El Comité Permanente Fitosanitario de la Unión Europea (Scopaff) ha llegado a un acuerdo para imponer el tratamiento de frío (cold treatment) en tránsito solo a las importaciones de naranjas para evitar la entrada de la falsa polilla. Esta decisión, que aun debe ser aprobada por votación en la siguiente sesión del Scopaff, ha dejado un sabor agridulce al sector citrícola español, ya que otros cítricos, como mandarinas, pomelos y limones, se quedan fuera de esta modificación de la normativa fitosanitaria, a pesar de ser también hospedantes de Thaumatotibia leucotreta, incluida en la lista de veinte plagas y enfermedades prioritarias en la UE por su gran impacto económico, medioambiental y social.
La medida, que se toma pocos meses después de que un informe de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) pusiera en duda las medidas de Sudáfrica para evitar que sus exportaciones citrícolas introduzcan esta plaga en el continente europeo, afecta a las naranjas importadas de África continental, Madagascar, Mauritania, Cabo Verde, Santa Elena y Reunión. No incluye a las mandarinas o pomelos, a pesar de que tres de las 18 interceptaciones de la falsa polilla registradas por la UE en cargamentos citrícolas procedentes de Sudáfrica durante el año pasado fueron en madarinas, y cuatro en pomelos. El acuerdo tampoco incluye las naranjas procedentes de Israel, donde también se ha detectado la plaga.
El tratamiento de frío, el método más eficaz para garantizar la mortalidad de los posibles individuos de Thaumatotibia leucotreta presentes en los contenedores, es exigido por otras potencias productoras de cítricos, como Estados Unidos, China, Corea del Sur, India, Australia o Japón. Sin embargo, el propuesto por Bruselas es de 16 días y a una temperatura de entre 0-1°C, mientras que EE UU, por ejemplo, impone 22 días y -0,55°C.
La Generalitat Valenciana ha celebrado la aprobación de esta medida pero su consellera de Agricultura, Mireia Mollà, ha trasladado al ministro de Agricultura, Luis Planas, la necesidad de extender el tratamiento en frío a las mandarinas y pomelos para erradicar el riesgo fitosanitario de esta plaga que desde 2009 se ha interceptado en 67 envíos de cítricos en puertos españoles y hasta en 562 del conjunto de la Unión Europea, procedentes de Sudáfrica, Suazilandia y Zimbabue.
La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) considera “un paso adelante logrado por el trabajo del sector citrícola valenciano, con el apoyo del Gobierno español y la Generalitat Valenciana, pero un paso totalmente insuficiente para garantizar la seguridad sanitaria de los cítricos de la Unión Europea”. La Unió de Llauradors, por su parte, señala que, una vez logrado que se establezca el tratamiento de frío para las naranjas importadas, hay que centrar los esfuerzos para lograr lo mismo en las mandarinas, limones y pomelos y para otros países, ya que la falsa polilla “no distingue de especies citrícolas ni de países. Es cierto que las interceptaciones son menores en otras especies o países, pero el riesgo fitosanitario continúa”.
Por último, Intercitrus califica la aprobación de esta medida como un “hito” fundamental para la citricultura española y europea, ya que “de esta forma la UE protegerá al conjunto de la agricultura continental de la mejor manera frente a la posible entrada de esta grave plaga”. La interprofesional citrícola española ha reconocido el “excelente trabajo técnico y político” realizado en los últimos meses por el Ministerio de Agricultura español, que ha logrado los respaldos necesarios para obtener la mayoría necesaria para que la medida saliera adelante, así como del Gobierno valenciano. “Este es el éxito de un sector que ha vuelto a demostrar que es capaz de trabajar unido en torno a esta interprofesional, que creo que con este logro ya ha evidenciado su reactivación definitiva y su utilidad”, afirma la presidenta de Intercitrus, Inmaculada Sanfeliu.