El paso de la segunda DANA por la provincia de Málaga ha afectado gravemente a la agricultura y ganadería en las áreas rurales de la Axarquía y el Valle del Guadalhorce, donde las lluvias torrenciales y el desbordamiento de ríos han devastado cultivos y sistemas de riego. Las pérdidas y los problemas en el suministro de agua potable y los cortes de luz agravan aún más la situación, según la primera valoración de ASAJA Málaga.

Concretamente, desde La Zubia y el cauce del río Benamargosa, que ha experimentado un importante desbordamiento, los daños en las conducciones de agua, instalaciones y casetas de riego están impidiendo el suministro de riego a corto plazo. Los cultivos de limones y aguacates han sufrido pérdidas cuantiosas, aún sin valorar de manera definitiva, mientras que los arranques de árboles y la acumulación de lodo en las fincas complican la recuperación de los terrenos.

La situación en Vélez-Málaga es igualmente alarmante, con toda la zona de la Vega, que abarca desde Benamocarra hasta la desembocadura del río, afectada en ambas márgenes. Las plantaciones de aguacates, cultivo predominante en la zona, se han visto inundadas, y existe riesgo de que el daño sea permanente. Las instalaciones ganaderas también han sufrido el impacto de la riada, y parcelas de cultivos de coles, lechugas y terrenos destinados para la próxima siembra de patatas se encuentran anegadas. Además, áreas como la desembocadura de la Vega, especialmente en el carril de la Culebra, se han visto completamente inundadas. La organización agraria estima que más de 1.000 hectáreas en esta zona han quedado afectadas, con zonas pendientes de valoración, que incluyen pérdidas en explotaciones agrícolas y ganaderas, además de daños en casetas de riego y tuberías principales.

Por otra parte, en Campanillas, el río se ha desbordado a la altura de Cupiana, con acumulaciones de hasta 140 litros en apenas cinco horas. Las fincas en las áreas de Cártama, Campanillas y Alhaurín de la Torre han sufrido daños por las lluvias torrenciales; se ha acumulado zahorra (restos de pavimento) en los arroyos y destruido puentes en la zona. En esta última localidad, donde se registraron hasta 100 litros de lluvia junto con granizo, los cultivos hortícolas han resultado afectados nuevamente por las inundaciones, además de la pérdida de sistemas de riego.

“Consideramos importante reseñar el aluvión de llamadas de agricultores y ganaderos a los técnicos de ASAJA Málaga, indicando que, si se llevara una puntual limpieza de los cauces de los ríos, estos daños habrían sido mucho menores”, denuncia la organización agraria, que reclama la inclusión de los municipios afectados por la primera gota fría en los reales decretos que regulan las ayudas a los damnificados.

AVA-ASAJA cifra en 15 millones de euros las pérdidas ocasionadas por la última DANA en Castellón

Por otra parte, la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) estima que esta última DANA ha provocado unas pérdidas por valor de 15 millones de euros en el sector agrario de la provincia de Castellón. Los principales daños se centran en las producciones de hortalizas de invierno y de cítricos, así como en los caminos rurales y otras infraestructuras agrarias de las comarcas del Baix Maestrat y la Plana Alta.

Las lluvias acumuladas de hasta 180 litros por metro cuadrado en el norte de Castellón anegaron explotaciones agrícolas y ganaderas, algunas de las cuales ya habían sufrido precipitaciones durante las anteriores semanas. Debido a la excesiva humedad, campos de alcachofas van a padecer riesgo de propagación de hongos o problemas de comercialización porque se abren, se quedan pequeñas o se ponen negras, circunstancias que rebajan los precios en origen e incluso pierden todo el valor comercial en el mercado.

La humedad del terreno también retrasa varias semanas la plantación de otras hortalizas como lechugas, coliflores o coles repollo, lo que podría ocasionar en el futuro un solapamiento en la recolección que presione los precios a la baja. En cuanto a los cítricos, sobre todo a las clemenules que en algunas parcelas están en un óptimo estado de maduración, las lluvias pueden llegar a causar mermas del 20% de la fruta. En total, las pérdidas en las cosechas castellonenses ascenderán a 11 millones de euros, repartidos en una superficie agraria de 7.000 hectáreas, según las estimaciones de AVA-ASAJA.