El Comité de Acción contra la Resistencia a Insecticidas (IRAC, por sus siglas en inglés) de España ha recordado que ya se han identificado mecanismos de resistencia a piretroides en poblaciones de la mosca del olivo (Bactrocera oleae) del área mediterránea. Este grupo de insecticidas constituye una de las principales herramientas de control en la actualidad de la principal plaga del olivo en la península.

En el pasado, el control de la mosca del olivo se basaba en tratamientos aéreos con productos a base de cebos en grandes extensiones, que reducían los picos poblacionales de los vuelos de adultos. Hoy día, con la limitación de este tipo de tratamientos, se hace todavía más importante conocer las soluciones disponibles y promover una adecuada gestión de la plaga.

Existe un limitado número de productos autorizados en el control de B. oleae; además, hay que tener en cuenta que gran parte de la superficie está en sistemas de Producción Integrada, alrededor de 400.000 ha solamente en Andalucía, lo que limita aún más las herramientas disponibles.

Para la prevención de resistencias, IRAC-España recomienda promover un uso racional de todas las alternativas de control disponibles (cultural, biológico, técnicas de trampeo masivo y de atracción y muerte…) dirigidas a una reducción de los niveles poblacionales; realizar un adecuado monitoreo de la plaga, tratando únicamente cuando se superen los umbrales establecidos en las normativas de producción integrada y las Guías de Gestión Integrada de Plagas; alternar con productos con diferente modo de acción, priorizando los tratamientos cebo dirigidos al control de adultos sobre los tratamientos totales a todo el árbol y teniendo en cuenta los productos autorizados en las diferentes normativas; y seguir las recomendaciones recogidas en la etiqueta.

El preocupante incremento y ataques de la mosca del olivo desde 2022 obliga a readaptar la estrategia de control, que ahora se debe dirigir a la reducción de las poblaciones de adultos con trampas antes de que alcancen el umbral de intervención con insecticidas. Así lo explicó Manuel J. Ruiz, del Laboratorio de Producción y Sanidad Vegetal de Jaén, en el 17º Symposium de Sanidad Vegetal, celebrado en Sevilla.