La zona demarcada por la presencia de Xylella fastidiosa en la Comunidad Valenciana ha aumentado su superficie un 10%, hasta llegar a las 152.900 hectáreas, según la última actualización de datos por parte de la Conselleria de Agricultura. La Unión Europea ultima un importante cambio de criterio en el protocolo de lucha contra la Xylella que recorta a la cuarta parte el área de erradicación frente a las plantas infectadas por la bacteria.
Los 1.217 nuevos positivos se concentran en el norte de la provincia de Alicante. La bacteria coloniza ocho nuevos municipios, aunque ya se encontraban dentro de la Zona Demarcada: Alcoleja, Benilloba, Benimeli, Pego, Penàguila, Ràfol d'Almúnia , Sanet y Negrals y Sella. Entre las especies afectadas, hay cinco en las que no se había detectado anteriormente en Alicante, como el laurel (Laurus nobilis); además, en esta última actualización hay positivos en Acacia saligna, Calicotome spinosa, Cistus albidus, Cistus salvifolius, Helichrysum italicum, Helichrysum stoechas, Lavandula dentata, Lavandula angustifolia, Phagnalon saxatile, Polygala myrtifolia, Prunus armeniaca, Prunus domestica, Prunus dulcis, Rhamnus alaternus y Rosmarinus officinalis.
La Unión Europea ultima un importante cambio de criterio en el protocolo de lucha contra la Xylella que recorta a la cuarta parte -de 100 a 50 m2- el área de erradicación frente a las plantas infectadas por la bacteria. Esta modificación rebajaría significativamente la obligación de arranque de árboles, según ha destacado la consellera de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica de la Comunidad Valenciana, Mireia Mollà, durante la reunión mantenida con asociaciones agrarias, cooperativas y viveristas para presentar los datos de esta duodécima actualización.
Mollà se ha mostrado partidaria de esta decisión que rebaja uno de los requisitos del plan de erradicación exigido por la directiva europea. La modificación normativa que prepara Bruselas también permitiría la replantación en la zona afectada de especies arbóreas que lleven dos años libres de Xylella, abriendo así la puerta al olivar, un cultivo que en la Comunidad Valenciana se ha mostrado resistente a la bacteria y que se adaptaría bien a los terrenos más golpeados por la enfermedad, según la administración autonómica.
La consellera ha trasladado a los representantes de Ailimpo, Asaja Alicante, Asfplant, AVA-Asaja, CCPV-COAG, Comité de Gestió de Cítrics, Federació de Cooperatives Agroalimentàries, Fepac, La Unió y UPA “el apoyo indiscutible de la Conselleria a los afectados y el esfuerzo con más recursos tanto humanos como materiales para frenar la propagación de la plaga”.
La Conselleria ha ejecutado la retirada de especies hospedantes en 4.770 parcelas, mientras que otras 5.935 se han tratado con insecticida para prevenir la dispersión de la enfermedad por los insectos vectores. Mantiene la prioridad de actuación sobre las parcelas abandonadas, con un riesgo potencial mayor para la propagación de la plaga.
En estos momentos, unos 150 profesionales se dedican a las tareas de control de movimientos, análisis de laboratorio, coordinación y administración, inspección y supresión de vegetales. A estas dos últimas labores se han incorporado 16 nuevos técnicos, según ha detallado la titular de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica.
En 2018 se destinaron 3,2 millones de euros para hacer frente a la enfermedad, que casi se duplicaron en 2019, hasta alcanzar los 6 millones de euros. Estos fondos, cofinanciados por la Conselleria de Agricultura y el Ministerio de Agricultura, aumentarán este año, ya que a finales de abril la Unión Europea transfirió más de 494.000 euros, correspondientes al primer pago de las ayudas para sufragar las medidas de emergencia emprendidas en 2017, fecha de detección de primer brote.