Un estudio del Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias y la Universidad de Worcester ha demostrado cómo la implantación de franjas de flores silvestres compuestas por especies nativas de plantas perennes, entre las líneas de árboles, mejora el control de plagas en cítricos al aumentar la riqueza y abundancia de sus enemigos naturales y proporcionar servicios de regulación de las poblaciones fitófagas más efectivos.

Esta investigación se ha llevado a cabo en huertos comerciales de naranjas en Huelva. La estrategia de manejo de cubierta más efectiva resultó ser el manejo de la cubierta sembrada con un corte anual en febrero, a una altura de 10 cm. En contraste, la estrategia que implicaba cortes adicionales en mayo y junio no logró aumentar la riqueza de enemigos naturales ni mejorar los servicios de regulación de las plagas. En vista de estos resultados, publicados en Agriculture, Ecosystems and Environment, los autores sugieren que la vegetación sin cortar durante toda la temporada proporciona mejores recursos y hábitats para los enemigos naturales.

Este es el primer estudio que demuestra que las franjas de flores silvestres pueden aumentar la abundancia y riqueza de enemigos naturales, lo que redunda en mejores servicios de regulación de las plagas. Sin embargo, esto no se logró hasta el tercer año de estudio, y luego, solo en asociación con el tratamiento estándar de manejo de flores silvestres. Durante el año de establecimiento y el primer año en que se aplicaron las distintas estrategias de manejo a los callejones de flores silvestres sembradas, los tratamientos con flores silvestres no aumentaron la abundancia de enemigos naturales. En el tercer año, sí se logró una riqueza y presencia mayor que en los otros tratamientos.

Los mejores resultados en la regulación de plagas se dieron a finales de primavera y principios de verano, período crucial para varias especies clave en cítricos, como el piojo rojo de California, Aonidiella aurantii, el cotonet Planococcus citri, el ácaro rojo Panonychus citri y la mosca blanca algodonosa Aleurothrixus floccosus. Por lo tanto, la regulación de plagas por parte de enemigos naturales nativos y naturalizados durante este período son esenciales para una estrategia exitosa. Sin embargo, cuando las franjas de flores silvestres se manejaron bajo manejo activo (con dos cortes adicionales en mayo y junio), los resultados fueron comparables a las tasas observadas en las parcelas de control, o inferiores. En definitiva, la vegetación más alta, sin cortar, proporciona una mayor proporción de enemigos naturales dentro de los hábitats.