región de Murcia); Núria Trullols, de la Associació de Tècnics de ADVs i Assessors de Lleida; Andreu Román, consultor agronómico de cítricos, hortalizas y ornamentales; Fabio Toledo, de la Cooperativa Frontera de El Hierro (COPLACA, Canarias); y Sergio Villalta, presidente de ADVA, la Asociación Empresarial para la Protección Vegetal de Castilla-La Mancha y Madrid, en representación de FEDISPROVE, la Federación Española de Distribuidores de Protección Vegetal.
Todos los participantes de la mesa, así como los asistentes que quisieron intervenir en el debate, lamentaron la excesiva carga burocrática que en ocasiones les impide “pisar el campo” y les roba tiempo para atender in situ los problemas fitosanitarios a los que deben hacer frente. Paradójicamente, cumplir a rajatabla estas exigencias no se corresponde con un cuidado idóneo de la salud de los cultivos, a juicio de los asesores. “No somos técnicos de campo, sino administrativos de oficina”, resumió Fabio Toledo. Un ejemplo es el Cuaderno Digital, cuyo cumplimiento recaerá sobre los técnicos y genera mucha preocupación; o la presión que ejercen sobre los productores las cadenas de distribución, cuyas exigencias complican la gestión fitosanitaria y requieren mucha documentación.
El otro caballo de batalla del colectivo se encuentra en la necesidad de formación ante el cambio de paradigma que está experimentando la agricultura europea, lo que obliga a conocer a fondo todas las herramientas disponibles para un eficaz control integrado de las plagas, enfermedades y malas hierbas. “Nos falta información para trabajar y transmitir a los agricultores”, reconoció Núria Trullols. “Nos sabemos la teoría perfectamente, pero a veces no sabemos aplicarla”, apostilló Ana Hernández Buendía, que puso de ejemplo la compleja gestión de las resistencias a los productos fitosanitarios por la falta de suficientes alternativas disponibles.
Responsabilidad civil del asesor
El secretario técnico del Colegio Oficial de Ingenieros Agrónomos de Levante, José Carbonell, habló sobre el seguro de responsabilidad civil del asesor en el ámbito de la sanidad vegetal, otro de los temas sobre los que los asesores mostraron más inquietud. “Hoy en día, la cultura de la reclamación está en aumento. Cualquier actuación está cada vez más regulada porque la sociedad está mentalizada de que ningún daño debe quedar impune”, advirtió Carbonell. Aunque se haya actuado con total diligencia, hay mucho riesgo de recibir una reclamación “en caso de causar daños a un tercero por un asesoramiento fitosanitario erróneo”.
El secretario técnico del COIAL aconseja contratar una póliza de responsabilidad civil profesional para evitar que el asesor haga frente a una posible indemnización con su patrimonio personal. “Existe la creencia de que el seguro de Responsabilidad Civil por la actividad de asesoramiento fitosanitario protege al agricultor por los daños que puedan tener en sus cosechas, pero lo que protege es el patrimonio del asesor”, aseguró.
Además de Ana Cano, formaron parte del Comité Técnico Ana Garín, coordinadora de la Red de Vigilancia Fitosanitaria de Aragón; Javier López-Cepero, coordinador del Departamento Técnico de la sociedad cooperativa COPLACA, de Canarias; Rafael Sánchez Trujillo, jefe del Servicio de Sanidad Vegetal de la Junta de Andalucía; y Teodora Tornos, responsable de las Agrupaciones de Defensa Vegetal de Cataluña. Para ofrecer un programa a la medida de las necesidades y exigencias de los asesores, el Comité involucró a una treintena de expertos en sanidad vegetal y gestión integrada. Además, se expusieron 25 posters técnicos, de los cuales cinco fueron seleccionados para una presentación oral en el tramo final del Encuentro.